domingo, 30 de noviembre de 2014

ESTELA DE LA CUADRA: "AUNQUE LA IGLESIA QUIERA TAPAR EL SOL CON LA MANO NO LO VA A LOGRAR" por Daniel Satur





Sábado 29 de noviembre de 2014 | Edición del día

BERGOGLIO Y LA DICTADURA


Estela de la Cuadra: “Aunque la Iglesia quiera tapar el sol con la mano no lo va a lograr”


Hace dos meses La Izquierda Diario conversó con la hija de la primera presidente de Abuelas de Plaza de Mayo y tía de Ana Libertad, la joven que hace tres meses se convirtió en la nieta recuperada 115. Allí Estela denunciaba a Jorge Bergoglio por su complicidad con la dictadura, sobre todo en la desaparición de su hermana, su cuñado y su sobrina. Si bien la causa fue levantada durante años por Abuelas, hace veinte días Estela de Carlotto fue al Vaticano a pedirle perdón a Bergoglio porque, dijo, le habían informado mal. La Izquierda Diario volvió a hablar con Estela de La Cuadra, quien reafirma su denuncia contra Bergoglio y profundiza sobre el rol de la Iglesia Católica en el genocidio.






En el marco de todo lo que se dijo estas últimas semanas, ¿volvés a afirmar tu denuncia contra Bergoglio?

Por lo último que está circulando, creo que hay que volver a hablar y no transformar esto de Bergoglio en un “River-Boca”, porque eso sería relativizar el genocidio y el rol de la Iglesia. A Jorge Bergoglio, y todas las pequeñas o grandes pruebas que se juntaron, hay que verlo en ese marco. Conductas que, por supuesto, se trasladan hasta hoy en cuanto a toda la protección y a todo lo que se sabe y está minuciosamente registrado y archivado por ellos, que tuvieron un rol preponderante en la dictadura.

Lo de Bergoglio, ¿no es más que una muestra concreta de la complicidad de la jerarquía eclesiástica con el genocidio y de todo el encubrimiento posterior?

En los juicios orales que se fueron dando hasta hoy casi siempre aparece el rol de la Iglesia. En cada causa contra los genocidas, que logramos abrir con la lucha del pueblo, aparecen sacerdotes estructurados en el Estado y en el Vicariato Castrense que están hasta las manos por su participación en los campos de concentración. Los testigos cuentan barbaridades sobre ellos.
Y lo que vemos es que a Von Wernich la Iglesia lo refugió durante años en Chile; a un cura del sur lo mandaron a Paraguay, donde “oportunamente” falleció; hay otro refugiado en Parma, donde está en curso el pedido a la Justicia italiana para que lo extradite.
Y está el caso de Sonia Torres, Abuela de Plaza de Mayo de Córdoba que busca a su nieto. A la monja Monserrat Tribo, que podía aportar datos sobre el nieto de Sonia, apenas la citó un Tribunal cordobés la Iglesia la mandó a España. ¿Quién la mandó? ¿Fue la misma jerarquía de la Iglesia que ahora pide etéreamente que si alguien conoce datos de niños “robados” o “perdidos” los aporte a la Justicia?

Además Bergoglio fue parte de esa jerarquía durante muchos años

Desde 1992, cuando lo nombran obispo auxiliar de Buenos Aires, Bergoglio fue una autoridad importante en la Iglesia Argentina. Y fueron años en que salieron a la luz muchas cosas. Por ejemplo la confesión de Adolfo Scilingo sobre los vuelos de la muerte. O lo que se conoció en el juicio de Bahía Blanca, que esos vuelos fueron sugeridos por miembros de la propia Iglesia, que los consideraban la forma más “humana” de eliminar los cuerpos. A mí me toca de cerca porque el papá de Ana, Héctor Baratti, fue arrojado al mar tras un largo cautiverio y su cuerpo apareció en las costas. De todo eso siempre supo Bergoglio y nunca dijo nada.
Y cuando era la autoridad máxima de la Iglesia pasó lo de Baseotto, el vicario castrense que dijo que al ministro Ginés González García había que atarle una piedra al cuello y tirarlo al mar. Eso, en Argentina tiene un solo significado. ¿Y qué hizo Bergoglio cuando Kirchner sacó a Baseotto del Vicariato? Lo protegió, dejó vacante el puesto y no lo reemplazó hasta que Baseotto se retiró a los 75 años cobrando una jubilación. El mismo Baseotto que está implicado en el tráfico de niños en Santiago del Estero.

¿Qué rol cumplió el Vicariato Castrense?

Medular. Y ahí también aparece Bergoglio, ya que fue vicario castrense durante un tiempo, a principio de los años 2000. Por eso no es sólo que Bergoglio está marcado por su conducta en la dictadura sino por todo lo que hizo después.
El Vicariato Castrense fue una especie de “Batallón 601 de la Iglesia Católica Apostólica y Romana”, como bien lo definió un periodista hace unos años.
El Vicariato es una especie de acuerdo entre los estados argentino y vaticano, por el cual el Vaticano nos invade con sus señores, que se integran al Estado a través del Ejército, les pagamos un sueldo (sin que planten una papa ni fabriquen un tornillo), después les damos una pensión y ni siquiera podemos acceder a sus archivos y documentos.

¿Y dónde están los archivos del Vicariato?

Hay por todos lados. El Vicariato tenía que remitir sus archivos al Ministerio de Relaciones Exteriores, al de Interior, al mismo nuncio apostólico Pío Lagui. Si no se abren es porque no hay voluntad. El movimiento se demuestra andando.
Para nombrar sólo una experiencia, en los Juicios por la Verdad a fines de los 90 en La Plata, los jueces Schifrin y Revoredo llegaron a retener al mismo Graselli (secretario del Vicariato durante la dictadura) cuando confesó que tenía archivos personales. Allanaron sus oficinas y esos archivos fueron incorporados a la causa. ¿Por qué hoy no se abren todos esos archivos? Esa es una tarea fundamental.
Con la lucha logramos abrir causas como la que en ahora está en etapa de instrucción, que es justamente la del Vicariato Castrense. Allí se va poner en evidencia todo esto y vamos a demostrar el rol del Vicariato.

Sobre Bergoglio y el caso de tus familiares, ¿qué podés agregar a lo que ya nos relataste en la entrevista anterior?

Lo importante a remarcar es que Bergoglio sabía perfectamente a quién tenía que derivar el caso cuando mi padre se entrevistó con él. Era Mario Picchi, entonces obispo auxiliar de La Plata. Picchi primero fue a ver al subjefe de la Policía Bonaerense, Tavernero, quien no le dio precisiones. Después se contactó con Enrique Rospide, coronel del Ejército del área de Inteligencia que resulta ser el enlace entre el destacamento del Batallón 601 y la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires) que todos sabemos el importante rol que jugó en la dictadura. Dicho así, son nombres nomás. Pero si se ve el entramado de relaciones la cosa es distinta.
Pedro Arrupe (conocido de mi familia y entonces autoridad máxima de los jesuitas a nivel mundial) manda a mi papá a hablar con Bergoglio. Bergoglio deriva el caso a Picchi que termina consultando a Rospide. Y esto es lo importante. Rospide es el que le dice a Picchi que la nena había nacido en cautiverio y que ya la tenía “una buena familia” mientras que lo de Elena y Roberto (mi hermana y mi cuñado) era “irreversible”, cerrando el asunto.

Y Rospide es un personaje central

En el juicio del Plan Sistemático de sustracción de bebés, en el que éramos unos treinta querellantes, se presentó un informe de la Comisión Provincial por la Memoria basado en archivos de la DIPBA. Ahí está documentado todo lo referente los niños desaparecidos y las mujeres embarazadas, y Rospide figura como un importante engranaje de inteligencia, con un rol privilegiado. Porque Inteligencia (y específicamente los batallones que respondían al 601) fue fundamental en la asignación de los niños apropiados. Dicho sea de paso, ahí también figura el papel jugado por el Movimiento Familiar Cristiano.
Rospide era la última palabra, quien dijo que Ana estaba en manos de una “buena familia”. Con eso y nada más se quedó Mario Picchi, que fue encomendado directamente por Bergoglio para averiguar el destino de mi hermana, mi cuñado y mi sobrina.

Vuelvo a preguntar, ¿cómo sabía Bergoglio que tenía que derivar el tema a Picchi? ¿Y Picchi cómo llega tan holgadamente a Rospide? La burocracia genocida tenía organizado todo.

Nos resta preguntar a quién le pidió la información Rospide. ¿Quizás a Christian Von Wernich, el verdugo de la Comisaría Quinta de La Plata?

Todos esos personajes, además, tenían estrecha relación institucional

Von Wernich antes de ir a las sesiones de tortura pasaba a tomar unos mates o un té por el Seminario Mayor, donde estudió y fue docente Mario Picchi y donde pasaron y se instruyeron el vicario castrense Tórtolo (confesor de Videla) y tantos otros.

Como buenos burócratas que eran, de todo ese circuito de relaciones, de las comunicaciones e intercambios tienen que haber quedado registros y memorandum. Muchas de esas eran entrevistas oficiales. En el Arzobispado de La Plata esas entrevistas tienen que estar asentadas. Y tiene que haber registro de la respuesta de Bergoglio a Arrupe, que es a quien recurre mi familia inicialmente. Bergoglio tiene que haberle respondido algo por escrito. Todo eso, en el archivo de los jesuitas de Argentina tiene que estar.

Como dijiste hace dos meses, de Bergoglio no esperás nada

Yo no le pido nada a Bergoglio. Yo lo que pido es que el Poder Judicial argentino, y en especial el federal que entiende en estas causas, haga lugar a nuestros reclamos. En 1999 declaré ante la Cámara Federal en La Plata y pedí los archivos del Vaticano. ¿Ustedes los vieron? Yo no. Y a los que están accesibles en Argentina tampoco los abrieron.
A mí me parece importante decir que la relación inescindible entre la Iglesia y el genocidio de nuestro pueblo da para largo, y por eso no me apuro. Tenemos que ir por partes y paso a paso. Esto no es la tilinguería de “Jésica Cirio e Insaurralde”. Con esto tenemos para rato. Y aunque la Iglesia quiera tapar el sol con la mano no lo va a lograr.


El encuentro con Ana Libertad


¿Cómo fue la primera reunión con tu sobrina recuperada?

A principios de octubre fuimos las tías a encontrarnos con ella. Encontré a una muchacha muy linda, a la que le espera un largo camino. Hay muchas cosas que rozan los sentimientos. Es como que tenemos que ir despacito. Acá hay una familia que la espera y que la quiere, aunque faltan su mamá, su papá y, como ella siempre dice, su abuela “Licha”. Por eso, ni olvido ni perdón. Porque el dolor se reedita.

Estela de Carlotto, Alicia "Licha" Zubasnabar de De la Cuadra y "Chicha" Mariani en Estocolmo (Foto: Estela de La Cuadra)


El Papa, el Momo y Milani


Estela de La Cuadra entiende que el rol cómplice de Bergoglio con el genocidio no es sólo “parte del pasado”. En el presente del Papa y en sus prácticas distingue hilos de continuidad difíciles de cortar. Y el recuerdo de las circunstancias en las que desapareció su hermano Roberto en septiembre de 1976 cobra nuevos significados.

Cuando lo ves hoy en el Vaticano, ¿qué relación hacés con el Bergoglio que actuó durante décadas en Argentina?

Hay un hecho que muestra claramente quién es. Cuando mi papá lo va a ver en 1977 le pide por mi hermana Elenita, secuestrada embarazada, y también por mi hermano, Roberto José de la Cuadra, obrero de YPF desaparecido por volantear en la empresa contra la extensión horaria.
Bueno, a los pocos días de asumir como Papa recibe y tiene una larga charla nada menos que con el “Momo” Venegas, que es un burócrata sindical de la peor calaña y además capo del partido Fe. Y también se saluda con Colella, el heredero de Yabrán, quien a su vez era el compadre de Diego Ibáñez, el capo del sindicato petrolero. De eso tampoco podemos olvidarnos.
Si a mi hermano lo entregó la burocracia sindical, es obvio que Bergoglio no quiera aportar absolutamente nada respecto a saber dónde está mi hermano, qué le pasó o qué le pudo pasar. Porque cada uno de ellos ocupó su casillero en la maquinaria genocida.

Cuando decimos que hubo un genocidio es porque una clase o sectores una de clase pergeñaron el exterminio de otra clase o sectores de clase que les molestan. Y eso está constituido por gente y por las organizaciones que la sociedad genera. Y cómo se mueve la gente en esas organizaciones, con las visitas al Vaticano, por ejemplo, es revelador.

Cuando lo vi al “Momo” Venegas con Bergoglio, no es que me sorprendí, pero sí confirmé una vez más todo lo que es. Esa es una fotografía impúdica que no tiene respeto ni por las víctimas ni por lo que lucharon.

Sin esa comprensión de la historia no se entendería el papel, por ejemplo, de César Milani. Sabemos que está el legajo del conscripto Alberto Ledo, en el que se lo acusa de “deserción”, firmado por Milani. Y nuevamente, para salir de un “sí-no” o un “Boca-River”, hay que decir que mi hermano también tuvo su “Milani”, que fue la misma burocracia sindical que le armó un legajo en el que aparece la misma cuestión, diciendo que mi hermano había “desertado” de YPF.



"El Papa se callaba mientras a mi papá lo torturaban" - HIJOS La Plata frente a la Catedral en la actualidad (Foto: Estela de La Cuadra)



Producción y fotos: Alejandra Toledo


Ver también: La relación entre la Iglesia y el genocidio es imborrable

http://www.laizquierdadiario.com/

lunes, 24 de noviembre de 2014

YA ESTÁ ENTRE NOSOTROS

Volvemos a publicar esta tríada con la que dimos inicio a este sitio web en la necesidad de reafirmar la importancia del mensaje de Jesús : "....el Reino de Dios ya está entre ustedes.", Lc.17,20-25).-


El es el Reino



Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «La venida del Reino de Dios no se producirá aparatosamente, ni se dirá:`Véanlo aquí o allá', porque, miren, el Reino de Dios ya está entre ustedes.»
Lucas 17,20-25.-

¿CÓMO ES EL REINO?



árbol de mostaza

Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»
Mateo13, 31-32




El polémico autor Jhon Dominc Crossan, en su libro "El Jesús Histórico", analiza la enseñanza del grano de mostaza y comenta que según los estudiosos de la antigua agricultura, aquella era considerada una planta poderosamente invasiva de todo terreno sembrado, que no cejaba de crecer hasta convertirse en una verdadera amenaza para los cultivos de la época. Con un público mayoritariamente de pequeños peones agricultores y campesinos... ¿Que intentaba decir Jesús en esta parábola sobre el Reino? La semilla de mostaza era una plaga una vez caída en campo fértil. Pero su fuerza y su imparable crecimiento eran todo lo que aquellos hombres necesitaban asimilar para saber cómo era verdaderamente el Reino en su magnitud  transformadora. No solo por su pequeñez, capaz de multiplicar geométricamente su poder, sino también, por su condición inherente como paradigma  absolutamente opuesto al del mundo. El Reino se asemeja aquí a otro estadio superior y de máxima plenitud de la realidad, más por su categoría subversiva y alteradora  del presente que por cualquier otra dimensión. Y viene indefectiblemente de la mano de Dios y  del hombre, que al fin de cuentas es quien lo sembró.




Raúl Olivares.-
Todos los derechos  reservados.-





EL


Pan y peces, el Reino entre nosotros.



Nació en belén de Judea, (Mateo 2:1-2). Fue judío, amó a su pueblo, Israel  y a sus profetas. No vino a abolir la Ley, sino a ponerla en practica: "No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolirla, sino a darle cumplimiento.", Mateo 5,17-19. Su Comunidad era abierta tanto para los hombres como para las mujeres y radicalmente igualitaria, la autoridad en ella estaba basada en el servicio. Siempre recordaba que no había venido a ser servido sino a servir:"....el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir..." (Marcos 10:45).  Su movimiento centró su práctica en el amor a  Dios y al prójimo de manera sencilla y revolucionaria: a Dios se lo encuentra en el otro que es mi hermano. Porque amar a Dios y al prójimo fue para El un mandamiento semejante (Mt 22,37-39). Curó y salvó a los enfermos solo por su fe (Mateo 9,20-22.). Nunca intentó monopolizar su palabra en un lugar o en un culto, por eso su misión fue siempre itinerante. Y cuando se lo pedían sus amigos, sus discípulos, rechazaba tajantemente la idea de detener el mensaje en un área determinada. No vivió su Evangelio disociado de la realidad, todo lo contrario, su experiencia fue  contracultural y se integró a la historia concreta de lucha de su pueblo contra la dominación del imperio romano, en este sentido ejerció un cambio profundo en  la lógica del poder. Fue un judío de su época, en las condiciones de opresion de su tiempo y con un proyecto de liberación específico y Utópico. Es verdad que el Plan de Salvación del Padre exigía su entrega en la cruz, pero también es cierto, que su muerte fue pensada y planificada por la autoridad sacerdotal y ejecutada por la imperial, en tanto y en cuanto El representaba un peligro constante para el sistema. Fue, es y siempre será el mismo, su Presencia nos debe animar a vivir su Palabra como El lo hizo, desde los más pobres y oprimidos, que eran sus preferidos. Su Reino de Amor y Justicia plena, se construye y es una Verdad tangible, especialmente si la hacemos entre todos.



Raúl Olivares.-
Todos los derechos reservados.-

UN JUICIO EXTRAÑO Por José Antonio Pagola (ECLESALIA)

"Nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio. Ahora nos estamos acercando o alejando de los que sufren. Ahora nos estamos acercando o alejando de Cristo. Ahora estamos decidiendo nuestra vida."

http://retwitteandojesus.blogspot.com.ar/

23 de noviembre de 2014, Solemnidad de Cristo Rey

UN JUICIO EXTRAÑO


Un juicio extraño
Publicado: 19 noviembre, 2014 en BIBLIA
Etiquetas:CompasiónDiosJesús





JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).



ECLESALIA, 19/11/14.- 


Las fuentes no admiten dudas. Jesús vive volcado hacia aquellos que ve necesitados de ayuda. Es incapaz de pasar de largo. Ningún sufrimiento le es ajeno. Se identifica con los más pequeños y desvalidos y hace por ellos todo lo que puede. Para él la compasión es lo primero. El único modo de parecernos a Dios: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo».

¿Cómo nos va a extrañar que, al hablar del Juicio final, Jesús presente la compasión como el criterio último y decisivo que juzgará nuestras vidas y nuestra identificación con él? ¿Cómo nos va a extrañar que se presente identificado con todos los pobres y desgraciados de la historia?

Según el relato de Mateo, comparecen ante el Hijo del Hombre, es decir, ante Jesús, el compasivo, «todas las naciones». No se hacen diferencias entre «pueblo elegido» y «pueblo pagano». Nada se dice de las diferentes religiones y cultos. Se habla de algo muy humano y que todos entienden: ¿Qué hemos hecho con todos los que han vivido sufriendo?

El evangelista no se detiene propiamente a describir los detalles de un juicio. Lo que destaca es un doble diálogo que arroja una luz inmensa sobre nuestro presente, y nos abre los ojos para ver que, en definitiva, hay dos maneras de reaccionar ante los que sufren: nos compadecemos y les ayudamos, o nos desentendemos y los abandonamos.

El que habla es un Juez que está identificado con todos los pobres y necesitados: «Cada vez que ayudasteis a uno de estos mis pequeños hermanos, lo hicisteis conmigo». Quienes se han acercado a ayudar a un necesitado, se han acercado a él. Por eso han de estar junto a él en el reino: «Venid, benditos de mi Padre».

Luego se dirige a quienes han vivido sin compasión: «Cada vez que no ayudasteis a uno de estos pequeños, lo dejasteis de hacer conmigo». Quienes se han apartado de los que sufren, se han apartado de Jesús. Es lógico que ahora les diga: «Apartaos de mí». Seguid vuestro camino…

Nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio. Ahora nos estamos acercando o alejando de los que sufren. Ahora nos estamos acercando o alejando de Cristo. Ahora estamos decidiendo nuestra vida.







https://eclesalia.wordpress.com

jueves, 20 de noviembre de 2014

LOS DISCÍPULOS DEL OBISPO ANGELELLI Por Ailín Bullentini


Los familiares de Carlos de Dios Murias y de Enrique Angelelli en los tribunales de La Rioja, en 2012.


EL PAIS › NUEVO JUICIO POR EL ASESINATO DE LOS CURAS CARLOS DE DIOS MURIAS Y GABRIEL LONGUEVILLE


Los discípulos del obispo Angelelli

Comienza hoy el juicio al militar retirado Angel Ricardo Pezzetta. Por este hecho ya fueron condenados a perpetua los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella y el ex comisario Domingo Vera.

Por Ailín Bullentini



El secuestro, las torturas y el asesinato de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, que trabajaron como sacerdotes en el pueblo riojano de Chamical durante la última dictadura cívico-militar, volverán a partir de hoy a analizarse frente a la Justicia. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja juzgará al militar retirado Angel Ricardo Pezzetta, imputado por la privación ilegítima de la libertad, tormentos aplicados y homicidio de los dos curas sucedidos en julio de 1976.


Pezzetta y Juan Carlos “Bruja” Romero habían quedado afuera del primer juicio que se desarrolló entre septiembre y diciembre de 2012 en torno de las muertes de Murias y Longueville, pero fueron procesados por esos hechos en marzo de 2013. En aquel debate, la Justicia consideró probados los hechos que culminaron en el asesinato de Murias y Longueville, el primer caso fatal en el amedrentamiento y persecución que sufrió el grupo de sacerdotes liderado por el obispo de La Rioja Enrique Angelelli, desde meses antes del golpe militar. Estableció que un grupo de personas identificadas como policías fueron a buscarlos la noche del 18 de julio de 1976 a la casa de las Hermanas de San José, en Chamical, donde cenaban; que se los llevaron con la excusa de que debían declarar en la sede de la policía en la capital provincial; que, en realidad, los llevaron a la Base Aérea de Chamical, en donde los interrogaron con torturas; que luego los trasladaron, con los ojos vendados, hasta un terraplén cercano a la Ruta provincial 38, en donde los fusilaron, y que allí fueron abandonados.

Inmediatamente después de la muerte de “los curitas” vino la del catequista Wenceslao Pedernera y, unos días más tarde, la del propio Angelelli. Por todo aquello, los militares retirados Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella y el ex comisario Domingo Vera recibieron prisión perpetua.

La “Bruja” Romero falleció en septiembre de 2013 y, aunque estaba con prisión preventiva, esquivó la condena. Así, Pezzetta quedó como único imputado: se lo acusa de la privación ilegítima de la libertad, la aplicación de tormentos y el homicidio de Murias y Longueville, todos delitos considerados de lesa humanidad. Desde su procesamiento, Pezzetta permanece detenido en Marcos Paz.

La base de la acusación contra Pezzetta es el lugar que ocupó en la cadena de mando militar. Al momento de los hechos, estaba a cargo de la sección de Inteligencia de la Base Aérea de Chamical, por donde pasaron Murias y Longueville. Estrella, que purga dos condenas a perpetua –la correspondiente al secuestro, torturas y muerte de los sacerdotes y la referida al homicidio de Angelelli—, era segundo jefe de esa base. Menéndez, también condenado en ambas causas, era jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.

“La posición de mando que ejercía Pezzetta implicaba per se que habría tenido dominio sobre una parte fundamental del aparato de poder y, en consecuencia, sobre los hechos a partir de las órdenes que retransmitían y cuyo cumplimiento era de su incumbencia vigilar”, surge del auto de elevación a juicio, emitido en marzo de este año en base a los requerimientos emitidos por la Fiscalía y las querellas, representadas por las secretarías de Derechos Humanos provincial y nacional, y la hermana de Murias, María Cristina. Según ese texto, Pezzetta ocupó una posición jerárquica dentro de la estructura militar que desarrolló los hechos investigados como parte de “objetivos” enmarcados en la “lucha contra la subversión” que, “entre otras formas, en La Rioja se expresó en la modalidad de persecución a individuos pertenecientes o vinculados con la Iglesia Católica”.

El TOF de La Rioja está compuesto por jueces subrogantes: José Asís y Mario Garzón provienen de Córdoba; Juan Carlos Reynaga, de Catamarca. En representación de las secretarías de Derechos Humanos trabajarán Guillermo Díaz Martínez y Bernardo Lobo Bugeau. Por María Cristina Murias, querellarán Viviana y María Elisa Reinoso y Adriana Mercado Luna. El fiscal es Daniel Illanes.








http://www.pagina12.com.ar/


_____________________________________________________________________________________________________


MÁRTIRES JUNTO A MONS. ENRIQUE ANGELELLI




Gabriel Longueville
Carlos De Dios Murias
Wenceslao Pedernera

Siempre vivos, siempre presentes!!

BuenaNueva21.-

lunes, 17 de noviembre de 2014

LAS FOSAS CLANDESTINAS Por Yolanda Chávez

eclesalia.wordpress.com

"¿Dónde están todas estas personas desaparecidas por iniciativa de unos pocos en cuyas manos está el poder?" 

Yolanda Chávez, de la nota publicada.-


Las fosas clandestinas

grito...










Publicado: 17 noviembre, 2014 en DENUNCIA / ANUNCIO 

LAS FOSAS CLANDESTINAS


YOLANDA CHÁVEZ, yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).
ECLESALIA, 17/11/14.-


La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa estado de Guerrero en México el pasado 26 de septiembre, llamó la atención internacional, y como consecuencia, forzó una búsqueda para encontrarlos, removiendo la tierra de cuantas fosas clandestinas fueron encontradas.

No se sabe cuántos cuerpos contienen las fosas comunes, tampoco si pertenecen a los estudiantes desaparecidos. Los cuerpos encontrados fueron desmembrados, apilados, calcinados…la vida les fue arrancada de manera salvaje y violenta.


Esta búsqueda, remueve también el polvo de las fosas comunes en la memoria colectiva mexicana: Los feminicidios y asesinatos de mujeres que se vienen cometiendo en Ciudad Juárez, Chihuahua. Hasta el 2012 eran más de 700. Pero las desaparecidas van mucho más allá de ese número, números de los que ya nadie habla.


Hay más de 26 mil desaparecidos en “la guerra contra el narcotráfico” desatada por el pasado presidente mexicano. Las fosas para ir sepultando a esa cantidad de desaparecidos, pueden estar en cualquier parte del territorio del país y jamás ser encontradas.
De acuerdo con asociaciones civiles, son más de 70 mil los migrantes centroamericanos desaparecidos en territorio mexicano donde no se les cataloga como víctimas, por lo cual no se inician investigaciones y búsquedas oficiales por parte del gobierno. Esas fosas no se escarban.

¿Dónde están todas estas personas desaparecidas por iniciativa de unos pocos en cuyas manos está el poder?


El poder para investigar, para impartir justicia. No el poder enfermo que envenena, apetito que nunca se sacia. Este apetito insaciable lleva a quienes lo padecen, a abusar, someter y humillar, a tomar con una facilidad que espanta la vida de los demás y desaparecerlos después en fosas clandestinas.

Afortunadamente en estas fosas no está todo enterrado. Paralela a esta realidad de muerte, hay una realidad de vida.
Hay voces que se levantan para que la humanidad, el sueño de Dios sea posible también en México: La vida cuidando la vida.


Hay oídos que escuchan, seres humanos fraternales que se conmueven, que van más allá de leer las estadísticas y los números.
Hay quienes toman acción y no permanecen pasivos, allanan caminos hacia la utopía del Reino porque creen que es si posible.


Hay los que no pierden la esperanza de que todos los mexicanos llegaremos a ser verdaderos seres humanos de conciencia despierta, alerta, responsables de nuestras acciones y nuestros hermanos, que sabremos conducirnos respetando el valor de la vida. La esperanza de que un día ya no haya más fosas en ningún lugar del país porque no permitiremos que nada clandestino nos deshumanice. 



(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).



http://eclesalia.wordpress.com/

domingo, 9 de noviembre de 2014

LA CONFESIÓN DEL CURA BONAMÍN por Claudio Mardones


Investigadores - Lucas Bilbao y Ariel Lede llevan seis años desmenuzando el contenido de los diarios personales de Victorio Bonamín 
 Foto: mariano vega

09 de Noviembre de 2014


Dos investigadores sociales trabajan en los diarios personales del ex provicario castrense


La confesión del cura BonamínClaudio Mardones


Los textos, salvados de la incineración, revelan que la Iglesia aportó 400 capellanes para acompañar la lucha antisubversiva.

Tiempo accedió a ellos en exclusiva.


Antes de morir a los 82 años, en Funes, provincia de Santa Fe, monseñor Victorio Manuel Bonamín pasó los últimos tiempos de su vida quemando papeles. Se lo confesó al investigador José Pablo Martín en una célebre entrevista que dio, quizás la única, antes de fallecer el 11 de noviembre de 1991, luego de transitar su ancianidad en el seminario de la Casa Obra Salesiana Ceferino Namuncurá, un lugar que las Fuerzas Armadas utilizaron durante la última dictadura militar para desaparecer, al menos, a tres personas. 

Bonamín, rosarino de nacimiento, fue provicario castrense entre abril de 1975 y marzo de 1982 y su cercanía con los mandos militares muchas veces fue igual, o mayor, a la que mantuvo su jefe Adolfo Servando Tortolo, el vicario general de las Fuerzas Armadas y dos veces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Nunca se sabrá cuántos documentos, fichas y archivos habrá incinerado Bonamín en su remanso salesiano. Según contó en 2011 Susana Beatriz Castiglione, sobreviviente del centro clandestino de detención que funcionó dentro de Campo de Mayo, el prelado castrense tenía fichas con información de desaparecidos y de represores. Quizás fueron consumidas por el fuego de las hogueras secretas que confesó Bonamín. Pero existe una parte de esa colección de documentos que se salvó de la incineración. Son los diarios personales que escribió el provicario entre 1975 y 1976 de puño y letra. Una detallada agenda diaria, de lunes a lunes, hora por hora, donde el cura anotaba cada una de sus reuniones, reflexiones y conclusiones durante dos de los años más tormentosos de la política argentina. Es posible que esa fruición se haya extendido a lo largo de una bitácora íntima más amplia que incluyera todos los años de plomo. Por ahora no hay forma de saberlo, aunque los registros personales de Bonamín, entre el fin de la democracia y el comienzo de la dictadura, aportan un relato en primera persona sobre la estrecha relación que existía entre los mandos militares y la Iglesia Católica argentina. Los documentos son parte de un extenso trabajo realizado durante más de seis años por los investigadores sociales Ariel Lede y Lucas Bilbao, que recibieron el diario personal de manos de un reconocido archivista eclesiástico: el sacerdote tercermundista de la orden de los jesuitas José María Meissegeier.

En sus 750 páginas, el diario personal refleja todos "los encuentros, sensaciones, tareas, compromisos y reuniones que tuvo Bonamín", explican los investigadores a Tiempo Argentino luego de haber concluido el trabajo sobre la primera documentación escrita en primera persona que refleja la estrechísima relación entre la Iglesia y las Fuerzas Armadas antes y durante el golpe. Los originales ahora están atesorados en la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires, pero cada uno de sus párrafos fueron minuciosamente leídos y entrecruzados por ambos jóvenes para construir el primer estudio sistemático sobre el vicariato castrense en la Argentina. 

"Bonamín se reunió con más de 700 miembros de las tres Fuerzas Armadas en esos dos años y, entre ellos, con diez integrantes de la SIDE y otros diez de la inteligencia militar", cuenta Lede para graficar que el provicario no sólo hablaba con los capellanes, sino que tenía un trato directo con buena parte de los oficiales y suboficiales que luego se encargarían de administrar los centros clandestinos de detención que el vicariato castrense acompañaría con una gran cantidad de capellanes. Los caminos para esos hallazgos fueron abiertos a partir del diario personal del pro vicario. Gracias a su lectura y al entrecruzamiento con distintas fuentes oficiales que hicieron Lede y Bilbao, ahora se puede saber que la Iglesia Católica aportó 400 capellanes entre 1975 y 1983 para acompañar "la lucha antisubversiva" que implementó la Junta Militar durante su gobierno. La cifra es mucho mayor a los números conocidos. 

"Hasta ahora no había un registro sintetizado y completo, pero cruzamos listados oficiales, del Ministerio de Defensa, los boletines del vicariato y los 60 que había en los registros y hemos podido demostrar que el vicariato castrense nunca fue una institución separada de toda la Iglesia", explica Bilbao. La prueba, agrega Lede, radica en que el vicariato "se componía de capellanes castrenses y auxiliares. Los castrenses tenían trabajo exclusivo y los auxiliares tenían su tarea en la parroquia y colaboraban con el vicariato. Para que esos capellanes auxiliares integraran el vicariato necesitaban la autorización del obispo diocesano, y a partir del entrecruzamiento que hicimos, hemos podido concluir que los capellanes auxiliares conformaron, entre los años '75 y '83, el 75% del personal del vicariato, con lo cual comprobamos que se trataba de la institución eclesiástica y militar que físicamente dependía de la autoridad de la Iglesia en general, que le brindaba sacerdotes para que funcionaran como capellanes. De otro modo el vicariato no habría tenido la presencia que tuvo en todo el territorio nacional y eso fue volcado en toda la zonificación militar, con un despliegue que cubrió no solamente los comandos de zona, sino cada uno de los batallones, grupos y regimientos que son los que estaban a cargo de la represión directa y de los centros clandestinos. A tal punto que era así, que hemos descubierto que hubo alrededor de 100 capellanes, mucho más que los 30 que se tenían hasta ahora por denuncias, y que tuvieron relación con unidades militares que alojaron centros clandestinos o bien que administraban centros militares en otras unidades dependientes", detalla el joven. 

De ese total de auxiliares "el 30% dependía de las órdenes y congregaciones, no del clero secular", acota Bilbao y resume que "la orden de los salesianos aportó 40 capellanes del total de 400, los franciscanos otros 20 y los jesuitas están en el tercer puesto de órdenes aportantes con siete sacerdotes".

INTIMIDADES DEL GOLPE. 

Entre la dedicación exclusiva al vicariato de Bonamín y la función mixta que ejercía Tortolo, como vicario y arzobispo, radica la confirmación del papel central que jugó el provicario castrense. El detalle está en su agenda personal, donde Lede y Bilbao descubrieron su desempeño para "contener las internas militares para la guerra antisubversiva y abogar por la unidad de los militares. Se lo puede ver a Bonamín en todos sus actos y alocuciones abogando por esa unidad para enfrentar al enemigo. Y eso también aparece en sus diarios, donde Bonamín se destaca no sólo porque en su ideario lo teológico y lo militar está muy sintetizado, casi mejor que ningún otro obispo en el país, sino porque además era uno de los jefes de la institución que articulaba las relaciones entre las FF AA y la Iglesia, pero también entraba al gobierno como interlocutor".

Con semejantes funciones a su favor, Bonamín refleja en sus diarios personales la importancia que tuvo el Operativo Independencia, la ofensiva militar promovida por las Fuerzas Armadas que lanzó el gobierno de Isabel Perón en 1975 para "combatir a la guerrilla". A partir de esa intervención militar antes del golpe, comienzan a llegar los "problemas de conciencia" por la utilización de la tortura y la violación de prisioneros. "A fines del 75 comienza a aparecer la muerte y la tortura en sus anotaciones. Sobre todo porque vienen los capellanes a contarle que hay intranquilidad de conciencia en la tropa o porque el mismo asiste a algunas unidades militares y los directores le piden que les dé una conferencia para abordar este problema. Así empiezan a aparecer en su diario los títulos de conferencias de adoctrinamiento que funcionaron como instancias de formación y también de legitimación religiosa de la violencia: "Religión y combate", "Matar en combate", "Visión teológica militar", "Criterios sobrenaturales al accionar de los militares" y "Administradores de la fuerza"", detallan los investigadores. 

Los adoctrinamientos oficiales de la Iglesia en Tucumán para 1975, que surgen del diario personal de Bonamín, luego se extenderían al resto del país durante el golpe. "En un momento entiende que tienen que "aunar criterios los capellanes" y entonces organiza reuniones de los capellanes con Tortolo, para fomentar la justificación teológica para que se muevan con la misma línea discursiva", cuenta Lede sobre los diarios, donde Bonamín escribió las quejas de algunos capellanes, especialmente uno de Córdoba, que le advirtió que "están actuando por mano izquierda" en referencia a las violaciones y torturas atroces.

Antes del derrocamiento de Isabel Perón, Bonamín tejía el golpe en sendas reuniones. En cada una de ellas, según su propio puño y letra, hablaba de "la situación", como una forma de cifrar en silencio la marcha del golpe que, en algunas páginas vaticina para el 3 de marzo y otras para algunos días después. Página por página, Bonamín anota los detalles de sus aportes para la conspiración. El 17 de noviembre de 1976 escribió: "promuevo una reunión de comandos militares y el secretario general para el problema "seguridad en la casa fría estirada" luego invitamos a monseñor Graselli por el problema que nos crean los que acuden a él por presos políticos, etcétera", en directa referencia al Operativo Independencia, su aplicación, y a monseñor Emilio Grasselli, ex secretario de la vicaría castrense y capellán militar, cuya indagatoria fue solicitada a la justicia acusado de desorientar "dolosamente" a familiares de desaparecidos. 

En otra oportunidad, Bonamín refleja que las visitas a las unidades militares tenían un cometido amplio. "En la Escuela de Infantería Campo de Mayo, invitado por el director coronel García. Debía ir para cenar y luego entretenerme 15 minutos con la Compañía 'General Paiva' que se está entrenando tipo comando para la lucha anti guerrilla, aguerridísima! Pero me encontré con que toda la escuela estaba esperándome para una conferencia en el salón. Improvisé sobre religión y combate. Después sí, cena y 'buenas noches' (tema pedido: matar en combate) (Hay intranquilidades de conciencia) De regreso salimos cerca de las 23."

Otros tramos reflejan el poder de la vicaría castrense. El 6 de febrero de 1976, 45 días antes del golpe, registra: "Gral. Buasso, vino a saludar a Monseñor Tortolo, de paso quiso conversar conmigo 'sobre lo que va a pasar'. Conveniencia seria de prevenir a la Santa Sede por si son detenidos algunos sacerdotes." La referencia confirma la estrecha comunicación con el Vaticano, incluso para advertir la detención de sacerdotes. O de otras personas, como el ex ministro de Isabel, Antonio Cafiero, que había sido nombrado embajador ante el Vaticano un día antes del golpe. El 14 de abril, entre otras reuniones, Bonamín recuerda que "Nunciatura pide transmitir al Almirante Massera no encarcelar al ex ministro Cafiero." 

"Después comprobamos que ese mismo día detuvieron a Cafiero según se desprende de su autobiografía", cuenta Bilbao para mostrar la profundidad del entrecruzamiento que hicieron a partir del propio trazo de Bonamín, una prueba irrefutable, y en primera persona, de una relación casi promiscua entre la Iglesia y las Fuerzas Armadas que deja en evidencia el enorme silencio que todavía guarda su episcopado, especialmente "porque muchos de esos 400 capellanes siguen vivos y sin decir una palabra", recuerdan los investigadores mientras muestran orgullosos el espejo más incómodo que tiene la Iglesia sobre su relación con la dictadura. Y en primera persona. «



http://tiempo.infonews.com/