jueves, 12 de diciembre de 2013

ADVIENTO: PREPAREMOS LOS CAMINOS DEL SEÑOR!!



Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
1:2 Como está escrito en el libro del profeta Isaías:
Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti
para prepararte el camino.
1:3 Una voz grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
allanen sus senderos,
1:4 así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
1:5 Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
1:6 Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero,  y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:
1:7 "Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias.
1:8 Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".



http://www.vicariadepastoral.org.mx






“El Espíritu de Dios está sobre mí… me envía a anunciar la Buena Noticia a los pobres, a sanar a los enfermos…” 

Is 61, 1-2a. 10-11


Estén
 alegres…, no apaguen el Espíritu. …Fiel es el que los llama…
1Ts 5, 16-24


“Hubo un hombre llamado Juan… éste vino para dar testimonio de la Luz. 


Jn 1, 6-8. 19-28



El Adviento, preparación para la Navidad


Tiempo para prepararse y estar en gracia para vivir correctamente la Navidad


Significado del Adviento


La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.
Autor: Tere Fernández del Castillo | Fuente: Catholic.net 

domingo, 8 de diciembre de 2013

MADIBA: UN ADIÓS QUE NO QUIERE SERLO








A mi padre.

27 años de cárcel, apartado de su Cultura, de su Patria en su Patria, apartado, apartado con odio sin medida, apartado con todos sus hermanos de la Vida, de la Dignidad, apartados como residuos, como basura; apartados desde la explotación para ser más explotados aun. Apartados de los bienes que eran suyos, de sus riquezas, de sus derechos, apartados de todo menos del dolor, pero aun así, apartados a sufrir en un dolor apartado, silenciado, humillante, “un dolor de negros”, solo de “ellos”… Apartados del sistema que bendecía a unos con la mejor educación, la mejor salud, el mejor trabajo, y a ellos, apartándolos a una existencia que no conoce palabras para “explicarla”. Y en la nacida de ese inconmensurable Apartheid, él, él, Madiba, tribu de guerreros, etnia de valientes, unidos enfrentando a imperios con la sola Verdad de su razón, con la sangre derramada, multiplicada en muchos más que también cayeron y fueron simiente de abundantes venas abiertas como en otros continentes. No fue el odio, fue el amor más que el instinto, fue más la determinación que el miedo, fue más la perseverancia que todas las mazmorras, la templanza fue mucho más que los fusiles, los machetazos y balazos que abrían heridas en la ya enorme herida abierta y lacerada.

Lo veo en su cárcel, mirando a través de la ínfima reja que le abre el cielo y quién sabe cuántos deseos más, lo veo inconmovible, alentando la insurrección, la resistencia desde esa aparente pasividad de prisionero sin salida. Su celda, su uniforme gris plomo, su número de reo, son una afrenta tal a la dignidad humana que por patético se transforma en arma de indignación contra la injusticia. Pero eso no basta, hace falta un pueblo organizado, un pueblo esperanzado, un pueblo decidido a vencer: en él, en Madiba, se sintetiza ese conjunto de milagros, o al revés, quién sabe…

Gracias Madiba, gracias por ese fuego que no se apaga jamás, gracias por arder en la noche de las noches de la humanidad, gracias por brillar incesantemente, aún en la soledad de esos 27 años, con sus días y sus noches eternamente tortuosos. Madiba, ahora que partiste, como una estrella que allende en el infinito está apagada pero sigue siendo lucero en el universo y en el tiempo, como esa estrella, quieran las leyes de los astros, nos ilumines siempre, para porfiarnos, para machacarnos, como lo hiciste desde tu lucha, enseñándonos que el hombre es Libre en la Dignidad de su esencia o no es hombre.


Entonces, Madiba, este es un adiós que no quiere ser adiós…



Raúl Olivares.-
Todos los derechos reservados.-



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Invictus

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.


Invictus, Soy el Amo de mi Destino. Soy el Capitán de mi Alma.

(Poema de William Ernest Henley.)


Invictus es un poema escrito por el autor inglés William Ernest Henley.

La película “Invictus” refleja la importancia que este poema tuvo para el líder surafricano Nelson Mandela. Le influyó tanto que lo escribió en un trozo de papel y lo conservó con él los 27 años que estuvo encarcelado. Mandela admitió que quizás no hubiese podido soportar los largos años en prisión sin la ayuda de las palabras del poeta inglés.


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Apartheid

Johannes Gerhardus Strijdom, que sucedió a Malan como primer ministro en 1954, instauró además las siguientes leyes:
  • Los negros no podían ocupar posiciones en el gobierno y no podían votar excepto en algunas aisladas elecciones para instituciones segregadas.
  • Los negros no podían habilitar negocios o ejercer prácticas profesionales dentro de las áreas asignadas específicamente para los blancos.
  • El transporte público era totalmente segregado, tanto en trenes, buses, aviones, o inclusive los taxis de las ciudades.
  • A los negros no les estaba permitido entrar en zonas asignadas para población blanca, a menos que tuvieran un pase emitido por la policía. Los blancos también tenían que portar un pase para entrar en las zonas asignadas a los negros.
  • Edificios públicos tales como juzgados u oficinas de correos, disponían de accesos diferentes para blancos y negros.

Las principales consecuencias de esta situación fueron:
  • Las áreas asignadas a los negros raramente tenían electricidad o agua. Los hospitales también eran segregados: los hospitales para los blancos tenían la calidad de cualquier nación desarrollada, mientras que los asignados a los negros estaban pobremente equipados, faltos de personal y eran muy pocos en relación a la población que servían.
  • En 1970 la educación de un escolar negro costaba el 10% de la correspondiente a un escolar blanco. La educación superior era de un costo casi imposible de abonar para los negros.
  • El ingreso mínimo para el pago de impuestos era de 360 rand para los negros y mucho más alto para los blancos, unos 750 rand.



http://www.exito-personal.com/invictus
es.wikipedia.org/wiki/Apartheid




EL SIGNIFICADO DE MANDELA PARA EL FUTURO AMENAZADO DE LA HUMANIDAD por Leonardo Boff



El significado de Mandela para el futuro amenazado de la humanidad


Nelson Mandela, con su muerte, se ha sumergido en el inconsciente colectivo de la humanidad para ya nunca irse de ahí, porque se ha transformado en un arquetipo universal, de una persona injustamente condenada que no guardó rencor, que supo perdonar, reconciliar polos antagónicos y transmitirnos una inquebrantable esperanza en que el ser humano todavía tiene solución. Después de pasar 27 años en reclusión y ser elegido presidente de Sudáfrica en 1994, se propuso y realizó el gran desafío de transformar una sociedad estructurada en la suprema injusticia del apartheid, que deshumanizaba a las grandes mayorías negras del país condenándolas a ser no-personas, en una sociedad única, unida sin discriminaciones, democrática y libre.

Y lo consiguió al escoger el camino de la virtud, del perdón y de la reconciliación. Perdonar no es olvidar. Las llagas están ahí, muchas de ellas todavía abiertas. Perdonar es no permitir que la amargura y el espíritu de venganza tengan la última palabra y determinen el rumbo de la vida. Perdonar es liberar a las personas de las amarras del pasado, pasar página y empezar a escribir otra a cuatro manos, de negros y de blancos. La reconciliación sólo es posible y real cuando hay plena admisión de los crímenes por parte de sus autores y pleno conocimiento de los actos por parte de las víctimas. La pena de los criminales es la condenación moral ante toda la sociedad.

Una solución de esas, seguramente originalísima, supone un concepto ajeno a nuestra cultura individualista: el Ubuntu que quiere decir: “yo sólo puedo ser yo a través de ti y contigo”. Por tanto, sin un lazo permanente que ligue a todos con todos, la sociedad estará, como la nuestra, en peligro de desgarrarse y de conflictos sin fin.

En los manuales escolares de todo el mundo deberá figurar esta afirmación humanísima de Mandela: “Yo luché contra la dominación de los blancos y luché contra la dominación de los negros. Cultivé el ideal de una sociedad democrática y libre, en la cual todas las personas puedan vivir juntas en armonía y tengan oportunidades iguales. Este es mi ideal y deseo vivir para alcanzarlo. Pero, si fuera necesario, estoy dispuesto a morir por este ideal”.

¿Por qué la vida y la saga de Mandela fundan una esperanza en el futuro de la humanidad y en nuestra civilización? Porque hemos llegado al núcleo central de una conjunción de crisis que puede amenazar nuestro futuro como especie humana. Estamos en plena sexta gran extinción en masa. Cosmólogos (Brian Swimme) y biólogos (Edward Wilson) nos advierten que, si las cosas siguen como están, hacia 2030 culminará este proceso devastador. Esto quiere decir que la creencia persistente en el mundo entero, también en Brasil, de que el crecimiento económico material nos debería traer desarrollo social, cultural y espiritual es una ilusión. Estamos viviendo tiempos de barbarie y sin esperanza.

Cito a una persona libre de toda sospecha, Samuel P. Huntington, antiguo asesor del Pentágono y un analista perspicaz del proceso de globalización, que al final de su libro El choque de civilizaciones dice: “La ley y el orden son el primer pre-requisito de la civilización; en gran parte del mundo parecen estarse evaporando; a escala mundial, la civilización parece, en muchos aspectos, estar cediendo ante la barbarie, generando la imagen de un fenómeno sin precedentes, una Edad de las Tinieblas mundial que se abate sobre la humanidad”(1997:409-410).

Añado la opinión del conocido filósofo y científico político Norberto Bobbio que como Mandela creía en los derechos humanos y en la democracia, como valores para equilibrar el problema de la violencia entre los Estados y para una convivencia pacífica. En su última entrevista declaró: “no sabría decir cómo será el Tercer Milenio. Mis certezas caen y solamente un enorme punto de interrogación agita mi cabeza: ¿será el milenio de la guerra de exterminio o el de la concordia entre los seres humanos? No tengo posibilidad de responder a esta pregunta”.

Ante estos escenarios sombríos Mandela respondería seguramente, fundándose en su experiencia política: sí, es posible que el ser humano se reconcilie consigo mismo, que sobreponga su dimensión de sapiens a la de demens e inaugure una nueva forma de estar juntos en la misma Casa. Tal vez valgan las palabras de su gran amigo, el arzobispo Desmond Tutu, que coordinó el proceso de Verdad y Reconciliación: “Habiendo encarado a la bestia del pasado frente a frente, habiendo pedido y recibido perdón, pasemos ahora la página. No para olvidar ese pasado sino para no dejar que nos aprisione para siempre. Avancemos en dirección a un futuro glorioso de una nueva sociedad en la que las personas valgan no en razón de irrelevancias biológicas u otros extraños atributos, sino porque son personas de valor infinito, creadas a imagen de Dios”.

Mandela nos deja esta lección de esperanza: nosotros podremos vivir si, sin discriminaciones, hacemos realidad el Ubuntu. 






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