jueves, 15 de marzo de 2012

EN MEDIO DE LOBOS Mt.10,16./"CURAS VILLEROS"





















“Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, astutos como la serpiente, pero sencillos como la paloma”. 
Mateo 10,16.-

























"La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos".








Ellos son el otro rostro de una Iglesia que camina a pesar de los lobos que la amenazan constantemente, son los conocidos "curas villeros", entre los cuales se encuentra el padre Pepe. El video que publico es ya un testimonio del pasado, porque lamentablemente, él ya no está trabajando pastoralmente en la villa donde por mucho tiempo y junto a su Comunidad de fe, hizo presente el Reino entre los más pobres. Su misión religiosa y social, de promoción humana, contra las adicciones, especialmente la del terrible flagelo de la pasta base, llamada comúnmente "paco", hizo centro en los intereses de las bandas narcos,  que al ver en peligro la rentabilidad de sus "empresas" de exterminio y sus "negocios" de mercado en los distintos asentamientos barriales, hicieron lo que siempre hacen las más cobardes y facinerosas organizaciones de esta calaña: amenazar de muerte la vida de los que están comprometidos fraternalmente con la gente. Y así fue como luego de reiteradas veces, él, el padre Pepe,  tuvo que dejar ese lugar para que otros continúen la tarea. Es cierto, se trata de una retirada, la más lógica en las condiciones objetivas de una pastoral evangélica-social, que indefectiblemente socava los intereses de esas bandas criminales, que inmediatamente, inician un ataque sistemático, una verdadera guerra en todos los campos y niveles, asimétrica y en relación de fuerzas absolutamente dispares. Se trata de una lucha entre una concepción del hombre para su liberación y salvación, desde la fe, que irremediablemente antagoniza con el siniestro paradigma de poder económico-político-jurídico que acciona socialmente, entrecruzado con otras redes delictivas,  entre otras las narco-mafiosas, que operan de modo marginal y dominante en conjunto; podredumbre genuina e inherente al propio sistema que las ha generado. Este es el "escenario" cierto y de profunda complejidad, en donde se desenvuelve el drama de las Comunidades Eclesiales de Base, inmersas en las villas, con aquella gente que sobrevive en ellas día a día a un modelo que ya no los quiere, ya no los necesita y que los ha expulsado, segregándolos socialmente, en donde la ausencia del Estado o por el contrario, su presencia perversa, les impide vivir con la dignidad de todo ser humano y peor aún, les niega toda posibilidad de alcanzar los medios necesarios para su superación. A pesar de ello, el habitante de la villa, resiste, reproduce su vida y su Cultura de manera única y con valores que les son propiosEn ese ámbito, lugar de carencias de todo orden, va gestando su mundo, su cosmovisiónque aunque se produzca en condiciones de explotación y exclusión de las más crueles y adversas, tiene la capacidad de operar cambios, que con conciencia y organización en el tiempo y en la lucha,  se van convirtiendo en pequeños pero importantes movimientos de rebelión social. En este "barro" es donde debe la Iglesia meter los pies, de manera muy especial, porque en este lugar están "los preferidos" del Señor, allí donde igualmente se encuentra El y en donde es necesario "en medio de lobos",  ser aquellas ovejas enviadas, con astucia y sencillez. Este "en medio de lobos" es incluso una exigencia de valor evangélico y vocación eclesial que debe asumir la Iglesia en su totalidad, no es solo un llamado para algunos sectores de la misma, si bien es cierto que el carisma definirá ese llamado para aquellos que sientan el mismo, precisamente, el carácter institucional debe servir a los objetivos y metas de las Comunidades de fe, para estar con ellos, luchar junto a ellos, ser todos en Cristo un solo Cuerpo. Esa es la cualidad primordial que tendría que tener. Si es que la tiene... En la superlativa crisis que nos toca, que debemos enfrentar y resistir: La Iglesia: ¿Se encarna en el mundo sin ser de él? 
Es en su condición de estructura de poder en donde se pierde y se tergiversa el Mensaje en su esencia, ése carácter de potestad y supremacía la limita, la condiciona en su calidad de ser la privilegiada y especial  portadora de la Revelación que debe anunciar, demandada por su único Señor, la Buena Noticia a todos los hombres, porque esa es su primerísima misión: "pobre de mi si no anuncio el Evangelio" , 1 Corintios 9:16. Ese estado que asume históricamente, como parte del sistema, la coloca en las antípodas del Proyecto radicalizado de su fundador. Quien no quería otro poder que no sea el del servicio, quien no deseaba más que una Iglesia pobre y libre para construir el Reino... 


1. La Iglesia del poder
¿Qué le podemos pedir a esa otra, a esa  Iglesia del poder, que en nuestro país fue cómplice del genocida  golpe del llamado Proceso, que apoyó por acción y omisión el terrorismo de Estado? Qué como Iglesia Institucional, desde su sede en Roma, por la misma época , en concordancia con el contexto internacional capitalista elaboró y aplicó uno de los proyectos más tradicionalistas y reaccionarios, soslayando en la práctica el Concilio Vaticano II, trascendente históricamente por su aggiornamento (profunda renovación) y su ecumenismo,  soñado  y llevado adelante con la Fuerza del Espíritu Santo por Juan XXIII y la Iglesia en su totalidad... 
Aquella vuelta a "otros tiempos" , se tradujo en las siguientes medidas pastorales:
ü  Desmantelamiento y prohibición de la Teología de la Liberación en todas sus acepciones y prácticas.
ü Destrucción de la Comunidades Eclesiales de Base en todo el mundo católico y en especial en América Latina donde más había crecido, sobre todo en Brasil,  México, Colombia, Argentina Chile,  Nicaragua, etc.
ü Desconocimiento y vuelta atrás de los documentos episcopales de Medellín y Puebla, que continuaban la enseñanza del Concilio Vaticano II y elegían como línea rectora, doctrinal y  Pastoral de la Iglesia en América,  La opción preferencial por los más pobres, acorde con el espíritu del Concilio.

  “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo.  Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia” (G.S. 1, (1965).

ü El Documento de Puebla habla ya que Medellín  “… hizo una clara y profética opción preferencial y solidaria por los pobres", (n. 1134) y consagra la expresión "opción preferencial por los pobres" en el contexto de la misión evangelizadora de la Iglesia. Con esa opción se quiere indicar tanto el destinatario como el contenido de la evangelización:

   "La opción preferencial por los pobres tiene como objetivo el anuncio de Cristo salvador que los iluminará sobre su dignidad, los ayudará en sus esfuerzos de liberación de todas las carencias y los llevará a la comunión con el Padre y los hermanos, mediante la vivencia de la pobreza evangélica (n. 1153).

ü Retroceso en general y en particular de los principales  Documentos  del Concilio Vaticano II, llevando a la Santa Sede  a posturas reaccionarias y medioevales, que definieron su plan en lo  Institucional y  en su visión de Poder ultramontana.
ü Aislamiento  de los grandes líderes religiosos comprometidos con los más pobres, y silenciamiento frente a  crímenes,  como el de  Monseñor Oscar Arnulfo Romero, arzobispo salvadoreño, quien fuese asesinado en ejercicio del papado de Juan Pablo IIpor las denuncias constantes contra la Junta del gobierno del Salvador, entre otros.  


“El 24 de marzo, 1980 fue asesinado, en plena catedral abarrotada de fieles, Monseñor    Oscar Romero, arzobispo de El Salvador. No era activista de la TL (por lo que está en proceso de canonización) pero denunciaba en sus homilías las injusticias perpetradas contra los salvadoreños. Romero es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad, incluyendo a la Comunión Anglicana.

ü A raíz de la embestida contra la Teología de la Liberación y las Comunidades Eclesiales de Base, amplios sectores de ellas quedaron absolutamente “a la buena de Dios”, siendo objeto de feroces persecuciones que se pagaron con el martirio. La  santa sede no solo no hizo nada para detenerla, sino que por el contrario, apoyó a muchos de aquellos perseguidores y guardó silencio ante los crímenes, convirtiéndose en cómplice  de los victimarios. Todo esto en pleno ejercicio del papado de Juan Pablo II, quien por supuesto,  no dejaba de viajar mientras asesinaban a sus hermanos, y se codeaba con grandes “Señores” representantes del Statu quo y dictadores al estilo de Galtieri, en nuestro país.

ü Nombramiento de mas de 40 obispos del Opus Dei  al  “grado” de Cardenales, con  lo que afianzaba el Colegio Cardenalicio Vaticano y consolidaba  la alianza con  el fundador del Opus, José María Escrivá de Balaguer.

ü En su inserción  al sistema ecónomico-político-social  y reincorporándose a las grandes organizaciones de poder,  Juan PabloII,  entrevera la arcaica medieval,  con el indisoluble matrimonio de la romana Eclessiam y el capitalismo neoliberal: su enciclica "Centesimus annus", es ampliamente prueba de ello, alli  Joannes se convierte en un extraordinario apologeta de las economias de mercado, su revalorización y la necesidad de generar un mundo libre de comunismo. Cree firmemente en la superación del anacrónico capitalismo e incita a un modelo económico renovado que en los países del tercer mundo actúe con conciencia moral y ética frente a sus graves problemas, o en otras palabras, se presenta como el teórico de la revisión del capitalismo post moderno y la legitimación del neo liberalismo, que frecuentemente denomina economía de mercado: Y esto desde todo punto de vista evidencia a las claras su posición ideológica , que obviamente se traducirá en su cosmovisión eclesiástica.

...No obstante la Iglesia como Misterio Divino y humano, sigue, resiste y construye el Reino, junto a los más pobres, a pesar de muchos que intentaron destruirla.
Fragmento de "Beato", nota de "aportes en la crisis", 28 de noviembre de 2011.-
Indudablemente todo este verdadero retroceso continua profundizándose como continuidad de un proceso drástico y categórico que se presenta ultra-conservador, pontificio, y fundamentalmente regio. 


2. Los otros lobos
Esta es también, en contrapartida, la ilustración de aquellos otros lobos que completan la realidad de una Iglesia que es hipócrita, instrumento de los poderosos, en su faz más embozada y dolorosa, la interna, la que llevamos dentro como estigma que marca nuestra memoria y la imperiosa necesidad de transformarla, de Iglesia de poder a Iglesia del pueblo de Dios. En esta línea de pensamiento, recuerdo a un sacerdote misionero catalán que nos solía decir en torno a este tema, acuciado por nuestros cuestionamientos,  en reuniones o convivencias: "...Si no tienes un lugar en la Iglesia o la Iglesia no te hace lugar, entonces hazte uno tú mismo dentro de la misma Iglesia!!". Desde ese sitio, construido por nosotros mismos, hay que crecer, hay que ser grano de mostaza en campos propios, para que esa mostaza invada la tierra fértil sembrada de malezas que aparecen como buen trigo. Dejar que el Reino se apropie de lo que es suyo y lo convierta nuevamente en terreno de cultivo y  fecundidad...
Como cuando lo hizo con los discípulos de Emaus, que caminaban desesperanzados por la muerte de Jesús, esperándolo, y que aún habiendo escuchado sobre su Resurrección, "no la habían visto" y por lo tanto se volvían...¿Hay en el Evangelio un cuadro, deliberadamente, más frustrante que la de esos dos amigos y misioneros del Reino, que solos sin nada y sin nadie, regresan derrotados en su fe? :-"Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero ya hace tres días que murió." (Lc.24,21) Y en el medio de la nada Cristo, el Señor Resucitado, se les acercaempieza a caminar con ellos y los evangeliza definitivamente. Ya llegando, Jesús amaga seguir solo, pero ellos dicen una palabra, toman una decisión, hacen un pedido: -"Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado". El termino "atardece y el día ya ha declinado" no es solo una frase hermosa, si las hay,  es la tarde de la misma Iglesia en un día indefinido que declina por que está caminando sin saber qué la hace andar... Le falta su Presencia que le permita abrir sus ojos y reconocerlo como el Señor resucitado!!  


"Y entró a quedarse con ellos." (Lucas 24, 13-35) 
Cuando El pasa, cena con ellos, allí es donde abren sus ojos, cuando El parte y reparte el pan con sus manos...Pero qué sucedió para que este abrir los ojos fuese un hecho: Sintieron necesidad de El, padecieron su ausencia, querían tenerlo, aún con poca fe o sin ella. Y Cristo sale a su encuentro...Se volvían, regreseban a su Emaus, a su rutina, a su intrascendente geografía. ¿A qué? ¿Para qué?...Todo lo cambió Jesús y ese pedido: "Quédate con nosotros..." Ese es el mismo pedido que hoy la Iglesia debe hacer al Señor que está y que acompaña su dura y comprometida misión, porque Emaus no solo fue allí, no solo fue hace tiempo, Emaus es todos los días, Emaus es ahora, Emaus es mañana, Emaus es en el tiempo de todos los tiempos. En este desierto el movimiento persiste; no solo porque haya valor humano, sino y especialmente porque ésta Iglesia, la otra, la del pueblo de Dios, precisamente está guiada y fortalecida por la presencia de aquél Espíritu que nos brinda coraje, astucia y esa sencillez de la que habla Jesús, tan necesaria como las otras virtudes mencionadas. 

Este movimiento del presente, estos "curas villeros" son  la consecución histórica y eclesiástica de otros, que antes igualmente, dieron todo por Cristo y sus hermanos, hasta lo  más preciado: su propia vida. Los mártires como el padre Carlos Mujica y tantos otros, los "curas villeros" como el querido padre Rodolfo Ricciardelli y muchos más sacerdotes, religiosos y religiosas, como así también muchísimos laicos que decidieron un seguimiento evangélico radical, optando por los más pobres. Ellos fueron y son nuestro ejemplo, aquellos que viviendo en las villas, con los más pobres, del mismo modo fueron y son la imagen viva más cruda y deshumanizante de un infierno tan cercano como lo es ese en esta tierra, ese  mismo infierno que arde con las victimas de sus  propios sacrificios, en piras humanas, alimentadas por el amor a las riquezas, al consumismo y al dinero; combustible "justo y apropiado" del sistema que se da el obsceno lujo de despilfarrar y concentrar sus capitales cada vez más en poquísimas manos, a expensas de estos nuestros hermanos, entre tantos aquellos que viven en las villas,  qué no solo no saben que va ser de sus vidas, sino también y mucho menos qué les espera a las de sus hijos...

Desde aquella vez que el mismo Jesús de Nazaret, los envió de "dos en dos", advirtiéndoles que los enviaba "como ovejas en medios de lobos", desde ese entrañable y fundante hito evangélico, los misioneros del Reino, saben que los lobos merodean implacablemente su senda, el Proyecto Trascendente de Jesús que los consume y los impulsa, ellos son conscientes de esa realidad, también hoy, tanto como lo son de aquella voz que todas las mañanas les susurra a los oídos: "No tengan miedo... Yo estaré con Uds. siempre."  (c. ref. Mt. 28.-) 


Raúl Olivares.-
Todos los derechos reservados.-


Durante la campaña para la elección del jefe de gobierno porteño, el ganador, Mauricio Macri, prometió que los asentamientos precarios porteños serían urbanizados y, en algunos casos, erradicados, como la Villa 31 de Retiro. El equipo de sacerdotes decidió entonces salir a plantear su posición sobre este tema. Difundieron un documento en el que señalan que prefieren una "integración urbana" a una "urbanización" y advirtieron sobre "insinuaciones " de desalojos en Barracas, La Boca y la Villa 21. Señalaron, además, que " es fundamental poner el oído en el corazón del villero para que las posibles soluciones provengan de oficinas donde trabajan técnicos que ignoran la realidad, y que en lugar de mejorarla la empeoran". 

http://www.diariomardeajo.com.ar/laotraiglesiacatolicaloscurasvilleros.htm  


Documento 


Vivir en la villa hace que los sacerdotes del equipo para villas de emergencia tengamos una mirada particular de esta realidad, que difiere la mayoría de las veces de la observación que pueda tener alguien que viene de afuera de la villa, ya sea un profesional o alguien vinculado a la actividad política.
Vivir en la villa nos hace comprender, entender y valorar la vida en ella de manera distinta a lo que se escucha habitualmente en el periodismo amarillo, que parece sugerir que las villas son las causantes de la mayoría de los problemas de nuestra querida Buenos Aires.
En estas reflexiones queremos acercar una mirada positiva de la cultura que se da en la villa, ya que para nosotros es una gracia de Dios vivir en ella.
No ignoramos los delicados problemas que los vecinos vivimos en la villa: la violencia familiar, los abusos, el consumo de drogas, sólo por nombrar algunos; aunque estos y otros están también presentes en el resto de la ciudad de forma menos expuesta, o más maquillada. Como sacerdotes intentamos humildemente mirar de frente los problemas, verlos con el corazón y comprometernos con las manos en su resolución.
Sin embargo, para nosotros la villa no es un lugar sólo para ayudar, es más bien el ámbito que nos enseña una vida más humana, y por consiguiente más cristiana. Valoramos la cultura que se da en la villa, que surge del encuentro de los valores más nobles y propios del interior del país o de los países vecinos, con la realidad urbana.
La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos.
Cuando el pueblo que vive en la villa celebra, celebra la vida, la vida natural, pero como es cristiano por su fe sabe que esa vida culmina, se plenifica en la Vida de Dios. Cuando por ejemplo celebra a la Virgen (Luján, Caacupé, Copacabana, etc.) en esas fiestas pone en juego valores como la fraternidad, la solidaridad y la paz, ya que es la Madre de todos, la que nos convoca y en este tipo de fiestas fortalece el tejido social.
El pueblo que celebra en la villa celebra la vida, porque se organiza en torno a ella, anhela y lucha por una vida más digna. Y, en este sentido, la cultura villera tiene un modo propio de concebir y utilizar el espacio público. Así la calle es extensión natural del propio hogar, no simplemente lugar de tránsito, sino el lugar dónde generar vínculos con los vecinos, dónde encontrar la posibilidad de expresarse, el lugar de la celebración popular.
La cultura de la villa tiene características muy positivas, que son un aporte para el tiempo que nos toca vivir, se expresa en valores como la solidaridad; dar la vida por otro; preferir el nacimiento a la muerte; dar un entierro cristiano a sus muertos; cuidar del enfermo, ofrecer un lugar para el enfermo en la propia casa; compartir el pan con el hambriento: "donde comen 10 comen 12"; la paciencia y la fortaleza frente a las grandes adversidades, etc. Valores que se sustentan en que la medida de cada ser humano es Dios, y no el dinero.
La cultura villera señala valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad. Sociedad liberal que se organiza y hace fiesta en torno al poder y a la riqueza, y que es expresión de ideologías de derecha a izquierda.
Por eso, ante el planteo de urbanización de las villas -planteo que preferimos al de erradicación la cual nos recuerda las topadoras- nos preguntamos qué significa.
Porque, ¡Atentos! Si urbanización significa que la cultura porteña invada con su vanidad la cultura villera pensando que progreso es darle a los ’villeros’ todo lo que necesitan para ser una "sociedad civilizada", no estamos de acuerdo.
¿Por qué pensar que el cambio de apariencias -cambio de una casa de ladrillo y chapa hecha por el esfuerzo del villero por otra casa del Instituto de la Vivienda de varios pisos- es ya un progreso?; en este caso, ¿urbanización no será más bien otra cosa que aprolijar la villa para que el resto de la ciudad no chille y dejarla conforme?; ¿cuando se piensa en urbanizar, se piensa solamente en hacer casas que estén pintadas?, ¿acaso no hay sobrados ejemplos de barrios que cambiaron su fisonomía y su realidad es peor que la vivida hace tiempo?
Pensamos que la palabra urbanizar es unilateral, se da desde el poder -no necesariamente con mala intención- y muestra una desvalorización de la cultura de la villa. Creemos que la ciudad piensa que debe eliminar la villa y que desconoce su cultura popular multifacética. El planteo de urbanización debe ser respetuoso de una auténtica cultura como es la villera y no querer barnizarla, o lo que es más grave aún borrarla de un plumazo.

¿Urbanizar o colonizar?

No creemos en esta urbanización, más bien creemos en un encuentro de culturas que conviven, aprenden, comparten. ¿Acaso no sería bueno que el resto de los barrios porteños conozcan y valoren las vivencias y creencias de los villeros? Si la ciudad no quiere colonizar la villa deberá tener un corazón humilde capaz de escuchar la palabra de inmensas barriadas que tienen mucho para decir.
La excesiva mediatización del gobierno y organismos a través de los punteros barriales ha sido a lo largo de los años uno de los factores del gran desconocimiento de la villa y de su cultura.
A algunos que quizás comenzaron como representantes de su barrio los han convertido en representantes remunerados de otros intereses, la referencia de lo que es la villa quedó en manos de este puñado serviles al sistema. Por eso, son pocos los que desde los estamentos del gobierno u organizaciones conocen y valoran la cultura villera.
¿Que elementos entonces debería contemplar este encuentro de culturas donde urbanizar no sea colonizar, sino más bien una integración de culturas que dialogan y aprenden entre sí dando lo más positivo que tienen?
¿Acaso urbanizar no sería más bien crear situaciones positivas donde se den las mismas posibilidades a los que viven en la villa que a los que viven en Belgrano o cualquier otro lugar de la ciudad? ¿No será urbanizar garantizar el acceso escolar para todos los niños y jóvenes de las villas, o que cuando se inauguren las salitas de salud cuenten con lo mínimo indispensable como son las cloacas?
¿No será urbanizar el día que los médicos, sacerdotes, abogados, profesores o capataces surjan de las villas para que imbuidos de la solidaridad de la cultura villera pongan su vida al servicio de su barrio, de la ciudad, del país?
Más que urbanizar nos gusta hablar de integración urbana, esto es, respetar la idiosincrasia de los pueblos, sus costumbres, su modo de construir, su ingenio para aprovechar tiempo y espacio, respetar su lugar, que tiene su propia historia.
Sin duda debe haber un camino de mejoramiento de la calidad de vida en las villas -fue y es una preocupación de este equipo- pero es fundamental en este camino poner el oído en el corazón del villero para que las posibles soluciones no provengan de oficinas donde trabajan técnicos que ignoran la realidad, y que en lugar de mejorarla la empeoran. Sirvan de ejemplo esos planes que se bajan indiscriminadamente, y que en vez de incentivar el estudio facilitan que el chico deje la escuela para cobrarlos, o que la motivación para hacer una actividad deportiva vaya detrás de un plan. Este tipo de asistencialismo -o habría que decir clientelismo- perpetúa la dependencia mental y atrofia la capacidad de los asistidos para convertirse en ciudadanos responsables de su futuro.
Por lo tanto, entendemos que lo positivo de la urbanización es una preocupación del resto de la ciudad para con la villa, tratando de darle una mejor calidad de vida, pero a nuestro entender, así sin más sería no valorar y tener presente lo que la villa puede aportar al resto de la ciudad. Para nosotros la integración urbana sería el camino que debería recorrerse en la Ciudad de Buenos Aires.
Firman el comunicado:
Rodolfo Ricciardelli, Enrique Evangelista y Adolfo Benassi de la Villa 1-11-14; José María Di Paola, Carlos Olivero y Nibaldo Leal de la Villa 21-24 y N.H.T. Zabaleta; Sebastián Sury y Walter Medina de la Villa 15; Guillermo Torre y Marcelo Mirabelli de la Villa 31; Gustavo Carrara y Martín De Chiara de la Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo; Sergio Serrese de la Villa 19: Jorge Tome y Franco Punturo de la Villa 20.




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