lunes, 24 de noviembre de 2014

UN JUICIO EXTRAÑO Por José Antonio Pagola (ECLESALIA)

"Nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio. Ahora nos estamos acercando o alejando de los que sufren. Ahora nos estamos acercando o alejando de Cristo. Ahora estamos decidiendo nuestra vida."

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23 de noviembre de 2014, Solemnidad de Cristo Rey

UN JUICIO EXTRAÑO


Un juicio extraño
Publicado: 19 noviembre, 2014 en BIBLIA
Etiquetas:CompasiónDiosJesús





JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).



ECLESALIA, 19/11/14.- 


Las fuentes no admiten dudas. Jesús vive volcado hacia aquellos que ve necesitados de ayuda. Es incapaz de pasar de largo. Ningún sufrimiento le es ajeno. Se identifica con los más pequeños y desvalidos y hace por ellos todo lo que puede. Para él la compasión es lo primero. El único modo de parecernos a Dios: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo».

¿Cómo nos va a extrañar que, al hablar del Juicio final, Jesús presente la compasión como el criterio último y decisivo que juzgará nuestras vidas y nuestra identificación con él? ¿Cómo nos va a extrañar que se presente identificado con todos los pobres y desgraciados de la historia?

Según el relato de Mateo, comparecen ante el Hijo del Hombre, es decir, ante Jesús, el compasivo, «todas las naciones». No se hacen diferencias entre «pueblo elegido» y «pueblo pagano». Nada se dice de las diferentes religiones y cultos. Se habla de algo muy humano y que todos entienden: ¿Qué hemos hecho con todos los que han vivido sufriendo?

El evangelista no se detiene propiamente a describir los detalles de un juicio. Lo que destaca es un doble diálogo que arroja una luz inmensa sobre nuestro presente, y nos abre los ojos para ver que, en definitiva, hay dos maneras de reaccionar ante los que sufren: nos compadecemos y les ayudamos, o nos desentendemos y los abandonamos.

El que habla es un Juez que está identificado con todos los pobres y necesitados: «Cada vez que ayudasteis a uno de estos mis pequeños hermanos, lo hicisteis conmigo». Quienes se han acercado a ayudar a un necesitado, se han acercado a él. Por eso han de estar junto a él en el reino: «Venid, benditos de mi Padre».

Luego se dirige a quienes han vivido sin compasión: «Cada vez que no ayudasteis a uno de estos pequeños, lo dejasteis de hacer conmigo». Quienes se han apartado de los que sufren, se han apartado de Jesús. Es lógico que ahora les diga: «Apartaos de mí». Seguid vuestro camino…

Nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio. Ahora nos estamos acercando o alejando de los que sufren. Ahora nos estamos acercando o alejando de Cristo. Ahora estamos decidiendo nuestra vida.







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jueves, 20 de noviembre de 2014

LOS DISCÍPULOS DEL OBISPO ANGELELLI Por Ailín Bullentini


Los familiares de Carlos de Dios Murias y de Enrique Angelelli en los tribunales de La Rioja, en 2012.


EL PAIS › NUEVO JUICIO POR EL ASESINATO DE LOS CURAS CARLOS DE DIOS MURIAS Y GABRIEL LONGUEVILLE


Los discípulos del obispo Angelelli

Comienza hoy el juicio al militar retirado Angel Ricardo Pezzetta. Por este hecho ya fueron condenados a perpetua los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella y el ex comisario Domingo Vera.

Por Ailín Bullentini



El secuestro, las torturas y el asesinato de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, que trabajaron como sacerdotes en el pueblo riojano de Chamical durante la última dictadura cívico-militar, volverán a partir de hoy a analizarse frente a la Justicia. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja juzgará al militar retirado Angel Ricardo Pezzetta, imputado por la privación ilegítima de la libertad, tormentos aplicados y homicidio de los dos curas sucedidos en julio de 1976.


Pezzetta y Juan Carlos “Bruja” Romero habían quedado afuera del primer juicio que se desarrolló entre septiembre y diciembre de 2012 en torno de las muertes de Murias y Longueville, pero fueron procesados por esos hechos en marzo de 2013. En aquel debate, la Justicia consideró probados los hechos que culminaron en el asesinato de Murias y Longueville, el primer caso fatal en el amedrentamiento y persecución que sufrió el grupo de sacerdotes liderado por el obispo de La Rioja Enrique Angelelli, desde meses antes del golpe militar. Estableció que un grupo de personas identificadas como policías fueron a buscarlos la noche del 18 de julio de 1976 a la casa de las Hermanas de San José, en Chamical, donde cenaban; que se los llevaron con la excusa de que debían declarar en la sede de la policía en la capital provincial; que, en realidad, los llevaron a la Base Aérea de Chamical, en donde los interrogaron con torturas; que luego los trasladaron, con los ojos vendados, hasta un terraplén cercano a la Ruta provincial 38, en donde los fusilaron, y que allí fueron abandonados.

Inmediatamente después de la muerte de “los curitas” vino la del catequista Wenceslao Pedernera y, unos días más tarde, la del propio Angelelli. Por todo aquello, los militares retirados Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella y el ex comisario Domingo Vera recibieron prisión perpetua.

La “Bruja” Romero falleció en septiembre de 2013 y, aunque estaba con prisión preventiva, esquivó la condena. Así, Pezzetta quedó como único imputado: se lo acusa de la privación ilegítima de la libertad, la aplicación de tormentos y el homicidio de Murias y Longueville, todos delitos considerados de lesa humanidad. Desde su procesamiento, Pezzetta permanece detenido en Marcos Paz.

La base de la acusación contra Pezzetta es el lugar que ocupó en la cadena de mando militar. Al momento de los hechos, estaba a cargo de la sección de Inteligencia de la Base Aérea de Chamical, por donde pasaron Murias y Longueville. Estrella, que purga dos condenas a perpetua –la correspondiente al secuestro, torturas y muerte de los sacerdotes y la referida al homicidio de Angelelli—, era segundo jefe de esa base. Menéndez, también condenado en ambas causas, era jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.

“La posición de mando que ejercía Pezzetta implicaba per se que habría tenido dominio sobre una parte fundamental del aparato de poder y, en consecuencia, sobre los hechos a partir de las órdenes que retransmitían y cuyo cumplimiento era de su incumbencia vigilar”, surge del auto de elevación a juicio, emitido en marzo de este año en base a los requerimientos emitidos por la Fiscalía y las querellas, representadas por las secretarías de Derechos Humanos provincial y nacional, y la hermana de Murias, María Cristina. Según ese texto, Pezzetta ocupó una posición jerárquica dentro de la estructura militar que desarrolló los hechos investigados como parte de “objetivos” enmarcados en la “lucha contra la subversión” que, “entre otras formas, en La Rioja se expresó en la modalidad de persecución a individuos pertenecientes o vinculados con la Iglesia Católica”.

El TOF de La Rioja está compuesto por jueces subrogantes: José Asís y Mario Garzón provienen de Córdoba; Juan Carlos Reynaga, de Catamarca. En representación de las secretarías de Derechos Humanos trabajarán Guillermo Díaz Martínez y Bernardo Lobo Bugeau. Por María Cristina Murias, querellarán Viviana y María Elisa Reinoso y Adriana Mercado Luna. El fiscal es Daniel Illanes.








http://www.pagina12.com.ar/


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MÁRTIRES JUNTO A MONS. ENRIQUE ANGELELLI




Gabriel Longueville
Carlos De Dios Murias
Wenceslao Pedernera

Siempre vivos, siempre presentes!!

BuenaNueva21.-

lunes, 17 de noviembre de 2014

LAS FOSAS CLANDESTINAS Por Yolanda Chávez

eclesalia.wordpress.com

"¿Dónde están todas estas personas desaparecidas por iniciativa de unos pocos en cuyas manos está el poder?" 

Yolanda Chávez, de la nota publicada.-


Las fosas clandestinas

grito...










Publicado: 17 noviembre, 2014 en DENUNCIA / ANUNCIO 

LAS FOSAS CLANDESTINAS


YOLANDA CHÁVEZ, yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).
ECLESALIA, 17/11/14.-


La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa estado de Guerrero en México el pasado 26 de septiembre, llamó la atención internacional, y como consecuencia, forzó una búsqueda para encontrarlos, removiendo la tierra de cuantas fosas clandestinas fueron encontradas.

No se sabe cuántos cuerpos contienen las fosas comunes, tampoco si pertenecen a los estudiantes desaparecidos. Los cuerpos encontrados fueron desmembrados, apilados, calcinados…la vida les fue arrancada de manera salvaje y violenta.


Esta búsqueda, remueve también el polvo de las fosas comunes en la memoria colectiva mexicana: Los feminicidios y asesinatos de mujeres que se vienen cometiendo en Ciudad Juárez, Chihuahua. Hasta el 2012 eran más de 700. Pero las desaparecidas van mucho más allá de ese número, números de los que ya nadie habla.


Hay más de 26 mil desaparecidos en “la guerra contra el narcotráfico” desatada por el pasado presidente mexicano. Las fosas para ir sepultando a esa cantidad de desaparecidos, pueden estar en cualquier parte del territorio del país y jamás ser encontradas.
De acuerdo con asociaciones civiles, son más de 70 mil los migrantes centroamericanos desaparecidos en territorio mexicano donde no se les cataloga como víctimas, por lo cual no se inician investigaciones y búsquedas oficiales por parte del gobierno. Esas fosas no se escarban.

¿Dónde están todas estas personas desaparecidas por iniciativa de unos pocos en cuyas manos está el poder?


El poder para investigar, para impartir justicia. No el poder enfermo que envenena, apetito que nunca se sacia. Este apetito insaciable lleva a quienes lo padecen, a abusar, someter y humillar, a tomar con una facilidad que espanta la vida de los demás y desaparecerlos después en fosas clandestinas.

Afortunadamente en estas fosas no está todo enterrado. Paralela a esta realidad de muerte, hay una realidad de vida.
Hay voces que se levantan para que la humanidad, el sueño de Dios sea posible también en México: La vida cuidando la vida.


Hay oídos que escuchan, seres humanos fraternales que se conmueven, que van más allá de leer las estadísticas y los números.
Hay quienes toman acción y no permanecen pasivos, allanan caminos hacia la utopía del Reino porque creen que es si posible.


Hay los que no pierden la esperanza de que todos los mexicanos llegaremos a ser verdaderos seres humanos de conciencia despierta, alerta, responsables de nuestras acciones y nuestros hermanos, que sabremos conducirnos respetando el valor de la vida. La esperanza de que un día ya no haya más fosas en ningún lugar del país porque no permitiremos que nada clandestino nos deshumanice. 



(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).



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domingo, 9 de noviembre de 2014

LA CONFESIÓN DEL CURA BONAMÍN por Claudio Mardones


Investigadores - Lucas Bilbao y Ariel Lede llevan seis años desmenuzando el contenido de los diarios personales de Victorio Bonamín 
 Foto: mariano vega

09 de Noviembre de 2014


Dos investigadores sociales trabajan en los diarios personales del ex provicario castrense


La confesión del cura BonamínClaudio Mardones


Los textos, salvados de la incineración, revelan que la Iglesia aportó 400 capellanes para acompañar la lucha antisubversiva.

Tiempo accedió a ellos en exclusiva.


Antes de morir a los 82 años, en Funes, provincia de Santa Fe, monseñor Victorio Manuel Bonamín pasó los últimos tiempos de su vida quemando papeles. Se lo confesó al investigador José Pablo Martín en una célebre entrevista que dio, quizás la única, antes de fallecer el 11 de noviembre de 1991, luego de transitar su ancianidad en el seminario de la Casa Obra Salesiana Ceferino Namuncurá, un lugar que las Fuerzas Armadas utilizaron durante la última dictadura militar para desaparecer, al menos, a tres personas. 

Bonamín, rosarino de nacimiento, fue provicario castrense entre abril de 1975 y marzo de 1982 y su cercanía con los mandos militares muchas veces fue igual, o mayor, a la que mantuvo su jefe Adolfo Servando Tortolo, el vicario general de las Fuerzas Armadas y dos veces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Nunca se sabrá cuántos documentos, fichas y archivos habrá incinerado Bonamín en su remanso salesiano. Según contó en 2011 Susana Beatriz Castiglione, sobreviviente del centro clandestino de detención que funcionó dentro de Campo de Mayo, el prelado castrense tenía fichas con información de desaparecidos y de represores. Quizás fueron consumidas por el fuego de las hogueras secretas que confesó Bonamín. Pero existe una parte de esa colección de documentos que se salvó de la incineración. Son los diarios personales que escribió el provicario entre 1975 y 1976 de puño y letra. Una detallada agenda diaria, de lunes a lunes, hora por hora, donde el cura anotaba cada una de sus reuniones, reflexiones y conclusiones durante dos de los años más tormentosos de la política argentina. Es posible que esa fruición se haya extendido a lo largo de una bitácora íntima más amplia que incluyera todos los años de plomo. Por ahora no hay forma de saberlo, aunque los registros personales de Bonamín, entre el fin de la democracia y el comienzo de la dictadura, aportan un relato en primera persona sobre la estrecha relación que existía entre los mandos militares y la Iglesia Católica argentina. Los documentos son parte de un extenso trabajo realizado durante más de seis años por los investigadores sociales Ariel Lede y Lucas Bilbao, que recibieron el diario personal de manos de un reconocido archivista eclesiástico: el sacerdote tercermundista de la orden de los jesuitas José María Meissegeier.

En sus 750 páginas, el diario personal refleja todos "los encuentros, sensaciones, tareas, compromisos y reuniones que tuvo Bonamín", explican los investigadores a Tiempo Argentino luego de haber concluido el trabajo sobre la primera documentación escrita en primera persona que refleja la estrechísima relación entre la Iglesia y las Fuerzas Armadas antes y durante el golpe. Los originales ahora están atesorados en la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires, pero cada uno de sus párrafos fueron minuciosamente leídos y entrecruzados por ambos jóvenes para construir el primer estudio sistemático sobre el vicariato castrense en la Argentina. 

"Bonamín se reunió con más de 700 miembros de las tres Fuerzas Armadas en esos dos años y, entre ellos, con diez integrantes de la SIDE y otros diez de la inteligencia militar", cuenta Lede para graficar que el provicario no sólo hablaba con los capellanes, sino que tenía un trato directo con buena parte de los oficiales y suboficiales que luego se encargarían de administrar los centros clandestinos de detención que el vicariato castrense acompañaría con una gran cantidad de capellanes. Los caminos para esos hallazgos fueron abiertos a partir del diario personal del pro vicario. Gracias a su lectura y al entrecruzamiento con distintas fuentes oficiales que hicieron Lede y Bilbao, ahora se puede saber que la Iglesia Católica aportó 400 capellanes entre 1975 y 1983 para acompañar "la lucha antisubversiva" que implementó la Junta Militar durante su gobierno. La cifra es mucho mayor a los números conocidos. 

"Hasta ahora no había un registro sintetizado y completo, pero cruzamos listados oficiales, del Ministerio de Defensa, los boletines del vicariato y los 60 que había en los registros y hemos podido demostrar que el vicariato castrense nunca fue una institución separada de toda la Iglesia", explica Bilbao. La prueba, agrega Lede, radica en que el vicariato "se componía de capellanes castrenses y auxiliares. Los castrenses tenían trabajo exclusivo y los auxiliares tenían su tarea en la parroquia y colaboraban con el vicariato. Para que esos capellanes auxiliares integraran el vicariato necesitaban la autorización del obispo diocesano, y a partir del entrecruzamiento que hicimos, hemos podido concluir que los capellanes auxiliares conformaron, entre los años '75 y '83, el 75% del personal del vicariato, con lo cual comprobamos que se trataba de la institución eclesiástica y militar que físicamente dependía de la autoridad de la Iglesia en general, que le brindaba sacerdotes para que funcionaran como capellanes. De otro modo el vicariato no habría tenido la presencia que tuvo en todo el territorio nacional y eso fue volcado en toda la zonificación militar, con un despliegue que cubrió no solamente los comandos de zona, sino cada uno de los batallones, grupos y regimientos que son los que estaban a cargo de la represión directa y de los centros clandestinos. A tal punto que era así, que hemos descubierto que hubo alrededor de 100 capellanes, mucho más que los 30 que se tenían hasta ahora por denuncias, y que tuvieron relación con unidades militares que alojaron centros clandestinos o bien que administraban centros militares en otras unidades dependientes", detalla el joven. 

De ese total de auxiliares "el 30% dependía de las órdenes y congregaciones, no del clero secular", acota Bilbao y resume que "la orden de los salesianos aportó 40 capellanes del total de 400, los franciscanos otros 20 y los jesuitas están en el tercer puesto de órdenes aportantes con siete sacerdotes".

INTIMIDADES DEL GOLPE. 

Entre la dedicación exclusiva al vicariato de Bonamín y la función mixta que ejercía Tortolo, como vicario y arzobispo, radica la confirmación del papel central que jugó el provicario castrense. El detalle está en su agenda personal, donde Lede y Bilbao descubrieron su desempeño para "contener las internas militares para la guerra antisubversiva y abogar por la unidad de los militares. Se lo puede ver a Bonamín en todos sus actos y alocuciones abogando por esa unidad para enfrentar al enemigo. Y eso también aparece en sus diarios, donde Bonamín se destaca no sólo porque en su ideario lo teológico y lo militar está muy sintetizado, casi mejor que ningún otro obispo en el país, sino porque además era uno de los jefes de la institución que articulaba las relaciones entre las FF AA y la Iglesia, pero también entraba al gobierno como interlocutor".

Con semejantes funciones a su favor, Bonamín refleja en sus diarios personales la importancia que tuvo el Operativo Independencia, la ofensiva militar promovida por las Fuerzas Armadas que lanzó el gobierno de Isabel Perón en 1975 para "combatir a la guerrilla". A partir de esa intervención militar antes del golpe, comienzan a llegar los "problemas de conciencia" por la utilización de la tortura y la violación de prisioneros. "A fines del 75 comienza a aparecer la muerte y la tortura en sus anotaciones. Sobre todo porque vienen los capellanes a contarle que hay intranquilidad de conciencia en la tropa o porque el mismo asiste a algunas unidades militares y los directores le piden que les dé una conferencia para abordar este problema. Así empiezan a aparecer en su diario los títulos de conferencias de adoctrinamiento que funcionaron como instancias de formación y también de legitimación religiosa de la violencia: "Religión y combate", "Matar en combate", "Visión teológica militar", "Criterios sobrenaturales al accionar de los militares" y "Administradores de la fuerza"", detallan los investigadores. 

Los adoctrinamientos oficiales de la Iglesia en Tucumán para 1975, que surgen del diario personal de Bonamín, luego se extenderían al resto del país durante el golpe. "En un momento entiende que tienen que "aunar criterios los capellanes" y entonces organiza reuniones de los capellanes con Tortolo, para fomentar la justificación teológica para que se muevan con la misma línea discursiva", cuenta Lede sobre los diarios, donde Bonamín escribió las quejas de algunos capellanes, especialmente uno de Córdoba, que le advirtió que "están actuando por mano izquierda" en referencia a las violaciones y torturas atroces.

Antes del derrocamiento de Isabel Perón, Bonamín tejía el golpe en sendas reuniones. En cada una de ellas, según su propio puño y letra, hablaba de "la situación", como una forma de cifrar en silencio la marcha del golpe que, en algunas páginas vaticina para el 3 de marzo y otras para algunos días después. Página por página, Bonamín anota los detalles de sus aportes para la conspiración. El 17 de noviembre de 1976 escribió: "promuevo una reunión de comandos militares y el secretario general para el problema "seguridad en la casa fría estirada" luego invitamos a monseñor Graselli por el problema que nos crean los que acuden a él por presos políticos, etcétera", en directa referencia al Operativo Independencia, su aplicación, y a monseñor Emilio Grasselli, ex secretario de la vicaría castrense y capellán militar, cuya indagatoria fue solicitada a la justicia acusado de desorientar "dolosamente" a familiares de desaparecidos. 

En otra oportunidad, Bonamín refleja que las visitas a las unidades militares tenían un cometido amplio. "En la Escuela de Infantería Campo de Mayo, invitado por el director coronel García. Debía ir para cenar y luego entretenerme 15 minutos con la Compañía 'General Paiva' que se está entrenando tipo comando para la lucha anti guerrilla, aguerridísima! Pero me encontré con que toda la escuela estaba esperándome para una conferencia en el salón. Improvisé sobre religión y combate. Después sí, cena y 'buenas noches' (tema pedido: matar en combate) (Hay intranquilidades de conciencia) De regreso salimos cerca de las 23."

Otros tramos reflejan el poder de la vicaría castrense. El 6 de febrero de 1976, 45 días antes del golpe, registra: "Gral. Buasso, vino a saludar a Monseñor Tortolo, de paso quiso conversar conmigo 'sobre lo que va a pasar'. Conveniencia seria de prevenir a la Santa Sede por si son detenidos algunos sacerdotes." La referencia confirma la estrecha comunicación con el Vaticano, incluso para advertir la detención de sacerdotes. O de otras personas, como el ex ministro de Isabel, Antonio Cafiero, que había sido nombrado embajador ante el Vaticano un día antes del golpe. El 14 de abril, entre otras reuniones, Bonamín recuerda que "Nunciatura pide transmitir al Almirante Massera no encarcelar al ex ministro Cafiero." 

"Después comprobamos que ese mismo día detuvieron a Cafiero según se desprende de su autobiografía", cuenta Bilbao para mostrar la profundidad del entrecruzamiento que hicieron a partir del propio trazo de Bonamín, una prueba irrefutable, y en primera persona, de una relación casi promiscua entre la Iglesia y las Fuerzas Armadas que deja en evidencia el enorme silencio que todavía guarda su episcopado, especialmente "porque muchos de esos 400 capellanes siguen vivos y sin decir una palabra", recuerdan los investigadores mientras muestran orgullosos el espejo más incómodo que tiene la Iglesia sobre su relación con la dictadura. Y en primera persona. «



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lunes, 27 de octubre de 2014

EL DERECHO A EMIGRAR Por YOLANDA CHÁVEZ



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ECLESALIA, 27/10/14.-


El derecho a emigrar Publicado: 27 octubre, 2014 en DENUNCIA / ANUNCIO 

Etiquetas:Dios, Emigración, Esperanza, Justicia, Libertad


el derecho a emigrar

YOLANDA CHÁVEZ, yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).


ECLESALIA, 27/10/14.-


Una de las tareas escolares más recientes de mi hijo de once años en su clase de estudios sociales, consistió en hacer un mapa para explicar las primeras migraciones del ser humano. Dibujó caminos con líneas de flechas rojas para señalar los recorridos que aquellos migrantes hicieron sobre los continentes de nuestro planeta…

“Ellos migraron porque se agotaron sus suministros de alimentos debido al súbito cambio de clima. Comenzó a hacer mucho frío; no podían cazar o recoger bayas. Si se quedaban en África, morían”.

La primera migración fue provocada por el hambre, el instinto natural por sobrevivir hacía que aquellos seres humanos de hace ya más de 50.000 años, salieran de los territorios tan conocidos por ellos para aventurarse a otros totalmente desconocidos. La posibilidad de encontrar alimentos les daba el coraje y el derecho de hacerlo.

Es la misma razón por la que tuve que dejar mi país. En el hogar se habían agotado los suministros de alimentos para mis hermanos y yo desde el asesinato de mi padre. Hay una enfermedad provocada por vivir tanto tiempo entre la injusticia de una sociedad con rostro de impunidad, de persecución, de asesinato. Donde los salarios no son proporcionales a las jornadas de trabajo, donde se corta la cabeza que se levanta; Se llama desesperanza. Mi madre la contrajo, enfermó gravemente, perdió el ánimo, la fe y la fuerza para seguir adelante, ella ya no tenía ganas de vivir.

La modesta beca por prestar mis servicios como maestra en comunidades de difícil acceso no daba para sostener mis estudios y una familia. Sin embargo sobrevivimos hasta que pude finalizar una carrera profesional.

En ese tiempo de servicio aprendí a sentir a Dios muy de cerca. Ocurrió en una humilde aula para alfabetización de adultos en la que me reunía cada tarde con los campesinos que deseaban aprender a leer y escribir después de sus jornadas de trabajo y mis clases con los niños; lo sentí en el nombre escrito por primera vez con el puño y letra de su dueña o dueño y en el gozo de afirmar la propia identidad: “Yo soy Fermín” “yo soy Teresa” “yo soy Felipe”… en el modo en que celebrábamos semejante acontecimiento en el grupo, (cuando una persona lograba escribir por primera vez su nombre, levantaba con ambas manos la hoja donde lo había escrito y todos los presentes aplaudíamos y corríamos a abrazarle) pese a las condiciones de pobreza extrema que como yo, aquellas comunidades se encontraban, vivían con una esperanza que rebasaba mi sentido común.

En aquella humilde aula, los campesinos aprendieron a leer y escribir y yo aprendí a hablar con Dios. Mis oraciones consistían en pedir una señal que me indicara que más debía hacer para poder llevar comida a mis hermanos porque en mi país tener una profesión no significa nada. Una serie de puertas que no se abrían me señalaron el camino al norte, emprendí sin remedio el camino a pie dejando atrás mi tierra; la tierra donde conocí a Dios pero también la tierra donde habían asesinado a mi padre y todas mis posibilidades.

¿De dónde viene la fuerza que nos mueve como tomándonos por los brazos, a caminar más allá de nuestras propias tierras?

¿De dónde viene la esperanza que nos llena el corazón para atrevernos a cruzar valles de muerte?

¿De dónde vino aquella madrugada el dolor que me desencajó el rostro y me agotó las lágrimas al ver morir mi propia carne y mi propia sangre, en la muerte del extraño que no logró alcanzar la frontera como yo?

¡Estoy segura que de Dios! Cuando se cruzan fronteras Dios las cruza con nosotros; nos habilita para hacerlo, está en la forma de los pies, en la estructura de las manos, en las ganas de vivir. Nos da la fuerza para desear el futuro y el derecho fundamental de pelear por la vida.

Está también en el desconocido territorio donde se enfrenta la más dolorosa falta de solidaridad cuando se menoscaba la dignidad del ser humano, cuando se etiquetan a los grupos y se les excluyen de derechos como a los “Once millones”. Un grupo tratado como objeto, como masa con la que los gobiernos de los territorios que los expulsa y al que se llega, no saben qué hacer.

No es una masa, son personas con una historia de vida, con genuina fe en el futuro. Personas de rostros invisibles para los poderosos a quienes Dios cuestiona su presencia: “¿Dónde está tu hermano?” (Gn 4,9)¿Cuál es el mejor momento para responderle? ¿Cerca de las elecciones o después de ellas?…

Hoy sigo hablando con Dios en un aula, ahora como Maestra de Catequistas. En estas aulas hay personas que forman parte de familias que han sido separadas por las redadas de inmigración, han vivido las deportaciones de familiares arrestados en sus lugares de trabajo, o los han perdido en centros de detención.

También en esas aulas se vive el gozo de afirmar la propia identidad con cuestionamientos tan fundamentales como:¿Quién soy yo? La felicidad de descubrirse a sí misma, a sí mismo, ya no rebasa mi sentido común, ahora lo entiendo.

Sucede un gran momento; En nuestras circunstancias sentimos el abrazo tierno de nuestra antigua madre; Nantzin, Tonantzin-Guadalupe; Mamita, Madrecita Nuestra… ese abrazo nos reúne como hijas e hijos. Nos alza contra su mejilla, nos despierta de un letargo añejado con miedos y dudas para iluminar nuestra existencia con una gran certeza: Somos los hijos benditos, sus más pequeños. Ella es la realidad sobre la que se ha apoyado toda nuestra vida. Nuestra Madre nos hace familia. Unión que es libertad, esperanza, experiencia profunda; nos encontramos de frente con el rostro maternal y tierno de Dios que cuida, protege y consuela a lo más débil, a lo más indefenso. “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas?” (Is. 49; 15). Las personas inmigrantes reflejamos al hijo entrañable. Esta certeza nos infunde dignidad, fuerza para enfrentar las adversidades y caminar hacia el futuro. Por instinto natural comenzamos a buscar el amor, el cuidado, la justicia y la paz, características propias de Dios y desde nuestras condiciones su presencia se hace manifiesta. Sus entrañas de ternura nos impulsan, nos mueve a ser hijos e hijas solidarias trabajando para relacionarnos con todos nuestros hermanos y hermanas de maneras justas, dignas, compasivas…

Nace la necesidad de rechazar lo incompatible a una familia humana, a cuestionar aquellos medios de comunicación que explotan el dolor de hogares desmembrados por las deportaciones, a comentarios de presentadores de noticias como: “Los inmigrantes marcharon por las calles exigiendo se respeten sus derechos…un momento, no tienen derechos, ¿Cuáles derechos?”

Los derechos están en la persona, el ser persona ya nos da derecho.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art.2) confirma que estos Derechos se aplican a todas las personas“sin distinción de ningún tipo, tales como raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política u otra, origen social o nacional, propiedad, nacimiento u otro status”.

Sé que como a los “Once millones”, Dios señaló un camino a aquellos seres humanos de las primeras migraciones hace más de 50.000 años para que no murieran. Los humanos seguimos migrando porque está en nuestra información genética. Se lucha por la vida hasta el último aliento.

Pido a nuestra Señora que me ayude a descubrir los recursos, las palabras y las plataformas para llamar a las conciencias de mis hermanas y hermanos que han dibujado, con sus pasos, líneas de flechas rojas sobre los continentes, para que no se acostumbren al maltrato.

Maltratar o ser maltratadas, maltratados, no está bien. Que se entienda de una vez por todas:

No es moral que en los mares, en los cerros y desiertos de nuestra casa común aparezcan cadáveres de mujeres, hombres y niños inmigrantes cada día y nadie haga nada.

La migración es un derecho. Los que persiguen, acorralan, o provocan la muerte de inmigrantes, lo están haciendo con Dios.

Dios mismo representa la causa de las personas extranjeras:

“No maltrates ni oprimas a los extranjeros, pues también tú y tu pueblo fueron extranjeros en Egipto” (Éxodo 23:9). (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).





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BuenaNueva21.-



viernes, 24 de octubre de 2014

FRANCISCO, FUERTE CONTRA LA MANO DURA


  • “la experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia”.
  • “todos los cristianos y personas de buena voluntad están llamados hoy a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal y en todas sus formas, sino también para mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad”.
  • “La escandalosa concentración de la riqueza global –dijo– es posible a causa de la connivencia de los responsables de la cosa pública con los poderes fuertes. La corrupción es en sí misma un proceso de muerte... y un mal más grande que el pecado. Un mal que más que perdonar hay que curar”

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“Los Estados deben abstenerse de castigar penalmente a los niños”, sostuvo el papa Francisco en su reunión con juristas.
Imagen: AFP


SOCIEDAD › EL PAPA PIDIO ABOLIR LA PENA DE MUERTE, CUESTIONO LA CADENA PERPETUA Y RECLAMO CARCELES MEJORES

Francisco, fuerte contra la mano dura


Ante representantes de la Asociación Internacional de Derecho Penal, dijo que la cadena perpetua es “una pena de muerte escondida”. Alertó sobre el uso abusivo de la prisión preventiva. Y pidió a la Justicia que no se deje presionar por los medios.



El papa Francisco llamó a la comunidad internacional a abolir la “pena de muerte, legal o ilegal y en todas sus formas” y a luchar para “mejorar las condiciones carcelarias en el respeto de la dignidad humana”. Lo hizo en un duro discurso ante representantes de la Asociación Internacional de Derecho Penal (AIDP) en el Vaticano, donde además criticó la trata de personas, la baja en la edad de la imputabilidad y la “presión de los medios de comunicación” sobre la Justicia. También se pronunció contra la cadena perpetua, a la que definió como “una pena de muerte escondida”.

No es la primera vez que Francisco se expresa contra la visión de la “mano dura” en materia de seguridad. En una carta enviada el 30 de mayo a la AIDP, en el contexto de la discusión por la reforma del Código Penal en la Argentina, había segurado que “la experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia”.

Esa misiva fue agradecida también por carta por el juez de la Corte Raúl Zaffaroni, que integra la AIDP y presidió la comisión de juristas redactora del anteproyecto de reforma del Código Penal. El coordinador de ese equipo, Roberto Carlés, ya se había reunido con el Papa en marzo.

Ayer, Francisco mantuvo un contacto con los juristas de la AIDP, ante quienes enfatizó que “es imposible pensar que los Estados no dispongan de otro medio que no sea la pena de muerte para defender del agresor injusto la vida de las demás personas” y condenó además las “llamadas ejecuciones extrajudiciales o extralegales”, en referencia a los homicidios deliberados cometidos por algunos Estados o sus agentes “presentados como consecuencia indeseada del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza”.

Según Jorge Bergoglio, “todos los cristianos y personas de buena voluntad están llamados hoy a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal y en todas sus formas, sino también para mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad”. El máximo representante de la Iglesia Católica alertó sobre la posibilidad de que, al aplicar la pena de muerte, “exista un error judicial” o sea utilizada por “regímenes totalitarios y dictatoriales” como “instrumento de castigo a la disidencia política o de persecución contra las minorías religiosas y culturales”.

El Papa incluyó entre las formas de tortura “la que se aplica mediante la reclusión en cárceles de máxima seguridad”, sin estímulos sensoriales ni contacto con otras personas. En ese sentido criticó que en muchas ocasiones las cárceles están en pésimas condiciones de infraestructura como resultado del “ejercicio arbitrario y despiadado del poder sobre las personas privadas de libertad”.

En sus palabras ante la delegación de la AIDP, también dijo que la prisión preventiva, “cuando en forma abusiva busca un anticipo de la pena previo a la condena, o como medida que se aplica frente a la sospecha más o menos fundada de un delito cometido, constituye otra forma contemporánea de pena ilícita y oculta, más allá de cada pátina de legalidad”.

Además, en un claro llamamiento contra la baja en la edad de imputabilidad, señaló que “los Estados deben abstenerse de castigar penalmente a los niños” ya que ellos “deben ser destinatarios de todos los privilegios que el Estado es capaz de ofrecer”. Precisamente, el domingo próximo, en Uruguay se desarrollará un plebiscito convocado junto a las elecciones presidenciales, para decidir la baja de la edad de imputabilidad, por la cual a partir de los 16 años los jóvenes podrían ser penalmente responsables como los adultos. El Papa opinó que “los Estados deben abstenerse de castigar penalmente a los niños que no han completado su madurez”.

Francisco pidió también que el cumplimiento de las penas contemple “tratamientos particulares para los ancianos, como se hace con las mujeres embarazadas, padres con hijos discapacitados y personas discapacitadas”.

Por otra parte, el Papa llamó a “perseguir con mayor severidad” las formas de corrupción que “causan graves daños sociales, ya sea en materia económica o social, como los fraudes a la administración pública o el ejercicio desleal de la administración o cualquier obstáculo a la Justicia”. “La escandalosa concentración de la riqueza global –dijo– es posible a causa de la connivencia de los responsables de la cosa pública con los poderes fuertes. La corrupción es en sí misma un proceso de muerte... y un mal más grande que el pecado. Un mal que más que perdonar hay que curar”, indicó.

También denunció la trata de personas y la esclavitud “reconocida como crimen contra la humanidad y crimen de guerra tanto por el derecho internacional como en tantas legislaciones nacionales”.

En su discurso apuntó además a la “criminalidad” por la que “mil millones de personas estén atrapadas en la pobreza absoluta”.

Finalmente, el Pontífice advirtió a los “jueces y operadores del sistema penal” a cuidarse de la “presión de los medios de comunicación masivos, de algunos políticos sin escrúpulos y de las pulsiones de venganza que serpentean en la sociedad”.

“La cautela en la aplicación de la pena –concluyó– debe ser el principio regidor de los sistemas penales... y el respeto de la dignidad humana no sólo debe actuar como límite de la arbitrariedad y los excesos de los agentes del Estado, sino como criterio de orientación para perseguir y reprimir las conductas que representan los ataques más graves a la dignidad e integridad de la persona”, concluyó el Papa.






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lunes, 20 de octubre de 2014

LOS POBRES SON DE DIOS por José Antonio Pagola


Los pobres son de Dios

Publicado: 15 octubre, 2014 

en BIBLIA






29 Tiempo ordinario(A) Mateo 22, 15-21
LOS POBRES SON DE DIOS
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).





ECLESALIA, 15/10/14.- 


A espaldas de Jesús, los fariseos llegan a un acuerdo para prepararle una trampa decisiva. No vienen ellos mismos a encontrarse con él. Le envían a unos discípulos acompañados por unos partidarios de Herodes Antipas. Tal vez, no faltan entre estos algunos poderosos recaudadores de los tributos para Roma.



La trampa está bien pensada: “¿Es lícito pagar impuestos al César o no?”. Si responde negativamente, le podrán acusar de rebelión contra Roma. Si legitima el pago de tributos, quedará desprestigiado ante aquellos pobres campesinos que viven oprimidos por los impuestos, y a los que él ama y defiende con todas sus fuerzas.

La respuesta de Jesús ha sido resumida de manera lapidaria a lo largo de los siglos en estos términos: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Pocas palabras de Jesús habrán sido citadas tanto como éstas. Y ninguna, tal vez, más distorsionada y manipulada desde intereses muy ajenos al Profeta, defensor de los pobres.

Jesús no está pensando en Dios y en el César de Roma como dos poderes que pueden exigir cada uno de ellos, en su propio campo, sus derechos a sus súbditos. Como todo judío fiel, Jesús sabe que a Dios “le pertenece la tierra y todo lo que contiene, el orbe y todos sus habitantes” (salmo 24). ¿Qué puede ser del César que no sea de Dios? Acaso los súbditos del emperador, ¿no son hijos e hijas de Dios?

Jesús no se detiene en las diferentes posiciones que enfrentan en aquella sociedad a herodianos, saduceos o fariseos sobre los tributos a Roma y su significado: si llevan “la moneda del impuesto” en sus bolsas, que cumplan sus obligaciones. Pero él no vive al servicio del Imperio de Roma, sino abriendo caminos al reino de Dios y su justicia.

Por eso, les recuerda algo que nadie le ha preguntado: “Dad a Dios lo que es de Dios”. Es decir, no deis a ningún César lo que solo es de Dios: la vida de sus hijos e hijas. Como ha repetido tantas veces a sus seguidores, los pobres son de Dios, los pequeños son sus predilectos, el reino de Dios les pertenece. Nadie ha de abusar de ellos.

No se ha de sacrificar la vida, la dignidad o la felicidad de las personas a ningún poder. Y, sin duda, ningún poder sacrifica hoy más vidas y causa más sufrimiento, hambre y destrucción que esa “dictadura de una economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano” que, según el papa Francisco, han logrado imponer los poderosos de la Tierra. No podemos permanecer pasivos e indiferentes acallando la voz de nuestra conciencia en la práctica religiosa. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).




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