jueves, 3 de marzo de 2016

DECONSTRUIR PARA RECONSTRUIR Por JOSÉ ANTONIO REVUELTA



Deconstruir para reconstruir


Publicado: 29 febrero, 2016 en ACTUALIDAD


DECONSTRUIR PARA RECONSTRUIR II
De la Iglesia-institución al jesuanismo (cristianismo)
JOSÉ ANTONIO REVUELTA, revueltaja@yahoo.es
PALENCIA.



ECLESALIA, 29/02/16.- ‘Al suave, al suave’ -dicen los centroamericanos. O ‘menos lobos, Caperucita’.



Lo que vamos pretendiendo es ‘deconstruir’ (en el sentido que expresábamos al inicio) la institución en que se ha convertido el cristianismo. Porque parece que Jesús de Nazaret no pensó fundar una nueva institución religiosa, con las características propias de cualquier religión. Sino la superación del judaísmo y de todas las religiones.

Lo suyo fue un movimiento (el movimiento de Jesús), una espiritualidad. En el siglo II, los paganos todavía consideraban ateos a los cristianos, porque no tenían religión. Pronto el evangelio sería contrapesado por la religión.

Con frecuencia se ha comentado que los cuatro primeros grandes concilios ecuménicos [Nicea (325), I Constantinopla (381), Éfeso (431) y Calcedonia (451)] sustituyeron en la iglesia cristiana a los cuatro evangelios. Hoy, afortunadamente y después de siglos, recuperamos los evangelios, pero el constructo teológico cristológico, que en cierto sentido los sustituyó, sigue ocupando el centro del cristianismo, como un enclave que se resiste a su estudio y reinterpretación o reformulación.

Esta pieza esencial e intocable del cristianismo es la que está crujiendo, presionada por la nueva presencia del pluralismo religioso, por la transformación de las perspectivas teológicas, por las nuevas cosmovisiones del sentido religioso, por el diálogo interreligioso, etc.

En el mensaje y vida de Jesús de Nazaret, Dios es siempre el “Dios del Reino” y el Reino es siempre el “Reino de Dios”, de modo que teocentrismo y reinocentrismo se implican mutuamente. Es la sola realidad dual que predicó, vivió y pretendió Jesús: Comunicarnos cómo es Dios-Padre-Madre y su Proyecto o Plan del Reino. Nada más.

Entonces empecemos por deconstruir todo ese constructo de creencias, prácticas, ritos… para partir de nuevo (directamente) de Jesús de Nazaret, del Evangelio -tan sencillo y nuclear, tan humano. Y vayamos reconstruyéndolo paso a paso, para no quedarnos cortios. Con el mundo actual en una mano y Jesús en la otra. “Profundizar en lo humano, para ascender a lo ‘divino’. El resto es magia”.

Naturalmente que el cambio es ingente. Nos tiembla el pulso con solo pensarlo. Menos mal que el Papa Francisco -como quien no quiere la cosa- ya ha comenzado por la mandorla del Evangelio, dejando en penumbra el resto. Y es que unas minorías de clérigos, bastantes religiosos, comunidades laicas y teólogos de distintos continentes se muestran convencidos de que ese es el camino. Pero “no se ganó Zamora en una hora” -apunta el refrán-. ¿Qué diremos de esta aventura en la que peregrinamos por más de 17 siglos?… 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Por hoy vale.




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martes, 23 de febrero de 2016

FERNANDO CARDENAL, UNA VIDA COMPROMETIDA CON LA JUSTICIA


26 de enero de 1934
20 de febrero de 2016







30 de Mar de 2009

Fernando Cardenal, una vida comprometida con la justicia




Nacido en 1934 en Granada (Nicaragua), cursó estudios superiores de Humanidades Clásicas y de Filosofía en la Universidad Católica de Quito (Ecuador) y de Teología en el Instituto Libre de Filosofía (México D.F.). En 1967 fue ordenado sacerdote jesuita. Entre 1973 y 1977 ejerció como catedrático de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Fue fundador en 1977 de la Comisión Nicaragüense de Derechos Humanos.

Tras el triunfo de la revolución sandinista, aceptará importantes responsabilidades, como las de coordinador nacional de la Cruzada Nacional de Alfabetización (1979-1980), considerada uno de los hitos de instrucción pública en Latinoamérica dado que redujo en cinco meses el analfabetismo de un 51% a un 12,9%. En la Cruzada hubo 80.000 voluntarios alfabetizadores, en un país que entonces tenía tres millones de habitantes.

Dedicaron su tiempo libre a enseñar a leer a los campesinos en las montañas y en el medio rural. Por este motivo recibió el Premio Nadezhda Krupskaya de la UNESCO en 1981. Así mismo este organismo de la ONU para la cultura declaró los archivos de la Cruzada como parte de la "Memoria del Mundo".

Obligado a abandonar la Compañía de Jesús en 1984 por su participación en el Gobierno sandinista, en donde llegó a ser también vicecoordinador nacional del Movimiento Nacional de la Juventud Sandinista de Nicaragua (1980-1984) y ministro de Educación (1984-1990).

Una vez readmitido por la Compañía de Jesús en 1996, Cardenal es director nacional de Fe y Alegría de Nicaragua (desde 1999) y coordinador de la Red Centroamericana de Fe y Alegría (2000-2001). Esta organización, que en España está representada por Enteculturas, educa 1,2 millones de alumnos en América, África y Asia. En Nicaragua tiene 10.000 alumnos, en 24 centros. Fe y Alegría está donde termina el asfalto, donde acaban los servicios públicos, donde es aún más necesaria una enseñanza de calidad.





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ENLACE RELACIONADO: 





FERNANDO CARDENAL


Fernando Cardenal.mp4







La historia de Fernando Cardenal, jesuita, teólogo de la liberación, ex ministro de educación en los años 80, década donde también dirigió la Cruzada Nacional de Alfabetización. Actualmente es director de Fé y Alegría, organización que trabaja por el desarrollo de la educación en Nicaragua.*


* La nota fue realizada hace ya tres años.


MURIÓ EL SACERDOTE NICARAGÜENSE FERNANDO CARDENAL






› PADRE DE LA ALFABETIZACIÓN SANDINISTA

Murió el sacerdote nicaragüense Fernando Cardenal


El cura jesuita, hermano del poeta Ernesto Cardenal, fue uno de los referentes de la Teología de la Liberación y ejerció el cargo de ministro de Educación durante la revolución sandinista, motivos por los cuales el papa Juan Pablo II le prohibió el ejercicio religioso en 1984, hasta que Francisco se lo volvió a permitir en 2014. Tenía 82 años y falleció en un hospital de Managua, donde era tratado por una hernia umbilical.


Como titular de la cartera educativa nicaragüense durante el gobierno del Frente Sandinista, Fernando Cardenal dirigió la Cruzada Nacional de Alfabetización, que movilizó a más de 60 mil jóvenes como parte de un esfuerzo nacional para elevar la tasa del alfabetismo en el segundo país más pobre de las Américas.

En 1984, el papa Juan Pablo II le suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio, junto con su hermano Ernesto y otros cuatro religiosos nicaragüenses por defender la teología de la liberación y ocupar cargos en el gobierno, aduciendo que era incompatible con su condición de religiosos.

"Quiero luchar por la liberación de los pobres, luchar la justicia", escribió en una ocasión para justificar su cargo gubernamental. Nacido el 26 de enero de 1934, en el seno de una familia aristocrática de la ciudad de Granada, unos 45 kilómetros al sureste de Managua. Tras su nombramiento como ministro de Educación, ocupó el cargo entre los años 1984 y 1990. Al momento de su muerte se desempeñaba como director nacional del movimiento de educación popular "Fe y Alegría".

Abandonó la política activa en 1995, cuando advirtió que el proceso revolucionario había perdido el norte y, junto a su hermano Ernesto, se convirtió en beligerante crítico del proyecto que apoyó desde diveresos cargos.

El superior de la Compañía de Jesús en Nicaragua, Iñaki Zubizarret, había informado que el padre Fernando Cardenal fue intervenido quirúrgicamente de una hernia umbilical el pasado 9 de febrero. Poco después su cuerpo rechazó una malla abdominal que le fue colocada y murió tras surgir una fuerte infección. 





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NICARAGÜA: "COMO LOS SANTOS" (1) DORA MARÍA TELLEZ





NICARAGUA: “Como los santos” (1) Dora Maria Tellez



Posted: 22 Feb 2016 08:51 AM PST




Había anochecido cuando Oscar Pérez-Cassar y yo, parte de un mar de gente, llegamos a la placita frente al colegio salesiano en el barrio Monimbó de Masaya. Rápidamente, aquel hombre subió al alfeizar de una ventana de la pequeña iglesia y siendo sostenido de las piernas por algunos de los asistentes pronunció un apasionado discurso. Era Fernando Cardenal, sacerdote jesuita, que horas antes había regresado a Nicaragua, como parte del Grupo de los Doce, desafiando a la dictadura somocista, tomándose el riesgo de ser capturado y asesinado por difundir un mensaje de rebelión y esperanza.

Pérez-Cassar lo conocía desde hacía tiempo, pues había sido integrante del grupo de jóvenes con quienes Fernando había fundado el Movimiento Cristiano, una expresión de militancia revolucionaria construida desde una fe religiosa que salía de los misales a tomarse las calles, como en todo el continente.

Era ya muy conocido. Hacía pocos meses, armado con dos maletines, había llegado al Congreso de los Estados Unidos con una denuncia detallada y contundente de la represión en Nicaragua, que había preparado con Eduardo Contreras. Fernando había prestado su voz para que hablaran por ella los campesinos y campesinas perseguidos, torturados y asesinados de las montañas del país.

En aquella comparecencia, como en la placita de Monimbó, como en toda su vida, Fernando puso su corazón y su energía. Nunca antes en aquel lugar se habían escuchado esas verdades en ese tono. Cuando un congresista le preguntó que calificara, del uno al diez, la represión de Pinochet en Chile y la de Somoza en Nicaragua, le respondió que no se trataba de un concurso, sino de las vidas de miles de personas y comunidades enteras.

Nacido en cuna privilegiada, conoció la pobreza en un barrio de Medellín, Colombia, donde pasaba una de las etapas de su formación sacerdotal. Los niños y niñas hambrientas, las personas sin esperanzas, la comunidad marginada atravesaron su conciencia para siempre. Salió de ahí decidido a consagrar su vida a los más pobres, a los abandonados y marginados. Y lo cumplió.

Confiando su esperanza en la juventud, siendo vicerrector, acompañó a los estudiantes de la UCA en sus demandas a la propia universidad y en la lucha por liberarlos de la cárcel. Años después, lo sorprendió el terremoto ayunando con un grupo de jóvenes en la catedral de Managua para proclamar una navidad sin niños pobres. Luego del triunfo de la revolución sandinista, anduvo con los alfabetizadores por los rincones del país y más adelante, y el resto de su vida, con maestras y maestros, abriendo camino a una educación de calidad, convencido que era una manera de construir oportunidades para que miles salieran de la pobreza.

Pero, primero, hay que sacar de la pobreza a la educación misma. Cuando lo invitaron de la Asamblea Nacional, para conmemorar la Cruzada Nacional de Alfabetización, fue, no a vanagloriarse de sus logros, sino a decir lo que la mayoría dominante no quería escuchar: que estaban dejando a la educación sin recursos, que habían miles de niños y niñas sin escuela, que otros países ya estaban dedicando más dinero, que debían asumir esa responsabilidad.

Así fue Fernando, directo, claro y decidido toda su vida para luchar por una Nicaragua mejor. Y pagó el precio que cada vez le fue requerido. Arriesgó su vida y su integridad física, desechó cargos y promociones, pues no era hombre de pasarelas. No pretendía ser un santo de altar o un prócer de papel, solo quería servir con amor y con pasión, con consecuencia absoluta, intachable.

Así vivió también su vocación sacerdotal, a prueba de grandes adversarios y de grandes adversidades. Cuando fue forzado a decidir entre la permanencia en su orden religiosa y su llamado de servicio, optó por su compromiso de Medellín, pero continuó honrando sus votos, diferenciando con absoluta claridad, lo formal de lo real. Continuó viviendo en la casa de la comunidad y después de años de acampar a las puertas de la Compañía de Jesús fue nuevamente admitido y tuvo la extraordinaria humildad de volver a recorrer el camino anterior, tratado como si fuese un recién llegado. Esa excepcionalidad lo convirtió, probablemente, en el único jesuita que lo ha sido dos veces. Él perseveró donde otros querían que se rindiera.

Cuando sintió que los ideales de libertad y justicia social, estaban siendo traicionados por la corrupción de una parte de sus líderes, tuvo la entereza de abandonar al Frente Sandinista para siempre, pero enfermó de tristeza al ver la cruel decadencia de algunos que habían sido símbolos de la revolución y a quienes debería enfrentar en lo sucesivo.

Su misión de servicio no dependía de carnet o camisetas, su intransigencia contra la corrupción, tampoco. En una ocasión, se acercó a saludarlo un pariente suyo que ostentaba un alto cargo en el sistema electoral, Fernando lo rechazó diciéndole, en claro y llano lenguaje nicaragüense, que estaba lleno de inmundicia.

Con profunda empatía, hace unas semanas hizo público su posicionamiento favorable al aborto terapéutico cuando la vida de las madres corre peligro. Dónde otros, en afán electorero, encontraron piedras para lapidar mujeres y condenarlas a muerte, Fernando tuvo compasión, es decir, se identificó con su dolor y el de sus hijos. Atento a los desafíos de los tiempos, frente al enorme riesgo que significa la eventual construcción de un canal interoceánico por Nicaragua, respondió, apasionado siempre, circulando una propuesta inspirada en la encíclica Laudato Si, para hacer una cruzada por el medio ambiente.

En un momento como el que atraviesa Nicaragua, cuando en los escaparates se exhiben todo tipo de servicios para ser vendidos o alquilados al poder político dominante, el ejemplo de la vida de Fernando es un destello para despertar de nuestro adormecimiento, para sanar corazones rotos, para irrumpir en la memoria colectiva devolviéndonos la mejor imagen de nosotros mismos, quebrando en pedazos el espejo construido por quienes son dueños del yugo que nos oprime, que da un reflejo falseado de lo que somos.

Lo mejor de nosotros es la imagen que Fernando nos devuelve: la rebeldía apasionada, decidida e íntegra que lucha cada día por una Nicaragua mejor, no el pragmatismo oportunista y serpenteante, ni el escepticismo desmoralizado y desmoralizador.

Fernando que tocó con su vida la de varias generaciones, libra ahora su batalla final, la de catalizar nuestra esperanza y ser levadura para nuestros sueños.

Es tiempo, pues, de “volver a las calles a hacer historia”.


Managua, 22 de febrero de 2016.










FERNANDO CARDENAL, SJ MISA DE ENTIERRO SERMÓN




Fernando Cardenal, SJ Misa de entierro Sermón.


22 FEB 2016




Quisiera compartir con ustedes este enlace,



a mi video de la misa de entierro del P. Fernando Cardenal, SJ, el 21 de febrero: Fernando Cardenal, SJ Misa de entierro Sermón.

Fernando, Jesuita nicaragüense — Director de la Cruzada Nacional de Alfabetización en 1980, Ministro de Educación en el gobierno revolucionario sandinista, Director de Fe y Alegría — murió el 20 de febrero de 2016.

En la misa funeral, el rector de la Universidad Centroamericana de Nicaragua leyó el “Testamento” de Fernando, en que Fernando denuncia las injusticias y corrupción en su país.

Para leer el Testamento:


Abrazos,

José Mulligan, SJ
Nicaragua


Zona de los archivos adjuntos





noname.eml







Fernando Cardenal, SJ misa de entierro sermón


https://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com

jueves, 18 de febrero de 2016

EN SU REGRESO E MEXICO, FRANCISCO APUNTO CONTRA TRUMP


"Una persona que sólo piensa en construir muros y no en construir puentes, no es cristiano"




"Votar o no votar, yo en eso no me meto. Solo digo, no es un cristiano", dijo el Papa sobre Trump.


› "NO ES CRISTIANO"

En su regreso de México, Francisco apuntó contra Trump

El Papa brindó una conferencia de prensa en el avión que lo trasladó desde México a Roma y fue consultado por la postura anti-inmigración del candidato a la presidencia de EEUU en las primarias republicanas. "Una persona que sólo piensa en construir muros y no en construir puentes, no es cristiano", expresó.





El papa Francisco insinuó que el precandidato presidencial estadounidense Donald Trump, "no es cristiano" debido a sus promesas de campaña de levantar un muro en la frontera con México y deportar a más inmigrantes. "Una persona que sólo piensa en construir muros, sea donde sea, y no en construir puentes, no es cristiano. Eso no está en el Evangelio", dijo el papa argentino en conferencia de prensa en el avión que lo lleva de regreso tras su visita a México, al ser consultado sobre si un cristiano podía votar a Trump.

El pontífice también dejó abierta la posibilidad de métodos anticonceptivos ante los peligros del virus zika y la posibilidad de que los bebés infectados nazcan con microcefalia. Recordó que el papa Pablo VI "en una situación difícil en África (la guerra en el Congo Belga) permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos en los que fueron violadas". Sin embargo, pidió "no confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto".

"El aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer", consideró Bergoglio. En cambio, admitió que "evitar el embarazo no es un mal absoluto".

Francisco llamó a los médicos a que "hagan de todo para encontrar también las vacunas contra estos mosquitos que contagian esta enfermedad". "Sobre esto se debe trabajar", concluyó.





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