ELLA SOLA PUDO...
DESDE EL DOLOR MAS IMPENSABLE E INFINITO.
Lo que puede hacer el amor, no lo
puede hacer nada ni nadie...Yo la miro
y trato de aprehender de su dignidad y su valor. Ella es una madre, pero también en sí, están comprendidas todas las otras, en lo fundamental, en el dolor que las surcó y las parte en diez mil pedazos y las vuelve a armar día tras día. No hay explicación posible para lo que ella hizo y lo que es capaz de realizar, sino desde lo inconcebible para cualquiera, menos para una mujer que ama a su hija por encima de todo. Por encima de las mafias, el Estado, los poderes corruptos, por encima de toda su podredumbre, de sus lacras y sus sepulcros blanqueados, ella pudo sola... O "casi sola", ella y su ladero a cuestas, ese que no la dejó morir, ni la dejó vivir, ni la dejó dormir, ese "insoportable" lugarteniente que no puede dejarnos nunca y no abandona jamas, ese que es todo lo que uno necesita y le da sentido a todo: el amor, el autentico y sublime amor. Estoy seguro que no hay ninguna fuerza más revolucionaria y verdadera que esa. Cuando veo al hombre atravesado por
sus propias miserias, en la oscuridad de su egoísmo y de su odio, pienso en
ella, en Susana Trimarco, en su hija, Marita Verón, en su lucha, en la fuerza
arrolladora de su calvario hecho esperanza, en su cruz soportada y cargada en la más completa soledad, sola ella pudo desde el poder de ese extraño
guerrero que aparece en la adversidad de las adversidades y suele caminar persistentemente -dicen-, por las
avenidas del corazón. Y que según san Pablo "todo lo soporta y todo lo puede..." Corintios 13, 1-13.-
Raúl Olivares.-
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