domingo, 15 de enero de 2012

EL

Pan y peces, el Reino entre nosotros.



Nació en belén de Judea, (Mateo 2:1-2). Fue judío, amó a su pueblo, Israel  y a sus profetas. No vino a abolir la Ley, sino a ponerla en practica: "No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolirla, sino a darle cumplimiento.", Mateo 5,17-19. Su Comunidad era abierta tanto para los hombres como para las mujeres y radicalmente igualitaria, la autoridad en ella estaba basada en el servicio. Siempre recordaba que no había venido a ser servido sino a servir:"....el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir..." (Marcos 10:45).  Su movimiento centró su práctica en el amor a  Dios y al prójimo de manera sencilla y revolucionaria: a Dios se lo encuentra en el otro que es mi hermano. Porque amar a Dios y al prójimo fue para El un mandamiento semejante (Mt 22,37-39). Curó y salvó a los enfermos solo por su fe (Mateo 9,20-22.). Nunca intentó monopolizar su palabra en un lugar o en un culto, por eso su misión fue siempre itinerante. Y cuando se lo pedían sus amigos, sus discípulos, rechazaba tajantemente la idea de detener el mensaje en un área determinada. No vivió su Evangelio disociado de la realidad, todo lo contrario, su experiencia fue  contracultural y se integró a la historia concreta de lucha de su pueblo contra la dominación del imperio romano, en este sentido ejerció un cambio profundo en  la lógica del poder. Fue un judío de su época, en las condiciones de opresion de su tiempo y con un proyecto de liberación específico y Utópico. Es verdad que el Plan de Salvación del Padre exigía su entrega en la cruz, pero también es cierto, que su muerte fue pensada y planificada por la autoridad sacerdotal y ejecutada por la imperial, en tanto y en cuanto El representaba un peligro constante para el sistema. Fue, es y siempre será el mismo, su Presencia nos debe animar a vivir su Palabra como El lo hizo, desde los más pobres y oprimidos, que eran sus preferidos. Su Reino de Amor y Justicia plena, se construye y es una Verdad tangible, especialmente si la hacemos entre todos.



Raúl Olivares.-
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