"Fecha en la que se conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En ella, Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía, donde Él se hace presente a través de la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y su Sangre, y el sacramento del Orden Sacerdotal ".
la Última Cena,
el Lavatorio de los pies,
la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio
la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 1-15
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: -«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?» Jesús le replicó:
-«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo: -«No me lavarás los pies jamás.» Jesús le contestó: -«Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: -«Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.» Jesús le dijo:
-«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.»
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
-«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»
Pascua (Pesaj) significa paso, el paso de la esclavitud a la liberación.
DIOS LIBERA A SU PUEBLO
En el contexto histórico de los pueblos que vivían en la antigüedad, luego de cinco siglos de los tiempos de Abraham, allá por Ur de Caldea, las distintas y diferentes tribus que descendían de él, se establecieron en Egipto. Durante la dominación que sufrieron los egipcios, por parte de otros pueblos asiáticos, muchos grupos nómadas entraron con ellos, quedándose allí. Pero cuando Egipto logra quebrar ese sometimiento y reafirma sus dinastías, esos grupos o etnias, ven alterada su vida, su modo de existencia. En su gran mayoría comienzan a ser tratados como esclavos, realizando trabajos forzados o de características similares. Muchos de estas tribus empiezan a huir de Egipto para alcanzar la libertad o directamente huyen para evitar los altos impuestos que los egipcios cargaban sobre ellos. Entre estas etnias de extranjeros, se hallan los judios. El Éxodo es la narración bíblica de esa salida de Egipto. Un hazaña extraordinaria del Pueblo de Dios que decide con un liderazgo también extraordinario,el de Moisés, liberarse de la esclavitud, a pesar de lo que pueda costar, de lo duro que resulte esa lucha. Yave ( el nombre de Dios en la Biblia), es un Dios que escucha y acompaña siempre a su pueblo y en este proceso no es un espectador más de la historia y su dialéctica; Dios está dentro de ella porque está en su pueblo y sufre con él el oprobio y la sumisión en cada una de sus etapas específicas. Así es como opera incitando la liberacin de Israel, a través de sus lideres, en este caso especial el más grande de ellos: Moisés.
La experiencia liberadora de Israel en penosos y durísimos 40 años de desierto en el Sinaí, para alcanzar una tierra donde crecer; nos enseña que El no quiere pueblos oprimidos, sino todo lo contrario. Efectivamente, la presencia de Dios se dá históricamente, para llegar a su Plenitud, mediante su Plan de Salvación. El mismo que acompaña a todos aquellos pueblos que luchan por una liberación real y total de todo aquello que les impida desarrollarse y progresar hacia una sociedad mas justa.
La pascua es esa liberación, que Dios provoca y origina en Israel primero, pero que no se completa en forma decisiva y en todo su sentido, sino y hasta su encarnación como verdadero hombre y verdadero Dios en la persona de Jesucristo, su Hijo, como Salvador de todos los hombres en esa Pascua -Paso, Liberación-definitiva y Nueva- de la también Nueva Alianza, sellada con su sangre en la cruz y que se revelará absolutamente en La realización del fin de los tiempos con su segunda y definitiva Venida, lo que denominamos la Parusia del Señor (del griego presencia), acorde con sus palabras: "Y les dijo (a sus discípulos en la Ultima Cena de Pascua):Cuánto he deseado comer con ustedes esta pascua antes que padezca!! Porque les digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios". (Lc. 22,15)
Esta Pascua este paso, esta Liberación, es el significado profundo de la acción de un Dios-Padre que nos ama tanto, que solo quiere que seamos libres y alcancemos la Verdad, construyendo desde ya su Reino de Amor y Justicia.-
En esta Pascua como en aquella otra, donde Israel decidió el desierto antes que la esclavitud, es bueno plantearse qué nos impide asumir semejante actitud frente a la vida... En el caso que, ello sea así...
En
Egipto elSeñorhabló con Moisés y
Aarón. Les dijo:«Este mes será para ustedes el más importante, pues
será el primer mes del año.Hablen con toda la comunidad de Israel, y díganles que
el día décimo de este mes todos ustedes tomarán un corderopor familia, uno por cada casa.Si alguna familia es
demasiado pequeña para comerse un cordero entero, deberá compartirlo con sus
vecinos más cercanos, teniendo en cuenta el número de personas que sean y las
raciones de cordero que se necesiten, según lo que cada persona haya de comer.El animal que se
escoja puede ser un cordero o un cabrito de un año y sin defecto, al que cuidarán hasta
el catorce del mes, día en que la comunidad de Israel en pleno lo sacrificará
al caer la noche.Tomarán luego un poco
de sangre y la untarán en los dos postes y en el dintel de la puerta de la casa
donde coman el cordero.Deberán
comer la carne esa misma noche, asada al fuego y acompañada de hierbas amargas
y pan sin levadura. No
deberán comerla cruda ni hervida, sino asada al fuego, junto con la cabeza, las
patas y los intestinos.Y
no deben dejar nada. En caso de que algo quede, lo quemarán al día siguiente.Comerán el cordero de
este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalias puestas, con la
vara en la mano, y de prisa. Se trata de la Pascua delSeñor.»Esa misma noche
pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de
personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de
Egipto. Yo soy elSeñor.La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes
se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a
los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora.
"Éste es un día que
por ley deberán conmemorar siempre. Es una fiesta en honor delSeñor, y las
generaciones futuras deberán celebrarla".
Éxodo 14
Los israelitas cruzan el Mar Rojo
El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Di a los hijos de Israel que den la
vuelta y acampen junto al mar, frente a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar hacia
Baal Sefón. El faraón va a
pensar que ustedes los israelitas andan perdidos en esta región, rodeados por
el desierto. Pero yo voy a
endurecer el corazón del faraón para que vaya tras ustedes, y seré glorificado
en el faraón y en todo su ejército. Así sabrán los egipcios que yo soy el
Señor.»
Y ellos lo hicieron así. Y cuando el rey de Egipto recibió la
noticia de que los israelitas huían, su corazón y el de sus siervos se volvió
contra ellos, y dijeron: «¿Cómo hemos podido permitir esto de que Israel se
vaya y deje de servirnos?» Enseguida
el faraón unció su carro y echó mano de su pueblo, tomó seiscientos de sus mejores carros de
combate, y todos los carros de Egipto con sus respectivos capitanes. Y el Señor endureció el corazón del
faraón, rey de Egipto, y lo hizo perseguir a los hijos de Israel; pero éstos
habían salido con mano poderosa. Los
egipcios fueron tras ellos, con toda la caballería y los carros del faraón, y
con su caballería y todo su ejército, y los alcanzaron a la orilla del mar, a
un costado de Pi Ajirot y delante de Baal Sefón, donde estaban acampados.
Cuando los hijos de Israel levantaron la
vista, vieron que el faraón se acercaba y que los egipcios venían tras ellos;
esto les hizo tener mucho miedo, así que clamaron al Señor y le dijeron a Moisés: «¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos has traído
hasta el desierto para que muramos aquí? ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Por qué
nos sacaste de Egipto? Esto
es lo que te decíamos en Egipto, cuando te pedimos: “¡Déjanos servir a los
egipcios! ¡Es mejor que sirvamos a los egipcios, y no que muramos en el
desierto!”» Pero Moisés le dijo al pueblo: «No tengan miedo. Manténganse firmes, y vean la salvación
que el Señor llevará hoy a cabo en favor de ustedes. Los egipcios que hoy han
visto, nunca más volverán a verlos.Quédense tranquilos, que el Señor peleará por ustedes.» Pero el Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué me pides ayuda? ¡Ordena a los hijos de Israel
que sigan su marcha! Y tú, levanta tu
vara, extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, para que los hijos de Israel
lo crucen en seco. Yo, por mi
parte, voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me
glorificaré en el faraón y en todo su ejército, y en sus carros de guerra y en
su caballería. Y cuando me haya
glorificado en el faraón, y en su caballería y carros de guerra, los egipcios
sabrán que yo soy el Señor.»
El ángel de Dios, que precedía al
campamento de Israel, se apartó de ellos y se puso en la retaguardia. Así
mismo, la columna de nube que los precedía se apartó y fue a ponerse a sus
espaldas, entre el
ejército egipcio y el campamento de Israel. Para los egipcios, ésta era una
nube tenebrosa, pero a Israel lo alumbraba de noche. En toda esa noche, no se
acercaron los unos a los otros.
Entonces Moisés extendió su mano sobre el
mar, y el Señor hizo que toda esa noche el mar se retirara por causa de un
fuerte viento oriental; eso hizo que las aguas se dividieran y que el mar se
quedara seco. Así los hijos de
Israel entraron en el mar y lo cruzaron en seco, con un muro de agua a su
derecha y otro a su izquierda. Los
egipcios los siguieron. Toda la caballería del faraón, más sus carros de guerra
y su gente de a caballo, entraron tras ellos hasta la mitad del mar. Pero en la madrugada del día siguiente el
Señor miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y de nube, y
trastornó su campamento: a
sus carros les quitó las ruedas, y a ellos los dejó en una confusión tremenda.
Entonces los egipcios dijeron: «Huyamos de los israelitas, porque el Señor pelea en
favor de ellos y contra nosotros.»
Pero el Señor le dijo a Moisés: «Ahora extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas
se vuelvan contra los egipcios, y contra sus carros y caballería.» Moisés extendió su mano sobre el mar, y
al amanecer el mar se volvió con toda su fuerza contra los egipcios, que al
huir se toparon con el mar. ¡Y el Señor derribó a los egipcios en medio del
mar! Al volverse las aguas, cubrieron por
completo los carros y la caballería del faraón, y todo su ejército que había
entrado en el mar para perseguir a los israelitas. ¡Ni uno de ellos quedó con
vida! En cambio, los israelitas cruzaron el mar
en seco, con un muro de agua a su derecha y otro a su izquierda. Aquel día el Señor salvó a los israelitas
de manos de los egipcios, e Israel vio los cadáveres de los egipcios a la
orilla del mar. Y al ver el
pueblo de Israel aquel gran hecho que el Señor llevó a cabo en contra de los
egipcios, tuvo temor del Señor, y todos creyeron en el Señor y en su siervo
Moisés.
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos"Lc. 11,1.-
"Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les
gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser
vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la
puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará.
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos
creen que por mucho hablar serán escuchados.
No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe
bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes, pues, recen así:
Padre nuestro,
que estás en el Cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino,
hágase tu voluntad así en la tierra como en el
Cielo.
Danos hoy el pan que nos corresponde;
y perdona nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores;
“Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, astutos como la serpiente, pero sencillos como la paloma”.
Mateo 10,16.-
"La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos".
Ellos son elotro rostrode
una Iglesia que camina a pesar de los lobos que
la amenazan constantemente, son los conocidos"curas
villeros", entre los cuales se encuentra el padre Pepe. El video que
publico es ya un testimonio del pasado, porque lamentablemente, él ya no está
trabajando pastoralmente en la villa donde por mucho tiempo y junto a su
Comunidad de fe, hizo presente elReinoentre
los más pobres. Su misión religiosa y social,
de promoción humana, contra las adicciones, especialmente la del
terrible flagelo de lapasta base, llamada comúnmente"paco",
hizo centro en los intereses delas bandas narcos, que
al ver en peligro la rentabilidad de sus "empresas" de exterminio y sus "negocios"
de mercado en los distintos asentamientos barriales, hicieron lo que
siempre hacen las máscobardes
y facinerosasorganizaciones
de esta calaña:amenazar
de muerte la vidade
los que están comprometidos fraternalmente con la gente. Y así fue
como luego de reiteradas veces, él, el padre Pepe, tuvo que
dejar ese lugar para que otros continúen la tarea. Es cierto, se trata de una
retirada, la más lógica en las condiciones objetivas de una pastoral evangélica-social, que indefectiblemente socava los intereses de esas bandas criminales, que inmediatamente, inician un ataque sistemático, una verdadera guerra en todos los campos y niveles, asimétrica y en relación de fuerzas absolutamente
dispares. Se trata de una lucha entre una concepción del hombre para
su liberación y salvación, desde la fe, que irremediablemente antagoniza con el siniestro paradigma de poder económico-político-jurídico que acciona socialmente, entrecruzado con otras redes delictivas, entre otras las narco-mafiosas, que operan de modo marginal y dominante en conjunto; podredumbre genuina e inherente al propio sistema que las ha generado. Este es el "escenario" cierto y de profunda complejidad, en donde se desenvuelve el drama de las Comunidades Eclesiales de Base, inmersas en las villas, con aquella gente que sobrevive en ellas día a día a un modelo que ya no los quiere, ya no los necesita y que los ha expulsado, segregándolos socialmente, en donde la ausencia del Estado o por el contrario, su presencia perversa, les impide vivir con la dignidad de todo ser humano y peor aún, les niega toda posibilidad de alcanzar los medios necesarios para su superación. A pesar de ello, el habitante de la villa, resiste, reproduce su vida y su Cultura de manera única y con valores que les son propios. En ese ámbito, lugar de carencias de todo orden, va gestando su mundo, su cosmovisión, que aunque se produzca en condiciones de explotación y exclusión de las más crueles y adversas, tiene la capacidad de operar cambios, que con conciencia y organización en el tiempo y en la lucha, se van convirtiendo en pequeños pero importantes movimientos de rebelión social. En este "barro" es donde debe la Iglesia meter los pies, de manera muy especial, porque en este lugar están "los preferidos" del Señor, allí donde igualmente se encuentra El y en donde es necesario "en medio de lobos", ser aquellas ovejas enviadas, con astucia y sencillez. Este "en medio de lobos" es incluso una exigencia de valor evangélico y vocación eclesial que debe asumir la Iglesia en su totalidad, no es solo un llamado para algunos sectores de la misma, si bien es cierto que el carisma definirá ese llamado para aquellos que sientan el mismo, precisamente, el carácter institucional debe servir a los objetivos y metas de las Comunidades de fe, para estar con ellos, luchar junto a ellos, ser todos en Cristo un solo Cuerpo. Esa es la cualidad primordial que tendría que tener. Si es que la tiene... En la superlativa crisis que nos toca, que debemos enfrentar y resistir: La Iglesia: ¿Se encarna en el mundo sin ser de él? Es en su condición deestructura de poder en donde se pierde y se tergiversa el Mensaje en su esencia, ése carácter de potestad y supremacía la limita, la condiciona en su calidad de ser la privilegiada y especial portadora de la Revelación que debe anunciar, demandada por su único Señor, la Buena Noticia a todos los hombres, porque esa es su primerísima misión: "pobre de mi si no anuncio el Evangelio" , 1 Corintios 9:16. Ese estado que asume históricamente, como parte del sistema, la coloca en las antípodas del Proyecto radicalizado de su fundador. Quien no quería otro poder que no sea el del servicio, quien no deseaba más que una Iglesia pobre y libre para construir el Reino...
1. La Iglesia del poder ¿Qué le podemos pedir a esa otra, a esa Iglesia del poder, que en nuestro país fue cómplice del genocida golpe del llamado Proceso, que apoyó por acción y omisión el terrorismo de Estado? Qué como Iglesia Institucional, desde su sede en Roma, por la misma época , en concordancia con el contexto internacional capitalista elaboró y aplicó uno de los proyectos más tradicionalistas y reaccionarios, soslayando en la práctica el Concilio Vaticano II, trascendente históricamente por su aggiornamento (profunda renovación) y su ecumenismo, soñado y llevado adelante con la Fuerza del Espíritu Santo por Juan XXIII y la Iglesia en su totalidad... Aquella vuelta a "otros tiempos" , se tradujo en las siguientes medidas pastorales:
üDesmantelamiento y prohibición de la Teología de la Liberación en
todas sus acepciones y prácticas.
üDestrucción de la Comunidades Eclesiales de Base en todo el mundo
católico y en especial en América Latina donde más había crecido, sobre todo en
Brasil, México, Colombia, Argentina Chile, Nicaragua, etc.
üDesconocimiento y vuelta atrás de los documentos episcopales de Medellín y Puebla, que continuaban la
enseñanza del Concilio Vaticano II y
elegían como línea rectora, doctrinal y Pastoral de la Iglesia en América, La opción preferencial por los más pobres,
acorde con el espíritu del Concilio.
“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las
angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de
cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los
discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en
su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en
Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del
Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La
Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de
su historia” (G.S. 1, (1965).
üEl Documento de Puebla habla ya que Medellín “… hizo una clara y profética
opción preferencial y solidaria por los pobres", (n. 1134) y consagra la
expresión "opción preferencial por los pobres" en el contexto de la misión
evangelizadora de la Iglesia. Con esa opción se quiere indicar tanto el
destinatario como el contenido de la evangelización:
"La
opción preferencial por los pobres tiene como objetivo el anuncio de Cristo
salvador que los iluminará sobre su dignidad, los ayudará en sus esfuerzos de
liberación de todas las carencias y los llevará a la comunión con el Padre y los
hermanos, mediante la vivencia de la pobreza evangélica
(n. 1153).
üRetroceso en general y en particular de los principales Documentos
del Concilio Vaticano II, llevando a
la Santa Sede a posturas reaccionarias y medioevales, que definieron su plan en
lo Institucional y en su visión de Poder ultramontana.
üAislamiento de los grandes líderes religiosos comprometidos con los
más pobres, y silenciamiento frente a crímenes, como el de Monseñor
Oscar
Arnulfo Romero, arzobispo salvadoreño, quien fuese asesinado en ejercicio del papado de Juan Pablo II, por las denuncias constantes contra la Junta del gobierno del
Salvador, entre otros.
“El 24 de marzo, 1980 fue
asesinado, en plena catedral abarrotada de fieles, Monseñor Oscar Romero,
arzobispo de El Salvador. No era activista de la TL (por lo que está en proceso
de canonización) pero denunciaba en sus homilías las injusticias perpetradas
contra los salvadoreños. Romero es honrado por otras denominaciones religiosas
de la cristiandad, incluyendo a la Comunión Anglicana.
üA
raíz de la embestida contra la Teología
de la Liberación y las Comunidades
Eclesiales de Base, amplios sectores de ellas quedaron absolutamente “a la buena de Dios”, siendo objeto de
feroces persecuciones que se pagaron con el martirio. La santa sede no solo no
hizo nada para detenerla, sino que por el contrario, apoyó a muchos de aquellos
perseguidores y guardó silencio ante los crímenes, convirtiéndose en cómplice
de los victimarios. Todo esto en pleno ejercicio del papado de Juan Pablo II,
quien por supuesto, no dejaba de viajar mientras asesinaban a sus hermanos, y
se codeaba con grandes “Señores”
representantes del Statu quo y
dictadores al estilo de Galtieri, en
nuestro país.
üNombramiento de mas de 40 obispos del Opus Dei al “grado” de Cardenales,
con lo que afianzaba el Colegio Cardenalicio Vaticano y consolidaba la alianza
con el fundador del Opus, José
María Escrivá de Balaguer.
üEn su inserción al sistema
ecónomico-político-social y reincorporándose a las grandes organizaciones de
poder, Juan PabloII, entrevera la arcaica medieval, con el indisoluble
matrimonio de la romanaEclessiam y el capitalismo neoliberal: su enciclica "Centesimus annus", es ampliamente prueba de ello, alliJoannes se convierte en un extraordinario apologeta de las economias de mercado, su revalorización y la necesidad de generar un mundo libre de comunismo. Cree firmemente en la superación del anacrónico capitalismo e incita a un modelo económico renovado que en los países del tercer mundo actúe con conciencia moral y ética frente a sus graves problemas, o en otras palabras, se presenta como el teórico de la revisión del capitalismo post moderno y la legitimación del neo liberalismo, que frecuentemente denomina economía de mercado: Y esto desde todo punto de vista evidencia a las claras su posición ideológica , que obviamente se traducirá en su cosmovisión
eclesiástica.
...No obstante la Iglesia como Misterio Divino y humano, sigue, resiste y construye el Reino, junto a los más pobres, a pesar de muchos que intentaron destruirla.
Fragmento de "Beato", nota de "aportes en la crisis", 28 de noviembre de 2011.-
Indudablemente todo este
verdadero retroceso continua profundizándose como continuidad de un
proceso drástico y categórico que se presenta ultra-conservador, pontificio, y
fundamentalmente regio.
2. Los otros lobos
Esta es también, en contrapartida, la ilustración de aquellos otros lobos que completan la realidad de una Iglesia que es hipócrita, instrumento de los poderosos, en su faz más embozada y dolorosa, la interna, la que llevamos dentro como estigma que marca nuestra memoria y la imperiosa necesidad de transformarla, de Iglesia de poder a Iglesia del pueblo de Dios. En esta línea de pensamiento, recuerdo a un sacerdote misionero catalán que nos solía decir en torno a este tema, acuciado por nuestros cuestionamientos, en reuniones o convivencias: "...Si no tienes un lugar en la Iglesia o la Iglesia no te hace lugar, entonces hazte uno tú mismo dentro de la misma Iglesia!!". Desde ese sitio, construido por nosotros mismos, hay que crecer, hay que ser grano de mostaza en campos propios, para que esa mostaza invada la tierra fértil sembrada de malezas que aparecen como buen trigo. Dejar que el Reino se apropie de lo que es suyo y lo convierta nuevamente en terreno de cultivo y fecundidad...
Como cuando lo hizo con los discípulos de Emaus, que caminaban desesperanzados por la muerte de Jesús, esperándolo, y que aún habiendo escuchado sobre su Resurrección, "no la habían visto" y por lo tanto se volvían...¿Hay en el Evangelio un cuadro, deliberadamente, más frustrante que la de esos dos amigos y misioneros del Reino, que solos sin nada y sin nadie, regresan derrotados en su fe? :-"Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero ya hace tres días que murió." (Lc.24,21) Y en el medio de la nada Cristo, el Señor Resucitado, se les acerca, empieza a caminar con ellos y los evangeliza definitivamente. Ya llegando, Jesús amaga seguir solo, pero ellos dicen una palabra, toman una decisión, hacen un pedido: -"Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado". El termino "atardece y el día ya ha declinado" no es solo una frase hermosa, si las hay, es la tarde de la misma Iglesia en un día indefinido que declina por que está caminando sin saber qué la hace andar... Le falta su Presencia que le permita abrir sus ojos y reconocerlo como el Señor resucitado!!
"Y entró a quedarse con ellos." (Lucas 24, 13-35) Cuando El pasa, cena con ellos, allí es donde abren sus ojos, cuando El parte y reparte el pan con sus manos...Pero qué sucedió para que este abrir los ojos fuese un hecho: Sintieron necesidad de El, padecieron su ausencia, querían tenerlo, aún con poca fe o sin ella. Y Cristo sale a su encuentro...Se volvían, regreseban a su Emaus, a su rutina, a su intrascendente geografía. ¿A qué? ¿Para qué?...Todo lo cambió Jesús y ese pedido: "Quédate con nosotros..." Ese es el mismo pedido que hoy la Iglesia debe hacer al Señor que está y que acompaña su dura y comprometida misión, porque Emaus no solo fue allí, no solo fue hace tiempo, Emaus es todos los días, Emaus es ahora, Emaus es mañana, Emaus es en el tiempo de todos los tiempos. En este desierto el movimiento persiste; no solo porque haya
valor humano, sino y especialmente porque ésta Iglesia, la otra,la
del pueblo de Dios, precisamente está guiada y fortalecida
por la presencia de aquél Espíritu que nos brindacoraje,
astucia y esa sencillez de la que habla Jesús, tan
necesaria como las otras virtudes mencionadas.
Este movimiento del
presente, estos "curas villeros" son la consecución histórica y eclesiástica de otros, que
antes igualmente, dieron todo por Cristo y sus hermanos, hasta lo más preciado:
su propia vida. Los mártires como el padreCarlos
Mujica y tantos otros, los "curas villeros" como el querido padre Rodolfo Ricciardelli y muchos más sacerdotes, religiosos y religiosas,
como así también muchísimos laicos que decidieron un
seguimiento evangélico radical, optando por los más pobres. Ellos fueron y son nuestro ejemplo, aquellos que
viviendo en las villas, con los más pobres, del mismo modo fueron y son la imagen viva más cruda y deshumanizante de un infierno tan cercano como lo es ese en esta tierra, ese mismo infierno que arde con las victimas de sus propios sacrificios, en piras humanas, alimentadas por el amor a las riquezas, al consumismo y al dinero; combustible "justo y apropiado" del sistema que se da el obsceno lujo de despilfarrar y concentrar sus capitales cada vez más en poquísimas manos, a expensas de estos nuestros hermanos, entre tantos aquellos que viven en las villas, qué no solo no saben que va ser de sus vidas, sino también y mucho menos qué les espera a las de sus hijos...
Desde aquella vez que el
mismo Jesús de Nazaret,los envió de"dos
en dos", advirtiéndoles que los enviaba"como
ovejas en medios de lobos",desde ese entrañable y fundante
hito evangélico,los
misioneros del Reino, saben quelos lobosmerodean
implacablemente su senda, el Proyecto Trascendente de Jesúsque
los consume y los impulsa, ellos son conscientes deesa
realidad, también hoy, tanto como lo son de aquellavozque todas
las mañanas les susurra a los oídos:"No
tengan miedo... Yo estaré con
Uds. siempre." (c. ref. Mt. 28.-)
Raúl Olivares.- Todos los derechos reservados.-
Durante la campaña para la elección del jefe de gobierno porteño, el ganador, Mauricio Macri, prometió que los asentamientos precarios porteños serían urbanizados y, en algunos casos, erradicados, como la Villa 31 de Retiro. El equipo de sacerdotes decidió entonces salir a plantear su posición sobre este tema. Difundieron un documento en el que señalan que prefieren una "integración urbana" a una "urbanización" y advirtieron sobre "insinuaciones " de desalojos en Barracas, La Boca y la Villa 21. Señalaron, además, que " es fundamental poner el oído en el corazón del villero para que las posibles soluciones provengan de oficinas donde trabajan técnicos que ignoran la realidad, y que en lugar de mejorarla la empeoran".
Vivir en la villa hace que los sacerdotes del equipo para villas de emergencia tengamos una mirada particular de esta realidad, que difiere la mayoría de las veces de la observación que pueda tener alguien que viene de afuera de la villa, ya sea un profesional o alguien vinculado a la actividad política.
Vivir en la villa nos hace comprender, entender y valorar la vida en ella de manera distinta a lo que se escucha habitualmente en el periodismo amarillo, que parece sugerir que las villas son las causantes de la mayoría de los problemas de nuestra querida Buenos Aires.
En estas reflexiones queremos acercar una mirada positiva de la cultura que se da en la villa, ya que para nosotros es una gracia de Dios vivir en ella.
No ignoramos los delicados problemas que los vecinos vivimos en la villa: la violencia familiar, los abusos, el consumo de drogas, sólo por nombrar algunos; aunque estos y otros están también presentes en el resto de la ciudad de forma menos expuesta, o más maquillada. Como sacerdotes intentamos humildemente mirar de frente los problemas, verlos con el corazón y comprometernos con las manos en su resolución.
Sin embargo, para nosotros la villa no es un lugar sólo para ayudar, es más bien el ámbito que nos enseña una vida más humana, y por consiguiente más cristiana. Valoramos la cultura que se da en la villa, que surge del encuentro de los valores más nobles y propios del interior del país o de los países vecinos, con la realidad urbana.
La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos.
Cuando el pueblo que vive en la villa celebra, celebra la vida, la vida natural, pero como es cristiano por su fe sabe que esa vida culmina, se plenifica en la Vida de Dios. Cuando por ejemplo celebra a la Virgen (Luján, Caacupé, Copacabana, etc.) en esas fiestas pone en juego valores como la fraternidad, la solidaridad y la paz, ya que es la Madre de todos, la que nos convoca y en este tipo de fiestas fortalece el tejido social.
El pueblo que celebra en la villa celebra la vida, porque se organiza en torno a ella, anhela y lucha por una vida más digna. Y, en este sentido, la cultura villera tiene un modo propio de concebir y utilizar el espacio público. Así la calle es extensión natural del propio hogar, no simplemente lugar de tránsito, sino el lugar dónde generar vínculos con los vecinos, dónde encontrar la posibilidad de expresarse, el lugar de la celebración popular.
La cultura de la villa tiene características muy positivas, que son un aporte para el tiempo que nos toca vivir, se expresa en valores como la solidaridad; dar la vida por otro; preferir el nacimiento a la muerte; dar un entierro cristiano a sus muertos; cuidar del enfermo, ofrecer un lugar para el enfermo en la propia casa; compartir el pan con el hambriento: "donde comen 10 comen 12"; la paciencia y la fortaleza frente a las grandes adversidades, etc. Valores que se sustentan en que la medida de cada ser humano es Dios, y no el dinero.
La cultura villera señala valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad. Sociedad liberal que se organiza y hace fiesta en torno al poder y a la riqueza, y que es expresión de ideologías de derecha a izquierda.
Por eso, ante el planteo de urbanización de las villas -planteo que preferimos al de erradicación la cual nos recuerda las topadoras- nos preguntamos qué significa.
Porque, ¡Atentos! Si urbanización significa que la cultura porteña invada con su vanidad la cultura villera pensando que progreso es darle a los ’villeros’ todo lo que necesitan para ser una "sociedad civilizada", no estamos de acuerdo.
¿Por qué pensar que el cambio de apariencias -cambio de una casa de ladrillo y chapa hecha por el esfuerzo del villero por otra casa del Instituto de la Vivienda de varios pisos- es ya un progreso?; en este caso, ¿urbanización no será más bien otra cosa que aprolijar la villa para que el resto de la ciudad no chille y dejarla conforme?; ¿cuando se piensa en urbanizar, se piensa solamente en hacer casas que estén pintadas?, ¿acaso no hay sobrados ejemplos de barrios que cambiaron su fisonomía y su realidad es peor que la vivida hace tiempo?
Pensamos que la palabra urbanizar es unilateral, se da desde el poder -no necesariamente con mala intención- y muestra una desvalorización de la cultura de la villa. Creemos que la ciudad piensa que debe eliminar la villa y que desconoce su cultura popular multifacética. El planteo de urbanización debe ser respetuoso de una auténtica cultura como es la villera y no querer barnizarla, o lo que es más grave aún borrarla de un plumazo.
¿Urbanizar o colonizar?
No creemos en esta urbanización, más bien creemos en un encuentro de culturas que conviven, aprenden, comparten. ¿Acaso no sería bueno que el resto de los barrios porteños conozcan y valoren las vivencias y creencias de los villeros? Si la ciudad no quiere colonizar la villa deberá tener un corazón humilde capaz de escuchar la palabra de inmensas barriadas que tienen mucho para decir.
La excesiva mediatización del gobierno y organismos a través de los punteros barriales ha sido a lo largo de los años uno de los factores del gran desconocimiento de la villa y de su cultura.
A algunos que quizás comenzaron como representantes de su barrio los han convertido en representantes remunerados de otros intereses, la referencia de lo que es la villa quedó en manos de este puñado serviles al sistema. Por eso, son pocos los que desde los estamentos del gobierno u organizaciones conocen y valoran la cultura villera.
¿Que elementos entonces debería contemplar este encuentro de culturas donde urbanizar no sea colonizar, sino más bien una integración de culturas que dialogan y aprenden entre sí dando lo más positivo que tienen?
¿Acaso urbanizar no sería más bien crear situaciones positivas donde se den las mismas posibilidades a los que viven en la villa que a los que viven en Belgrano o cualquier otro lugar de la ciudad? ¿No será urbanizar garantizar el acceso escolar para todos los niños y jóvenes de las villas, o que cuando se inauguren las salitas de salud cuenten con lo mínimo indispensable como son las cloacas?
¿No será urbanizar el día que los médicos, sacerdotes, abogados, profesores o capataces surjan de las villas para que imbuidos de la solidaridad de la cultura villera pongan su vida al servicio de su barrio, de la ciudad, del país?
Más que urbanizar nos gusta hablar de integración urbana, esto es, respetar la idiosincrasia de los pueblos, sus costumbres, su modo de construir, su ingenio para aprovechar tiempo y espacio, respetar su lugar, que tiene su propia historia.
Sin duda debe haber un camino de mejoramiento de la calidad de vida en las villas -fue y es una preocupación de este equipo- pero es fundamental en este camino poner el oído en el corazón del villero para que las posibles soluciones no provengan de oficinas donde trabajan técnicos que ignoran la realidad, y que en lugar de mejorarla la empeoran. Sirvan de ejemplo esos planes que se bajan indiscriminadamente, y que en vez de incentivar el estudio facilitan que el chico deje la escuela para cobrarlos, o que la motivación para hacer una actividad deportiva vaya detrás de un plan. Este tipo de asistencialismo -o habría que decir clientelismo- perpetúa la dependencia mental y atrofia la capacidad de los asistidos para convertirse en ciudadanos responsables de su futuro.
Por lo tanto, entendemos que lo positivo de la urbanización es una preocupación del resto de la ciudad para con la villa, tratando de darle una mejor calidad de vida, pero a nuestro entender, así sin más sería no valorar y tener presente lo que la villa puede aportar al resto de la ciudad. Para nosotros la integración urbana sería el camino que debería recorrerse en la Ciudad de Buenos Aires.
Firman el comunicado:
Rodolfo Ricciardelli, Enrique Evangelista y Adolfo Benassi de la Villa 1-11-14; José María Di Paola, Carlos Olivero y Nibaldo Leal de la Villa 21-24 y N.H.T. Zabaleta; Sebastián Sury y Walter Medina de la Villa 15; Guillermo Torre y Marcelo Mirabelli de la Villa 31; Gustavo Carrara y Martín De Chiara de la Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo; Sergio Serrese de la Villa 19: Jorge Tome y Franco Punturo de la Villa 20.