miércoles, 1 de agosto de 2018

LA VERDAD DE LOS HECHOS Las mentiras de LA NACIÓN / Centro Tiempo Latinoamericano


artículo destacado





LA VERDAD DE LOS HECHOS


Las mentiras de LA NACIÓN



Ante el cúmulo de falsa información contenida en la editorial del diario La Nación (30/julio/2018), el Centro Tiempo Latinoamericano, como querellante en la causa por el homicidio del obispo Enrique Angelelli, aporta a los ciudadanos amigos de la verdad y la democracia, la información contenida en el expediente judicial y las carpetas de pruebas acumuladas en un proceso que se inició el 4 de agosto con la muerte violenta del obispo Enrique Angelelli y finalizó treinta y cuatro años después con el fallo judicial que quedó firme en la máxima judicial de la Nación.

El médico Cappeletti, que atendió a P. Arturo Pinto, gravemente herido, al llegar al hospital de Chamical declaró: que Pinto no podía hablar por la fractura del maxilar inferior y la inflamación de la lengua, que le impedían hablar. Nada pudo declarar , aunque los policías sumariantes le hicieron firmar un breve escrito fraguado en la madrugada del 5 de agosto en el mismo hospital.

Tampoco pudo declarar después, porque el sumario policial se archivó el 31 de agosto de 1976, cuando Pinto aún no había regresado de su internación en Córdoba. La primera reapertura de la causa se produjo en septiembre de 1983, a raíz de declaraciones del Obispo de Neuquén Mons. Jaime De Nevares, en el marco de los homenajes a Mons. Angelelli allí realizados, que también presidieron los obispos Jorge Novak, Miguel Hesayne y Marcelo Mendiharat.

Apenas el Juez de Instrucción Aldo Morales resolvió el 19 de junio de 1986 que la muerte de Mons. Angelelli había sido “un homicidio fríamente premeditado y esperado por la víctima”, el Coronel Eduardo de Casas miembro de inteligencia del ejército, desarrolló un rápida tarea contactando al entonces obispo de La Rioja Bernardo Witte, a quien le presentó un supuesto testigo: Raúl Alberto Nacuzzi, que nunca declaró ante la justicia. Y según manifestó su segunda esposa (el 9 de mayo de 2014) en la audiencia del juicio, mantenía relaciones con los militares del Batallón de Ingenieros de la Rioja, concurría al mismo y era visitado en su casa, ocasiones en que la esposa debía retirarse de su vivienda. Este Coronel De Casas, interventor de la policía federal de La Rioja, logró que el obispo Witte certificara una manifestación privada de Raúl Nacuzzi, la que fue depositada en la escribanía de la dra Ilda Rearte de Rearte, quien cuando se produjo la segunda reapertura de la causa en el 2006, la aportó al Juzgado Federal de La Rioja.

Copia de esa manifestación de Nacuzzi se acumuló en actuaciones secretas de los servicios de inteligencia, que incluyeron informes sobre recordaciones y homenajes al obispo Angelelli hasta los años noventa. Y un “peritaje extrajudicial” efectuado por el Cnel. Maximiano Payba en 1988. Estas actuaciones llegaron al Tribunal en el 2014 por dos vías distintas: Una la incorporó el entonces también acusado por el crimen Gral. Jorge Rafael Videla, quien además dijo ante el juez que dichas copias en 69 fojas le habían sido proporcionadas por su colaborador Cnel Eduardo de Casas. La copia mecanografiada del peritaje del Cnel. Payba, estaba titulada en forma manuscrita diciendo que había sido realizada “a pedido del obispo Witte”. En la otra copia, que llegó con la documentación aportada por el Conferencia Episcopal Argentina, no tenía ningún titulo manuscrito. Y cuando el Tte. Cnel. Payba declaró por videoconferencia en el juicio dijo que la había realizado a pedido del área de inteligencia del Estado Mayor del Ejército. Esta maniobra para desviar la investigación concluyó cuando la Cámara Federal de Córdoba aplicó las leyes de obediencia debida y punto final a los entonces acusados, y en consecuencia sobreseyó la causa por el impedimento legal de las citadas leyes.

Dieciséis años después, en el 2006, al producirse por segunda vez la reapertura de la causa al anularse las leyes referidas; y por otra parte al resolver el Episcopado Argentino, encabezado por el Cardenal Bergoglio, la creación de una Comisión Ad Hoc para dilucidar la verdad sobre la muerte de Mons. Angelelli, se inició la segunda etapa del plan de ocultamiento – como lo calificó el Tribunal juzgador - de los servicios de inteligencia del ejército, esta vez encabezado por el general Jorge Eduardo Apa, del área terrorismo del Estado Mayor del Ejército. Su objetivo principal estuvo dirigido a hacer prevalecer sus “informaciones” a los obispos, especialmente a Mons. Carmelo Giaquinta y Mons. Roberto Rodriguez (obispo de La Rioja), de la Comisión Ad Hoc, con quienes lograron reunirse en el Cenáculo “La Montonera”, donde habitualmente deliberan los obispos argentinos. La más notorio fueron las notas similares fechadas el 2 de agosto/2006 enviadas en forma simultánea al Cardenal Bergoglio y al Arzobispo Aguer, de La Plata, adjuntándoles copias de los informes mecanografiados del Coronel Eduardo de Casas. Al Tribunal Juzgador llegaron por vías diferentes: la carta a Bergoglio fue enviada con la documentación de la CEA; y la del Arzobispo Aguer con la aportada por el exgral. Jorge R. Videla. Allí el gral Apa les advertía que “la Iglesia sería víctima de una maniobra perversa” al instrumentar la muerte de Angelelli como martirio.

En relación al “auto blanco”, las primeras menciones fueron las aportadas por el personal del hospital de Chamical que atendió al sobreviviente Pinto. En el expediente se encuentran reiteradas por el testimonio de Gervasio Mecca quien recordó que en 1977 al dirigirse a Chamical, al pasar por el lugar del hecho, el P. Pinto le refirió la presencia de un auto blanco, con alitas en las puntas, tipo Peugeot. Arturo Pinto, acompañante del obispo en su último viaje, fue el único testigo presencial que pudo declarar por primera vez ante la Justicia en 1984. Allí contó la maniobra del auto blanco que provocó el vuelco de la camioneta del obispo Angelelli y su muerte inmediata. Esta declaración fuera reiterada en términos similares en varias oportunidades tanto en las etapas instructorias como en el juicio. El chapista Nelson Ibañez, declaró que la camioneta era de color blanco hielo y tenía una mancha como hubiese sido rozada por un auto color blanco tiza. No existe en el expediente ningún otro testigo que haya declarado sobre la inexistencia de otro vehículo. Si, en cambio el oficial Pio Tanquía, que encabezó la primera comitiva policial que llegó al lugar del hecho poco después que fuera avisado por el industrial Carlos Alzola, el primero en llegar al lugar del hecho. El policía dijo que vio un auto blanco, que le pareció un Peugeot 504, a poca distancia entre unos árboles al costado de la ruta. Y lo vio en dos oportunidades, al llegar al lugar y poco después cuando regresó al puesto policial de Punta de Los Llanos. 

Dentro de las infamias contenidas en los informes de inteligencia aportados a la causa judicial por el Archivo de la Comisión de la Memoria de La Plata abundan escritos que endilgan vinculaciones del obispo Angelelli con la “subversión”, sin que en caso alguno esté respaldado en prueba objetiva y documentada. Pero fueron justamente esos informes maliciosos los que abonaron las mentes asesinas de los militares que ordenaron ejecutar el crimen. Sólo con aviesa intención se puede mencionar una foto que publicada con epígrafe e información sobre las refacciones de una sala de primeros auxilios en un barrio de la periferia riojana en 1973. 

Mas graves son las mentiras acerca de sus homilías. En ninguno de los cuatro tomos publicados con todas sus homilías se encuentran palabras que no sean convocatoria a luchar por la justicia y por la paz. Y específicamente su condena a todas las formas de cómo se mata la vida en su carta pastoral de Cuaresma de 1975. 

Quienes lamentan que la Iglesia no siga apañando políticas de explotación y provocadoras de miseria, seguirán alimentándose en la calumnia y la infamia, como la padecida por Enrique Angelelli y tantos y tantas otros cristianos comprometidos por la justicia, la solidaridad y la paz.



Córdoba, 31 de julio de 2018


CENTRO TIEMPO LATINOAMERICANO


Belgrano 715 - Córdoba






miércoles, 25 de julio de 2018

WENCESLAO "GENEROSO Y SOLIDARIO" / a 42 años de su martirio



En memoria


A 42 años de su martirio
1976 -25 de julio - 2018









...“no guardes rencor, no odies a nadie”.
Wenceslao Pedernera (Instantes antes de morir)


Wenceslao "generoso y solidario"




María Rosa Pedernera, hija del laico Wenceslao habló en una entrevista con Radio Independiente y recordó a su padre a 42 años de aquel trágico 25 de julio de 1976 donde fue asesinado a balazos en la puerta de su casa...



María Rosa dijo que los recuerdos que tiene de su padre “son los más bonitos y preciados, fue un hombre callado no era de mucho hablar, pero siempre hacia las hijas tenía el consejo muy latente de que fuéramos unas personas de bien, siempre inculcándonos la solidaridad que el practicó, fue generoso y un hombre de no estar metido en problemas, al contrario trataba de solucionar los problemas principalmente de la gente humilde y en lo que él pudiera colaborar estaba presente”.

Con respecto a que Wenceslao será el primer Beato de la Acción Católica Argentina, expresó que “todavía no caemos del todo, pero es una bendición muy grande, no lo asimilamos, estamos en las nubes, es un orgullo ver todo lo que ha trascendido nuestro padre, pero entre las tres hermanas y mi madre no imaginamos la dimensión que esto ha alcanzado”.María Rosa contó que “somos tres hermanas mujeres junto a nuestra madre, actualmente vivo en Mendoza, mi segunda hermana en La Rioja capital, y mi hermana más chica en Chilecito. Vine para estar en estos momentos desde el 19, donde fue la exhumación del cuerpo, y hasta que no pasen varios días no volveré a Mendoza porque quiero estar acompañando a mi mamá y también estar junto a mis hermanas”.

María Rosa relató que tiene una hija de 34 años, a quien siempre le cuenta sobre su abuelo, al igual que a sus sobrinos, hijos de sus dos hermanas. “Todos nos apoyan, nos acompañan estamos muy unidos. Al recordar aquellas épocas donde vivían con miedo constante”, dijo María Rosa, quien recordó que “tenía 13 años en ese entonces, no sabemos si él tuvo miedo porque no lo dijo, se vivían cosas y mi mamá era la que tenía el miedo de que pasara algo, incluso habían empezado a rondar la casa en aquellos entonces era un Ford Falcón con gente disfrazadas de mujer, iban y venían se frenaban frente a casa y cuando me mandaron a comprar cosas al almacén, en la esquina me comenzaron a llamar desde el auto y salí corriendo asustada y al llegar a casa conté lo que me había pasado”.

De esa manera “mi mamá le decía vámonos y él le decía no tengas miedo porque Dios nos va a proteger, yo no tengo porque huir, pero mi mamá presentía que algo podía suceder ella se quería ir”.

La trágica noche del 25 de julio de 1976, María recuerda que su papá ya en el piso con dolor luego de los disparos gritaba “no guardes rencor, no odies a nadie”. Y “uno ahora con esta edad se pone a analizar el ejemplo de no guardar rencor a nadie, quienes eran y porque, y a pesar que había sido amenazado días antes no dejó de trabajar, siguió y entregó su vida”.

Todo “ocurrió como a las 3 de la mañana, lo trasladaron a Chilecito al Hospital, lo operaron y falleció a las 14:45 del 25 de julio por un tercer paro cardíaco, también lo habían pateado en el suelo tenía las costillas rotas. Es decir no se conformaban con haberlo volteado a balazos, sino seguir dándole como fuera”.

“Pienso que cuando se viven hechos tan trágicos es lo que menos se puede olvidar, guardo todavía rencor y me cuesta sacarme eso amargo, a pesar de que tengo el ejemplo de él, me duele no haberlo disfrutado como cualquier otro chico normal”, finalizó.




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WENCESLAO PEDERNERA SERÁ EL PRIMER BEATO DE ACA



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Wenceslao Pedernera será el primer beato de ACA



A poco de cumplirse 50 años del inicio del ministerio pastoral de monseñor Enrique Angelelli en La Rioja, el Papa Francisco firmó el decreto con el que reconoce el martirio del obispo y sus cercanos colaboradores, los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera, quien se convertirá en el primer beato de la Acción Católica Argentina.

Ellos sellaron con su martirio la fe que inspiró sus vidas durante uno de los períodos más oscuros de la historia de nuestra Patria.

El obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, al dar a conocer la decisión del Santo Padre, recalcó “la nobleza de la entrega de nuestros mártires, testigos con su sangre del Reino de Dios”.

Fue en junio del 2011 cuando la Iglesia diocesana inició el proceso formal de investigación para definir la eventual beatificación de los sacerdotes y de Wenceslao, todos asesinados en 1976.

Pedernera fue asesinado en su propia casa, en Sañogasta, departamento Chilecito en la madrugada del 25 de julio de 1976. Una semana antes habían sido asesinados, en la ciudad de Chamical los padres Longueville y Murias; y el 4 de agosto siguiente fue asesinado el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli.

Dirigente rural

Wenceslao nació el 28 de setiembre de 1936 en Los Jagüeles, La Calera, provincia de San Luis. Fue un obrero golondrina en los viñedos de Mendoza, donde se casó en 1962 con Martha Ramona Cornejo.

En 1968, fue nombrado en la coordinación del Movimiento Rural de la Acción Católica Argentina para la Región Cuyo. En 1973, continuando con su trabajo en las viñas, conoce a Rafael Sifre y Carlos Di Marco. Ellos participaban de la Acción Católica a nivel nacional y son conocidos de Monseñor Enrique Angelelli, ya obispo de La Rioja.

Un año más tarde, la familia de Wenceslao se muda cerca de de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Sañogasta, donde era párroco el padre Andrés Seriec. Wenceslao continúa su trabajo con el Movimiento Rural de Acción Católica de la diócesis. Es allí donde comienza a recibir amenazas.

Una noche esperaban al padre Andrés a cenar, pero no llegó. Siendo la madrugada del 25 de Julio de 1976, a las 2.45 horas, golpearon la puerta de su casa. Asustada Coca le pide que no atienda, a los que Wenceslao responde que podría ser alguien que necesitara un favor. Abre la puerta y cuatro hombres encapuchados descargaron sus armas en él, frente a su esposa e hijas.

El Fray Antonio Puigjane, le administró los últimos sacramentos y relató que Wenceslao solo tuvo palabras de perdón a sus atacantes invitando a su familia también a no tener rencor. Partió a la Casa del Padre ese mismo día a las 15 horas.




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WENCESLAO PEDERNERA: SU HISTORIA CONTADA POR SU ESPOSA







La terrible historia del asesinato de Wenceslao Pedernera contada por su esposa



La esposa e hijas del futuro beato, visitaron Fénix y contaron su historia.Coca, su esposa contó que cuando su marido agonizaba en el hospital, luego de recibir varios disparos, dos militares le dijeron que "no lo buscaban a él", fue una equivocación





Martha Ramona Cornejo "Coca", esposa de del mártir Wenceslao Pedernera, junto a sus hijas María Rosa y Susana, visitaron Radio Fénix y contaron su historia de vida. Sobre la beatificación, consideraron que es un “orgullo muy grande” que reconozcan a Wenceslao y dijeron que dedican ese reconocimiento “a todos nuestros hermanos que siguen su camino y ayudan a otros que lo necesitan”.

Coca, recordó cómo conoció a su marido en la provincia de Mendoza y cómo fue el momento en el que decidieron casarse. Mencionó que Wenceslao no quería casarse por Iglesia, “porque no quería a los sacerdotes”, relató entre risas. Sin embargo, ella se puso firme con su decisión de contrar matrimonio en una Iglesia y él terminó aceptando. Con el timpo se volvieron muy comprometidos con la institución religiosa, y fue por medio de un grupo de Acción Católica que Wenseslao vino a conocer La Rioja.

Cuando vinieron a vivir en la provincia, conocieron a Monseñor Angelelli. Pedernera decía nunca haber visto un hombre como él, “muy volcado a la gente más humilde”, narró Coca y agregó: “eso fue lo que le atrajo de Angelelli”.

Sobre su asesinato, Coca relató que la llegada de los militares a la conducción del país, marcaron el inicio de “la persecución y el miedo”, aunque Wences, como le dice su esposa, le decía que no tuviera miedo, “mientras yo siga a Jesús, nuca tengas miedo”, contó. Sin embargo, ella jamás estuvo tranquila, porque se habían enterado por medio de la radio, que habían asesinado a Carlos Murias y Gabriel Longueville, y además, un auto rondaba su casa, y eso la mantenía intranquila, por lo que le pedía a su marido que se fueran, como ya lo había hecho la mayor parte de la comunidad que trabajaba junto a ellos en una cooperativa de la Parroquia.

Un día, mientras estaban descansando, Coca logra ver por la ventana que alguien se encontraba fuera de su casa. Preocupada y con miedo, le pidió a su marido que fueran a revisar la casa, pero él no quiso y le pidió que se quede tranquila. Sin embargo, ella salió a rondar el terreno y no logró ver nada, solo unos autos que pasaban con unos hombres que miraban su vivienda.


Cuando volvió adentro de su casa, el mártir le pidió que se acostara. Ella se durmió y despertó cuando su esposo decía “ya va”, a alguien que golpeaba la puerta. Cuando Coca miró por la ventana, “vi a los tres tipos listos para dispararle”, no le dio tiempo de avisarle a su marido y cuando él abrió la puerta le dispararon, relató y continuó: “Me levanté y salí a pedir auxilio a dos viejitos que vivían en frente y él gritaba en el interior de la casa”, detalló.

Susana, su hija, recordó que su padre estaba tirado en el comedor de su casa, “usaba un piyama blanco y estaba manchado con sangre”, describió y rememoró: “Aún en su dolor nos decían: perdonen, no tengan rencor, no odien”.

Luego, gracias a un vecino que les ofreció llevarlos en una camioneta, llegaron al hospital. Wenseslao estaba agonizando en una habitación, y a Coca junto a sus hijas las habían apartado en otra habitación. “Estábamos detenidas e incomunicadas”, contó. En ese momento, dos hombres ingresaron y la llamaron a declarar en otra pieza del hospital. Allí le preguntaron por dos sacerdotes. “Es lamentable lo que ha pasado, me dijeron y yo les contesté que lamentable era para mí que me han destruído el hogar”, narró y prosiguió: “No lo buscábamos a él, me aseguraron”, mencionó y recordó que esos hombres le dijeron que agarre a sus hijas, sus cosas y se vuelvan a Mendoza.




 Nota completa / video: 





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lunes, 23 de julio de 2018

TEOLOGÍA Y DESCARTE Por Martín Rodriguez - Mario Santucho






teología y descarte


Por Martín Rodriguez - Mario Santucho 
Fotografia: María Eugenia Cerutti  




Gustavo Carrara es uno de los principales alfiles del papa, predica hace años en la Pastoral villera y fue nombrado obispo por su compromiso social. La doctrina de integración de las villas que hace una década viene proponiendo hoy es un credo para el macrismo, que antes hablaba de erradicarlas. Sin embargo, según el cura no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo, y espectacularidad y resultados no siempre van de la mano.



crisis #33




El nombramiento como obispo de Gustavo Carrara implica una consumación: cinco años le llevó al papa peronista hacer pesar con contundencia su poder al interior de la Iglesia Católica Argentina. Menos conocido que otros misioneros de Francisco, Carrara es sin embargo una de sus piezas estratégicas. Fue párroco en el barrio Ramón Carrillo de Villa Soldati y luego en la 1-11-14 de Bajo Flores, convirtiéndose en una figura medular de la Pastoral de Villas, el grupo mimado por Bergoglio durante su mandato como arzobispo de Buenos Aires.

Silencioso, pausado y a la vez profundo, Carrara entiende la entrevista como un breve juego de ajedrez. No es un libre pensador, más bien sabe que tiene en sus espaldas el peso de una institución milenaria y los ojos de muchos que esperan que el papa “pise el palito”. Ocurre que Bergoglio pasó de ser el virtual jefe de la oposición al kirchnerismo a convertirse en el Pontífice populista y antiliberal, un político de alcance global enemigo de la “cultura del descarte” que juzga como causa de la pobreza a la economía de mercado y no a su ausencia como creería Cambiemos.

“Venite a la parroquia y hablamos”, mensajeó. Ahí, “en el barrio”, es donde el despliegue del padre Gustavo se muestra en todo su esplendor. El club, la escuela, el CAJ, la parroquia, se superponen en el terreno. La Iglesia abre el territorio para la presencia del Estado y sus políticas seculares. Este enganche entre curas villeros, vecinos y funcionarios del Estado, es una tradición pero también una marca de época.

¿Quiénes son y de dónde vienen los “curas villeros”?

- La pastoral de villas cumple cincuenta años en 2018. Me refiero a la creación del equipo oficial de curas en la Ciudad de Buenos Aires. Lo que no quiere decir que no haya habido sacerdotes que trabajaban en villas del Gran Buenos Aires desde antes. En 1968 se crea ese primer equipo, cuya figura más conocida fue el padre Mujica, pero no se puede pensar en él sin pensar en Vernazza, Ricciardelli, De la Sierra y otros que empezaron esta pastoral. Ellos tuvieron una grandeza de la cual aprendemos todos los que queremos trabajar y dedicar nuestra vida a los más pobres. Se inspiraron en los sacerdotes obreros de Francia, para quienes el modo de ser solidario con los más pobres era ser un obrero más. Por eso tomaban el tipo de trabajo que tenía que ver con los sectores populares, en alguna carpintería, en una fábrica de ascensores, otros atendiendo una verdulería. Después se iban a vivir a la villa. Y cuando los vecinos y vecinas fueron descubriendo que eran sacerdotes, demandaban que les bautizaran a sus hijos, que rezaran las novenas por los difuntos. Empezaron a decirles: “queremos que estén acá, en el barrio, que no salgan a trabajar afuera”. Era un contexto distinto del actual, porque la precariedad de la tenencia de la tierra era mucho peor que ahora, aunque no es que ahora la gente tenga títulos de propiedad, pero el tema del desalojo era moneda de todos los días. Junto a los vecinos levantaban la capilla, formaron comisiones para traer al barrio mejor agua, mejor luz. Pero lo fundamental es que pasaron de lo que ellos pensaban que las familias necesitaban, a escuchar lo que verdaderamente las familias querían. Uno viene con una idea, quiere plantar una estructura, y quiere acomodar su idea a esa realidad. Acá es distinto.

Se los suele incluir a ustedes dentro del tercermundismo y la Teología de la Liberación, sin embargo la Pastoral de Villas tiene una posición más identificada con la Teología del Pueblo. ¿Cuál es la diferencia?

- Como instrumental de lectura de la realidad, la Teología del Pueblo pone un acento importante en la sabiduría popular, en escuchar qué trae la gente en su cultura. La cultura latinoamericana tiene, por poner un ejemplo, una relación muy fuerte con la tierra, la llaman la Madre Tierra. A la madre se la respeta, se la cuida, se le agradece. La cultura urbana moderna ve a la naturaleza como una cantera: sacar y sacar, y cuando se rompe buscamos otro lugar para sacar. Entonces, ¿qué diría la Teología del Pueblo? Veamos la relación que tiene nuestra gente con la tierra, con el hábitat, valoremos eso, e incorporémoslo. No pondría estas teologías en un contrapunto, las pondría en diálogo. Algunas vertientes de la Teología de la Liberación usan el instrumental marxista para leer la realidad, lo cual en algún punto también es importado, viene de otra cultura. Se puede ver como una diferencia, o como un complemento entre ambas. A veces, quienes nos acercamos a lo popular podemos pecar de no escuchar. Lo diría con estas tres palabras: los pobres no solo dan qué pensar, piensan; no solo despiertan sentimientos, sienten; no solo padecen injusticias, sino que se organizan a su modo para luchar contra la injusticia. Entonces, hay que ser respetuosos. Y se puede aprender mucho. Hoy en día eso se ve en la economía popular, hay muchos caminos ahí de resolución de temas concretos. Y volviendo a los curas de las villas, es significativo que a lo largo de las décadas, con sus más y sus menos, han tenido mucho diálogo y fidelidad con la realidad que les tocó vivir a ellos y a los barrios. En la época de la dictadura militar, que arrasó violentamente los barrios, los curas se quedaron y tuvieron la audacia y la lucidez de acompañar a los vecinos. ¿Cuál es el modo concreto que encontraron? Las cooperativas de vivienda y de trabajo. Eso hacía que frenaran el avance y se organizaban con la gente.

Hay un punto de inflexión en la Pastoral cuando escriben el documento de 2007, que aparece durante la campaña de jefe de Gobierno proponiendo el concepto de “integración urbana”. Ahí se muestran como una Iglesia que reclama la presencia del Estado.

- En 2007 había tres candidatos (Filmus, Telerman y Macri) disputando ser jefe de Gobierno. La pregunta de los medios era sobre la inseguridad y la relacionaban automáticamente con las villas. Luego de la primera vuelta quedaron Filmus y Macri, entonces presentamos aquel documento. Se lo dimos a Sileone, que trabajaba con Filmus; y a María Eugenia Vidal, como representante de Macri. Frente a la idea histórica de “erradicar” las villas, valorábamos el uso político del concepto de “urbanización”; pero igual urbanizar nos parecía una noción incompleta, por eso se nos ocurrió acuñar otra idea: la integración urbana. Un encuentro entre la cultura urbana porteña y la cultura popular latinoamericana de las villas. Hablamos también de una necesaria presencia del Estado. Y en esa discusión de Estado sí o Estado no, Estado grande o Estado chico, nosotros hablamos de un Estado inteligente. La inteligencia pasa por valorar esa cultura, valorar a los actores de los barrios, construir el diálogo y hacerse físicamente presente. Nosotros hemos prestado muchas veces un lugar para que haya una oficina. Una vez fui a la Secretaría de Justicia, hablé con alguien que conocía y le dije: “En Carrillo necesitamos un abordaje integral, porque los problemas no se resuelven con un abogado; necesitan un psicólogo, un trabajador social, algo que tenga en cuenta los distintos factores”. Así surgió el primer Centro de Acceso a la Justicia. Más tarde vino Anses, Renaper, que se cansó de hacer documentos. Lo que para vos o para mí es una pavada, para otros no: vi gente sacar su documento y decir “existo”. Ciertas acciones del Estado tienen un impacto simbólico muy fuerte, que ayudan a ponerse de pie, que encienden la esperanza.

el factor pancho

“Pasé un día entero buscando vacantes para dos chicos que se habían quedado sin escuela”, nos cuenta al llegar. “Y eso me hizo feliz”, concluye entre místico y naif. Lo concreto: esa es la palabra de la que no se quiere despegar, contracara de tanto fanfarrón que “lleva y trae” en estos años el códice de supuestos mensajes del papa. Gustavo Carrara es uno de los mejores intérpretes de Francisco y jamás lo visitó en estos cinco años de papado. Quizás ese sea su mayor gesto franciscano.

¿El vínculo de Bergoglio se remonta a los orígenes del equipo de sacerdotes para las villas o es más reciente?

- Bergoglio empezó a acompañar la Pastoral de las villas cuando lo destinan a Flores, en 1992. Ese día muchos se asombraron de la cantidad de gente de sectores populares que vinieron de San Miguel para participar de su ordenación. Cuando él llega como obispo había 8 párrocos en todas las villas; cuando se va hay 22. Además, él está presente, visita los barrios, le pide a sus auxiliares que también los visiten. Destina recursos económicos. En la diócesis existe el Gesto Solidario de Cuaresma, que se junta antes de la pascua, como ofrenda en todas las capillas, colegios y parroquias de la Capital. En su mayoría, Bergoglio lo destinaba a las cuestiones de las villas. Y no solo a construir una capilla, sino a construir un espacio educativo. En el 2012 fue al lavatorio de los pies del jueves santo en la 1-11-14. A fines del 2010, nosotros encontramos un lugar que podía servir para dar servicio a los chicos que consumían, y le digo al dueño del lugar “no tengo un peso”. Lo llamo a Bergoglio, le comento, me dijo “dejame ver”: cuando él “veía”, luego se movía para que efectivamente suceda. Y al poco tiempo nos consiguió el financiamiento. Cuando le presentábamos los documentos que escribíamos él te hacía alguna corrección de estilo, “acá te falta una coma”, en eso era muy quisquilloso. Pero nunca te decía “no digas esto o decí aquello”. Era muy respetuoso. Acompañó y, sobre todo, confió. Cercanía y confianza, las dos cosas.

La visita a Francisco se transformó en una especie de visita a Puerta de Hierro, llena de lecturas sobre sus gestos, si te tocó así o te habló asá, si sonrió...

- A mí me preocupa que a Francisco se lo lea sin glosa, sin comentario. O sea, que uno se encuentre con él, sus gestos y su palabra, sin tener que glosarlo. De hecho, hemos editado un librito que tiene sus discursos con los movimientos populares. Les traje un ejemplar para cada uno. ¿Te interesa saber qué piensa Francisco de la cuestión mapuche en Chile? Bueno, tomate el tiempo y leé. Sobre todo si sos periodista. A mí Francisco me interpela, me cuestiona, me desacomoda, lo cual me parece que es bueno, es sano. Sería lindo poder visitarlo. Este año por ahí me toca ir. Pero la cercanía está en su inspiración, en su modo de ser y en los textos, que son muy claros.

Quizás falta hacer una lectura más política de lo que significa su palabra y sus gestos al interior de la Iglesia. ¿Qué resistencias hay a este giro del papa?

- Yo creo que la novedad de Francisco está en que lleva el Evangelio de Jesús a la vida social. El Evangelio de Jesús es muy claro y muy fuerte. En el capítulo 16 de Lucas, dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”. ¿Cuál es la gloria de Dios? Que el hombre viva bien, con dignidad. Y eso es lo que interpela. A veces puede generar resistencia. En los discursos a los movimientos sociales es muy claro. En la “Laudato sí”, que es una encíclica social, nos invita a pensar en el grito de los pobres y el grito de la naturaleza. Y es interesante ver cómo a veces logramos silenciar el grito de los pobres, pero hay uno que no se va a poder silenciar y es el grito de la naturaleza. Se va a destruir el planeta. Su palabra para algunos se torna molesta. También publicamos sus discursos en los viajes a Bolivia, Paraguay, Ecuador y México. En la universidad de Ecuador, pregunta: “¿para qué entramos a la universidad? ¿Para ganar prestigio, dinero y poder, o para aprender y ponernos al servicio de los que menos tienen?”. Con esa claridad cuestiona, en una universidad además que es católica.

Si tuvieses que dar una misa en un barrio de clase media, ¿tenés un discurso espiritual que no pase por el compromiso con lo social?

En Semana Santa utilicé dos figuras del Evangelio: la de Jesús lavando los pies a sus discípulos, eso quiere decir que Jesús se pone en el último lugar, en el lugar del esclavo, y se pone al servicio; y la contrafigura de Poncio Pilato, lavarse las manos. Yo diría: “Estas son las figuras que nos propone la semana santa, ¿a quién vamos a seguir?”. También hay que buscar los modos y en esto Francisco tiene un arte muy importante. Cuando él hace el discurso en el Congreso de los Estados Unidos, yo me preguntaba: ¿cómo va a encararlo? O cuando todos se preguntaban si mencionaría la persecución de los musulmanes al hablar ante los monjes budistas. Lo que nos enseña es que el modo de comunicar hace a la comunicación de lo que queremos transmitir. A veces usa un lenguaje de patear el tablero y a veces apela a otros recursos que son válidos.

parche y política

Carrara tuvo hace poco uno de esos trances oratorios complejos, cuando debió defender en el Parlamento la oposición eclesial a la legalización del aborto. Utilizó los mismos argumentos, sin decirlo, que recibió de Francisco como consejo para el trabajo en las villas: “aceptar la vida como viene; y acompañarla”. No resistió la tentación, sin embargo, de hablar en nombre de las mujeres de los sectores populares, sobre sus deseos, valores y necesidades. Luego, ante la pregunta específica de la diputada Mayra Mendoza sobre si estaría de acuerdo en que las mujeres pobres que abortan vayan a prisión, el representante de la Iglesia respondió que no, que eso nada solucionaba. El flamante obispo, al parecer, se está iniciando en el arte de la política.

El macrismo incorporó los términos utilizados por ustedes en el documento de 2007 como parte de su reforma urbana. Me refiero al proyecto de integración de las villas a la ciudad.

- A nivel terminológico sí, se ha tomado la integración urbana. Hay que ver qué contenido le pone cada uno a eso. Que no sea algo solo exterior. Habría que discutir qué piso mínimo podríamos pedir hoy para los barrios de la ciudad. Es evidente que todo al mismo tiempo no se puede hacer. Es claro que vos, por el hecho de querer mostrar gestión podés ir más rápido, pero también podés avasallar, y no escuchar. El concepto de integración urbana supone también escuchar, dialogar, leer el territorio, captar otra cosmovisión. A la gestión de Larreta la veo más activa en cuanto a las villas, pero a veces por querer demostrar gestión avasallás. Entonces hay que buscar los espacios de encuentro y diálogo, las representatividades genuinas, saber leer que hay otros actores que son más invisibles, tener en cuenta las estadísticas y no guiarse solo por los focus group. También, darte cuenta que no es solo la presencia de una fuerza. Lo que uno pretende de un funcionario es que siempre mire más allá de la media del ciudadano común, que nos invite a caminar un poco más lejos. Que se aguante algunos sopapos y si la tendencia dice “no te metas con este tema”, bueno, entonces metete. Si de acá al 2019, por ejemplo, se resolviera el tema del agua potable para todos los barrios, digo, que haya buena presión de agua, y electricidad sin riesgo eléctrico, estaríamos poniendo pisos mínimos y consiguiendo avanzar con algunas integraciones en concreto. Pero esto no solo es cuestión del Estado, sino también de otros actores. El eje de integración son la educación y el trabajo. Crear un club de barrio permite la integración con San Lorenzo, por ejemplo, con quien hacemos un buen trabajo: nos dieron 150 plazas para natación, permitieron que los chicos desarrollen actividades deportivas en el club. Eso tiende un puente de integración. Que un club grande diga “estos barrios existen”, es importante.

En la Teología de la Liberación estaba la idea de que el compromiso con el pueblo implicaba comprometerse con sus luchas, no solo con sus demandas.

- Hay distintos niveles de lucha. Creo que hay que comprometerse en los distintos niveles. Los dirigentes de los movimientos populares tienen una inspiración en Francisco y también en la piedad popular. Yo he charlado con ellos y veo que tienen un sustrato de valoración que lo han tomado de la gente que surgió y que están acompañando. A nivel político capaz no saquen muchos votos, pero están haciendo cosas muy concretas, las más importantes. Cuando se habla de los movimientos sociales con cierto desdén me enoja, porque no se ve el entramado del trabajo diario y cotidiano. Y están haciendo política, son distintos niveles. El Evangelio es concreto y la cultura popular también, de eso nos contagiamos. Ver que en el verano pudimos hacer dos aulas más y, a la hora de elegir quiénes iban a ingresar, elegimos a los hijos de chicos que estaban en calle… eso te da una alegría inmensa. Después, entrar en tal rosca con tal funcionario no te llena el corazón. Un nene que nació en la cárcel, y de pronto está acompañado de maestros que le ponen alma, corazón y vida. ¿Estás haciendo política? Sí. Además le da contundencia a la palabra, en el mediano plazo. Se convierte en un puente de integración y muestra que el camino va por ahí. A los curas se nos va mucho tiempo en eso, las intervenciones públicas no son nuestro centro.

Realidades como el narco y la industria de los talleres textiles, cada una con sus diferencias obviamente, forman parte importante de las economías populares hoy, y tienen una fuerte presencia en los barrios. ¿Cómo pensás esta complejidad?

- Hay muchos talleres que son emprendimientos familiares y hay que diferenciarlos. Hay que hacer un trabajo fino de leer uno y otro caso, que están en el mismo espacio. Con el narcotráfico es más complicado, porque hay organizaciones que se instalaron en lugares donde reinaba la ausencia del Estado. ¿Cuál es el presupuesto que está detrás? Ante el exacerbamiento de la propiedad privada, como los vecinos viven en terrenos fiscales u ocupados pareciera que carecen de derechos y el Estado aparece apenas como una agencia de beneficencia, entonces desembarcan organizaciones que vinieron a dominar el territorio y lo hacen funcional para delinquir. Poco a poco han captado personas de los sectores populares que entraron en esa trama por ausencia de trabajo y de posibilidades. Por eso me parece que la presencia inteligente del Estado frente a este hecho no es solo desplegar fuerzas de seguridad, sino meter otra presencia que genere una propuesta positiva concreta. Porque ahí la mano invisible del mercado no va a llegar tan fácilmente a ofrecer trabajo genuino. A mayor presencia del Estado, estas organizaciones van a terminar desapareciendo o corriéndose.

¿Ustedes discuten cómo actuar ante estas organizaciones, o van viendo cómo relacionarse en el cuerpo a cuerpo?

- Uno no tiene como tarea principal combatir el narco. A veces con un pronunciamiento público puede sentar posiciones, pero nuestra tarea diaria es otra. Antes que a un pibe de doce años le pongan un arma (cuando él no dimensiona lo que es un arma), antes de que esa oferta negativa le llegue, nosotros queremos llegar antes con una oferta positiva. Nuestra tarea se desgasta ahí, no en hacer un trabajo de inteligencia o denuncia directa.




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miércoles, 13 de junio de 2018

LA HORA DE LOS MÁRTIRES Por Marcelo Ciaramella



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La Iglesia reconoce el martirio del Obispo Enrique Angelelli y sus compañeros


LA HORA DE LOS MÁRTIRES


El Papa Francisco ha firmado el decreto que reconoce el martirio en odio de la fe, padecido por el Obispo Enrique Angelelli, los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera, hace 42 años en los inicios de la dictadura cívico-eclesiástico-militar. Así lo hizo saber el Obispo de La Rioja y uno de los principales impulsores de la causa, Marcelo Colombo al Pueblo de Dios y la opinión pública el 8 de junio: “Muy conmovido de poder darles este anuncio tan esperado, agradezco a Dios que nos ha permitido como diócesis (…) acompañar este proceso canónico que puso de relieve la nobleza de la entrega de nuestros mártires, testigos con su sangre del Reino de Dios”.
El biógrafo del Obispo Enrique Angelelli y director de Tiempo Latinoamericano, Luis Miguel “Vitín” Baronetto, expresó públicamente su satisfacción afirmando que “este hecho que forma parte de un largo trayecto impulsado por nuestro Centro Tiempo Latinoamericano recupera la memoria de nuestros mártires, que hoy más que nunca debe revitalizar la lucha por la justicia ante las políticas de miseria, hambre y desocupación que jalonan el avasallamiento de tantos derechos conquistados a los más pobres, los privilegiados de Jesús, por quienes nuestros mártires como tantos y tantas otras hermanos y compañeras fueron inmolados”
El documento de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano reunida en Medellín en 1968 para analizar el tema de “la Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio”, marcó una instancia decisiva en el proceso de renovación abierto por el Concilio Vaticano II. Medellín abrió un surco de renovación doctrinal y compromiso social, impulsó la denuncia de las estructuras de opresión y la necesidad de una liberación integral. Fue el escenario de la proyección de la Teología de la Liberación y la opción preferencial por los pobres. En el episcopado argentino fue una minoría de obispos la que asumió el mensaje de Medellín con una actitud comprometida con el cambio social, la verdad, la justicia y la causa de los pobres, siendo “voz de los sin voz”. Novak, Hesayne, Ponce de León, Angelelli, De Nevares, Devoto, constituyeron ese pequeño sector de obispos herederos de la tradición profética y renovadora de Medellín, aislados por el resto de la asamblea episcopal.
En Chamical, la noche del 18 de julio de 1976 los curas Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, cenaban con un grupo de religiosas. Al terminar la cena llamaron a la puerta dos hombres que se identificaron como policías que pidieron por el padre Murias, quien salió a verlos junto con Longueville. Al otro día, un grupo de obreros ferroviarios encontraron los cuerpos acribillados de los curas junto a las vías. Angelelli viajó a Chamical para participar del sepelio y quedarse unos días acompañando a la comunidad. Una semana más tarde, Wenceslao Pedernera -dirigente del movimiento rural diocesano- fue asesinado en la puerta de su casa, ante su esposa y sus tres pequeñas hijas. Unos días después, el 4 de agosto, al regresar a la capital provincial, Angelelli fue asesinado cerca de Punta de los Llanos, en un hecho presentado por las autoridades militares como un accidente automovilístico y esclarecido como homicidio en un juicio llevado a cabo 38 años después. Donde fueron condenados los responsables del crimen —Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella— a cadena perpetua.
La convalidación eclesial del martirio (testimonio) de Angelelli y sus compañeros pone de manifiesto públicamente para toda la Iglesia lo que ya era una certeza en el corazón del pueblo riojano y de tantos cristianos que los conocieron y escucharon. El “pelado”, Carlos, Gabriel y Wenceslao encarnaron la Iglesia comprometida con la denuncia profética de la injusticia y la opresión, la Iglesia de la opción por los pobres y el compromiso con la verdad y la justicia. Tambien el reconocimiento de sus martirios hace emerger el horror del terrorismo del Estado y la necesidad de mantener vigente el proceso de memoria, verdad y justicia iniciado desde el regreso a la democracia, hasta que la sociedad sepa toda la verdad sobre los crimenes cometidos, sobre el destino de los desaparecidos, sobre la identidad de los nacidos en cautiverio apropiados por sus secuestradores y haya juicio y castigo a los culpables.
La memoria de los mártires riojanos también significa para la Iglesia un incómodo recordatorio de la complicidad de un sector hegemónico conservador del episcopado, que convalidó el terrorismo de estado por acción u omisión, y se desentendió de la suerte de sus hermanos, exponiéndolos a la persecución y la violencia. Pero a la vez la entrega fecunda de los mártires, a pesar de la dolorosa experiencia de ser arrancados de este mundo, se convierte en faro luminoso del camino de la Iglesia que quiere ser fiel al evangelio y acompaña las luchas y los sufrimientos de los pobres, exponiéndose a peligros y persecuciones. Los militares en el gobierno de facto, persiguieron de modo implacable a Angelelli grabando sus homilías, infiltrando servicios de inteligencia en las catequesis o las procesiones callejeras, detuvieron curas, hostigaron comunidades religiosas, detuvieron hombres y mujeres de cooperativas y sindicatos. Angelelli representa esa Iglesia que prefiere ser fiel al Evangelio y correr riesgos, antes que ser una Iglesia que rinde culto a la mesura y la prudencia, manteniendo silencios y posiciones ambiguas o procurando preservar las estructuras, el financiamiento de las obras institucionales, las buenas relaciones con el poder y las clases dominantes, antes que defender a los pobres y las víctimas.
Hoy vivimos la noche oscura del neoliberalismo de Cambiemos, las políticas de ajuste, saqueo y entrega del país que hambrean al pueblo y desdibujan un proyecto de país inclusivo, productivo y solidario. La memoria de los mártires riojanos nos interpela y nos impulsa más que nunca a resistir a la venta de la patria, a ser sometidos a un plan de negocios de una minoría asociada a los intereses del capital internacional.
Recuperemos al “hombre proyecto de pueblo” expresado en los profundos versos del poeta y mártir, Enrique Angelelli:

Mezcla de tierra y de cielo,
proyecto de humano y divino…

que en cada hombre se hace rostro
y su historia se hace pueblo.

Es barro que busca la Vida,
es agua que mezcla lo Nuevo,

amor que se hace esperanza
en cada dolor del pueblo.

El pan que en el horno florece…
¡Es para todos, amigos!

Nadie se sienta más hombre,
la vida se vive en el pueblo.

Porque el proyecto se hace silencio,
porque la vida se hace rezo,

porque el hombre se hace encuentro
en cada historia de pueblo.

Déjenme que les cuente
lo que me quema por dentro;

el Amor que se hizo carne
con chayas y dolor de pueblo.

¿Saben? Lo aprendí junto al silencio…
Dios es trino y es uno,

es vida de Tres y un encuentro…
aquí la historia es camino
y el hombre siempre un proyecto.



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sábado, 9 de junio de 2018

ANGELELLI CAMINO A LA SANTIDAD / La Carta del obispo de La Rioja, Marcelo Colombo






ANGELELLI CAMINO A LA SANTIDAD

No
MÁRTIR DE LOS POBRES, ASESINADO POR EL TERRORISMO DE ESTADO EL 4 DE AGOSTO DE 1976


La Carta del obispo de la Rioja, Marcelo Colombo



Mis queridos hermanos:


Con gran alegría quiero comunicarles que el Santo Padre Francisco ha autorizado en estas horas la publicación del decreto que reconoce el martirio en odio de la fe, padecido por Mons. Enrique Angelelli, los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera.
Cercanos los 50 años del comienzo del ministerio pastoral riojano de Mons. Angelelli, vivimos este importante paso en el camino hacia la próxima beatificación de nuestros mártires riojanos.
En sus palabras cálidas y paternales, al comunicarme esta hermosa novedad, el Santo Papa Francisco me animó a comenzar cuanto antes los trabajos preparatorios para la oportuna beatificación de Mons. Angelelli y sus compañeros mártires y me expresó su alegría que este próximo 4 de agosto en La Rioja tengamos esta hermosa noticia para celebrar la Vida que nos viene del Señor y que en Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao fue entregada por amor a Dios y a los hombres.
Muy conmovido de poder darles este anuncio tan esperado, agradezco a Dios que nos ha permitido como diócesis y junto a los Frailes Franciscanos Conventuales, acompañar este proceso canónico que puso de relieve la nobleza de la entrega de nuestros mártires, testigos con su sangre del Reino de Dios.
En las próximas semanas podré comunicarles más detalles de la ceremonia de beatificación que compromete desde ya nuestra oración.
¡Dios bendiga a La Rioja y su Iglesia! ¡Dios bendiga al pueblo riojano!
Los abrazo y bendigo en Jesús, nuestro Niño Alcalde y Buen Pastor.
La Rioja, 8 de junio de 2018
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
+Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo

http://riojavirtual.com.ar/francisco-declaro-beato-al-obispo-enrique-angelelli/